VALPARAÍSO.- El viernes pasado se realizó un simulacro de evacuación en el Congreso por el posible hallazgo de una bomba. En la actividad participaron los funcionarios del Senado -siguiendo la instrucción del secretario de la institución y ex fiscal Raúl Guzmán- y el personal de la Biblioteca del Congreso. Desde la Cámara de Diputados anunciaron en un principio que no se plegarían, pero finalmente sí se sumaron a la actividad.
La vicepresidenta de la Corporación, diputada Loreto Carvajal (PPD), confirmó a Emol el miércoles que no se sumarían aludiendo a que "no es el momento" y que tampoco querían participar de algo de forma apresurada, solo siguiendo la coyuntura mediática a raíz de los últimos casos relacionados a artefactos explosivos.
Pero luego, el jueves, el secretario Miguel Landeros informó que en la comisión de Régimen se decidió finalmente plegarse a la actividad, y así lo hicieron. Y el viernes, al hacer una evaluación del ejercicio, anunciaron que tras afinar sus protocolos internos organizarán su propio simulacro incluyendo a los parlamentarios.
La posición de la Cámara causó molestia en el Senado y desde la comisión de Régimen Interno elaboraron una declaración pública, que finalmente salió firmada por Guzmán, en donde resaltaban que el ejercicio fue coordinado y elaborado entre ambas corporaciones, descartando que haya sido solo impulsada por la Cámara Alta y rechazando que su origen tenga que ver con hechos contingentes, sino que por el contrario, es parte de sus protocolos.
Esta no es la primera descoordinación que se ha evidenciado entre ambas instituciones este año, en el que asumieron como presidentes el senador Jaime Quintana (PPD) y el diputado Iván Flores (DC), respectivamente. Más bien viene a confirmar que la agenda de ambos parlamentarios no siempre ha estado alineada pese a ser ambos de la oposición.
Cuenta Pública I
Por ejemplo, en la pasada Cuenta Pública del Presidente Sebastián Piñera, ocurrida el pasado 1 de junio, ambas Cámara tomaron decisiones diferentes.
Los diputados optaron por cambiar la semana distrital -período en que trabajan en sus regiones- para hacerla coincidir con el feriado del 21 de mayo y así estar de regreso la semana siguiente, cuando sería el discurso presidencial. Además, de esta forma no se perderían sesiones ya que ese feriado era martes, día en que trabajan en Sala.
En la mesa de la Cámara también destacaron que esto les permitió ahorrar costos, pues los diputados permanecieron la semana completa en Valparaíso y no hubo que considerar dos traslados desde sus distritos.
Sin embargo, en el Senado no se aplicó la misma lógica y dejaron como distrital la semana del 1 de junio, esto significó que perdieron una sesión y solo debieron ir al Congreso por un día en la semana siguiente, a escuchar al Mandatario.
Pero la Cuenta Pública también mostró otro desencuentro. Y es que el Presidente Piñera solicitó un cambio de horario en el discurso y logró que la ceremonia se realizara en horario prime y no al mediodía como solía suceder.
El senador Quintana comentó que ya había conversado con la ministra de la Segegob, Cecilia Pérez, y su par de la Segpres, Gonzalo Blumel, sobre el tema y se mostró abierto al cambio. Pero el diputado Flores, si bien dijo estar disponible al nuevo horario, evidenció su molestia por no haber sido notificado por el Gobierno, sino que se enteró al ser consultado por los medios de comunicación.
Cuenta Pública II
Pero la otra Cuenta Pública del Congreso, aquella que realizan los líderes del Senado y la Cámara, también incomodó las relaciones de Flores y Quintana.
Según el artículo 56 bis de la Constitución chilena "durante el mes de julio de cada año, el Presidente del Senado y el Presidente de la Cámara de Diputados darán cuenta pública al país, en sesión del Congreso Pleno, de las actividades realizadas por las Corporaciones que presiden".
Según señalaron fuentes del Senado a Emol, el timonel de la Cámara solicitó a Quintana -incluso mediante oficios- para que la rendición de sus trabajos fuera hecha al final del año legislativo y no el 23 de julio, como estaba programada.
Su argumento habría sido validado por el senador, pues apela a que es ahí cuando pueden comentar lo que realmente hicieron y no a mitad de año, pero debió responderle con una negativa ya que la fecha está establecida en la Carta Magna y no se puede hacer el cambio vía reglamento, sino que sólo a través de una reforma constitucional.
El traslado del Congreso
Uno de los últimos temas que salieron a la luz y que estuvieron de acuerdo en el fondo, pero no en la forma de informarse, fue en la posibilidad de abandonar el edificio de Valparaíso y funcionar de forma permanente en el conocido ahora como ex Congreso de Santiago.
El diputado Flores dio el primer golpe al señalar que había ordenado un estudio de evaluación de gastos del traslado, considerando que en lo inmediato hay que reparar el inmueble porteño, por lo que su idea podría sustentarse en que sería más barato volver a la capital que intervenir el otro.
El senador Quintana respaldó la idea, pero cercanos a él comentaron que se enteró por la información en los medios de comunicación sobre la idea de su par de la Cámara y el tema nunca fue conversado previamente entre ambos.
El canal
Otro asunto en el que actuaron de maneras separadas, pero tratando algo que les incumbe a ambas instituciones, es lo relacionado a la opción de tener un canal por televisión abierta.
El Consejo Nacional de Televisión estableció la imposibilidad de otorgar una concesión al Parlamento, y ante esta resolución el senador Quintana se reunió en abril pasado, junto a otros parlamentarios, con parte del directorio de Televisión Nacional para analizar la posibilidad de transmitir por una se de sus señales digitales.
Pero el lunes recién pasado el presidente de la Cámara fue más allá y se reunió con el presidente del directorio de la señal estatal, Bruno Baranda, con el fin de analizar esta alternativa. E incluso el mismo día sostuvo un encuentro con la ministra Pérez para hablar sobre su idea de trasladar el Congreso a Santiago, pero también trató el tema de poder emitir en una señal abierta de libre recepción no experimental.