Los encapuchados quemaron un lienzo durante los disturbios.
Aton Chile
SANTIAGO.- Un complicado año ha tenido el Instituto Nacional, el cual ha estado marcado por la violencia y enfrentamientos constantes entre estudiantes y Carabineros. Lo anterior llevó a que en mayo el alcalde de Santiago y sostenedor del recinto, Felipe Alessandri, elaborara un plan con medidas para terminar con los conflictos.
La primera medida que anunció en mayo y que generó una oleada de críticas fue la "revisión aleatoria de mochilas", consistente en que los alumnos entreguen sus bolsos de forma voluntaria cuando entran al recinto y así descartar que lleven elementos peligrosos. En caso de negarse, el edil dijo que se grabaría al estudiante como antecedente, por si después se involucra en disturbios.
Tras el anuncio, los concejales de la comuna Natalia Contreras (RD) y Alfredo Morgado (PPD) acudieron a Contraloría solicitando un reparo de legalidad, ya que la norma podría contradecirse con derechos constitucionales de los estudiantes.
Otra de las medidas adoptadas ha sido las reuniones con ex alumnos del Instituto Nacional y el rector del establecimiento, Fernando Soto, para evaluar cómo superar los conflictos que han obligado a suspender clases en varias oportunidades. Sin embargo, la violencia no se detuvo.
Tras varias jornadas de disturbios y enfrentamientos entre encapuchados y Carabineros, y luego de que un estudiante del recinto se quemara la mano al manipular una bomba molotov, el sostenedor decidió adelantar las vacaciones de invierno en dos semanas, las cuales comenzaron el 20 de junio.
En el intertanto, se realizaron mejoras en infraestructura dentro del recinto. Pero no fue suficiente, ya que el día en que los estudiantes volvieron a clases, el 8 de julio, se registraron nuevos desmanes en el establecimiento, donde incluso diputados de la comisión de Educación fueron agredidos fuera del recinto.
A estas decisiones, el alcalde recordó otra. "Logramos modificar los hiperlaxos manuales de convivencia en hacer los más rígidos", los cuales establecen las sanciones a los que se exponen los alumno que incurran en conductas ajenas a la buena convivencia.
"Vamos a continuar"
Desde el retorno a clases de los estudiantes, los desmanes no han cesado, por lo que Alessandri anunció ayer una nueva medida que no quedó exenta de críticas: controlar la identidad de los alumnos cuando ingresan a clases. Esto significó que mostraran su cédula de identidad o pase escolar para comprobar si son o no alumnos regulares del establecimiento, y no ex alumnos expulsados por la ley Aula Segura.
Ante esta medida, la defensora de la Niñez, Patricia Muñoz, manifestó su rechazo. "¿Bajo qué atribución legal? Niños, Niñas y Adolescentes (NNA) no tienen obligación de tener cédula, control preventivo de identidad es ilegal, ¿si no tienen les impedirán ingresar?", escribió Muñoz en su cuenta de Twitter .
La defensora agregó que "me sorprende tanta expulsión por Aula Segura porque la ley les obliga a informar a Defensoría de la Niñez dichas sanciones y no he recibido ninguna", aseveró.
A pesar de las críticas, Alessandri señaló: "Nosotros vamos a continuar con la revisión de mochilas que la hace Carabineros, vamos a continuar solicitando los carné de identidad para evitar que entren alumnos que han sido expulsados del colegio y que entren personas extrañas al establecimiento". Y agregó que estas "son normas de sentido común, pero para eso necesitamos el consenso de la comunidad escolar".