En estos últimos días la denominada "operación vuelo de justicia" ha vuelto a la primera línea mediática luego de que el Gobierno brasileño decidiera dar luz verde, tras 16 años, a la petición chilena de extradición de Hernández Norambuena, quien llevaba 17 años preso en dicho país por el secuestro del publicista Washington Olivetto. El martes, el también conocido como "Ramiro", arribó al país bajo un fuerte contingente de seguridad.
El 5 de agosto de 1993, Hernández -uno de los fundadores del FPMR Autónomo- fue capturado en Curanilahue, en una estación de servicio donde abastecía su jeep. Junto con él detuvieron a Agdalín Valenzuela, quien había mantenido a Hernández oculto en su casa durante un año. Sin embargo, Valenzuela meses más tarde apareció muerto, suspuestamente producto de una represalia por haber entregado a "Ramiro"
Tras seis meses de procesos judiciales, el 28 de enero de 1994 "Ramiro", a sus 38 años, fue condenado a doble cadena perpetua por ser considerado el jefe del operativo que terminó con la muerte del ex senador UDI y el "cerebro" detrás del cautiverio de Edwards.
Pasó sus primeros meses tras las rejas en la Cárcel de San Miguel, y el 20 de febrero de 1994 fue parte de los 45 reos provenientes de dicho recinto y de la calle cinco de la ex Penitenciaria que fueron derivados a la nueva Cárcel de Alta Seguridad, levantada para albergar a los reos catalogados como terroristas en la década de los 90.
Traslado que no contó con el beneplácito de los internos producto del estricto régimen que les esperaba una vez dentro de la CAS. Por ello, especialmente en la Cárcel de San Miguel, los reos opusieron resistencia armada al ser notificados del cambio.
De hecho, durante el operativo de traslado, realizado en horas de la madrugada por personal antimotines y el apoyo de Carabineros, se registraron duros enfrentamientos. De todas formas, y debido a presión de las familias y gestión de parlamentarios, la reglamentación al interior de la CAS se terminó suavizando, permitiéndose, entre otras cosas, las celdas compartidas.
"No aparece como un hombre conflictivo"
En total, "Ramiro" alcanzó a pasar 1.067 días privado de libertad en el país, hasta aquel 30 de diciembre, día en que la aeronave lo sacó de la CAS y gatilló como parte del daño colateral el retiro anticipado de Martínez como líder de Gendarmería, quien recuerda bien lo que se anotaba respecto al comportamiento de "Ramiro" durante sus cerca de mil días tras las rejas chilenas.
A pesar de nunca haber conversado con él, el otrora director de la institución penitenciaria rememoró en conversación con Emol los informes de los incidentes que se producían al interior de la CAS en esa época.
"En ninguno de ellos aparece Hernández Norambuena como nombre que fuera parte de los incidentes. No aparece como un hombre conflictivo, aparece como un hombre bastante respetuoso de la jerarquía al interior de la cárcel", sostuvo.
Pero eso en la CAS, ya que en el 94', "en medio de la resistencia del traslado de la Cárcel de San Miguel", recuerda Martínez, "hubo un enfrentamiento con los gendarmes, quienes tenían órdenes de disparar a ras de suelo si ocurría aquello y Hernández Norambuena fue herido en un tobillo".
Hernández los habría seleccionado
Según narra Ascanio Cavallo en el capítulo Algo se va en el canasto de La Historia Oculta de la Transición, entre 1995 y 1996 "Ramiro" envió mensajes a la cúpula del Frente para que lo ayude a salir de la CAS. De hecho, el habría seleccionado a los otros tres que se fugaron en aquella oportunidad.
El mismo libro de Cavallo detalla que una vez informado de los preparativos de la fuga, Hernández Norambuena cambió su rutina dejando las sesiones de filosofía política por tardes de videos con películas de acción.
A penas pisó tierra nacional el pasado martes, Hernández fue trasladado nuevamente a la CAS, tras 23 años de su escape. Se encuentra en un pabellón aislado de "máxima seguridad", aseguraron desde Gendarmería, y a la espera de que se fije la pena que le resta por pagar en Chile.
Desde el Gobierno afirman que serían 27 años, aunque aún cabe aguardar la resolución del juez Mario Carroza, quien podría decidir dejarla en 10 años.