SANTIAGO.- Hacía más de un año que en el Ministerio de Justicia sabían que Mauricio Hernández Norambuena podía recibir beneficios, lo que aumentaba un peligro de fuga. La misión para lograr su extradición comenzó formalmente en 2018, cuando el embajador de Chile en Brasil manifestó a las autoridades locales la preocupación de La Moneda. "Tenemos que traerlo. Urgente", fue el mensaje que recibió el ministro Teodoro Ribera en junio pasado, tras lo cual se activó la operación liderada por Cancillería y Justicia, en la que participaron solo cinco personas e incluso se prohibieron las minutas.