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El polémico paso por Chile de Ivo Scapolo, el nuncio apostólico que acompañó a Juan Barros

Tras ocho años en el cargo, el sacerdote será trasladado a Portugal para ejercer el mismo cargo. A pesar de que su periodo estuvo marcado por polémicas relativas a supuestos encubrimientos de abuso, el Vaticano nunca le quitó su respaldo.

29 de Agosto de 2019 | 11:49 | Redactado por Consuelo Ferrer, Emol
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El Mercurio (archivo)
SANTIAGO.- La mañana del miércoles 21 de agosto, horas después de que se conociera una denuncia por un presunto abuso sexual cometido hace más de 50 años por el arzobispo emérito Bernardino Piñera, hasta el hogar de ancianos que habita llegó un visitante: el nuncio apostólico del Vaticano en Chile, Ivo Scapolo.

Sin saberlo todavía, se trataba de una de las últimas apariciones públicas que haría el enviado del Papa Francisco en el ejercicio de su cargo. Este jueves, la Conferencia Episcopal informó que será trasladado a Portugal bajo el mismo cargo, luego de ocho años en territorio nacional.

Fueron años que, hacia el final de su periodo, se vieron marcados por polémicas y cuestionamientos. Las más recurrente: su rol en la designación de Juan Barros como obispo en Osorno y haber solicitado las declaraciones de los sacerdotes que criticaban a la Iglesia Católica en los medios.

Antes de llegar a Chile, Scapolo desarrollaba funciones en Ruanda, África, pero fue un llamado del Papa Benedicto XVI el que lo trajo a Santiago. Tenía 57 años y ya había sido nuncio apostólico en Bolivia, dentro de su carrera en el servicio diplomático que empezó en 1984.

El rango de nuncio tiene la categoría de embajador y dentro de sus funciones está participar en la designación de obispos y representar al Papa en el país al que fue destinado. Su relación con el Vaticano, en este último tiempo, tuvo idas y venidas.

La figura de Barros


El 15 de enero de 2015, Juan Barros fue nombrado obispo de Osorno a pesar de haber sido señalado por los denunciantes de Fernando Karadima como un encubridor de sus abusos. La designación crispó a la comunidad osornina y el malestar no cesó hasta que Francisco lo removió de su puesto a mediados de 2018.

La toma de posesión de Barros como obispo tuvo lugar en marzo de 2015, con un fuerte resguardo policial y en medio de disturbios. Hasta el lugar viajó Scapolo, quien acompañó al recién nombrado obispo en esa misa.

No fue hasta la visita del Papa Francisco a Chile que se revelaron más antecedentes relativos a la polémica. En la víspera del aterrizaje del Pontífice, se reveló una carta confidencial enviada por Francisco a la Conferencia Episcopal dos semanas después de nombrar a Barros en el cargo.

"Tenemos que aceptar la decisión y el Santo Padre ha confirmado el nombramiento (...) Este es el nuevo obispo. Lo aceptamos y lo acompañamos"

Ivo Scapolo por Juan Barros
En ella se revelaba que el Papa conocía los cuestionamientos contra el sacerdote y que antes de destinarlo a Osorno, cuando Barros todavía era obispo castrense, se le había ofrecido un "año sabático".

"El Sr. Nuncio le pide a Mons. Barros la renuncia y lo exhorta a tomar un periodo sabático (un año, por ejemplo) antes de asumir otra responsabilidad pastoral como obispo diocesano, y le cuenta que el mismo proceder se tomará con los obispos de Talca y Linares, pero que no se los dijera a ellos", explica Francisco en la misiva.

"Mons. Barros hace llegar el texto de su renuncia, añadiendo este comentario del nuncio. Como ustedes podrán comprender, este comentario del Sr. Nuncio complicó y bloqueó todo eventual camino ulterior en el sentido de ofrecer un año sabático", dijo.

En sus declaraciones, Scapolo siempre respaldó a Barros. "Se lo he transmitido todo (al Papa). No se le ha escondido nada a la Santa Sede. Tenemos que aceptar la decisión y el Santo Padre ha confirmado el nombramiento", dijo a La Tercera en 2015. "Este es el nuevo obispo. Lo aceptamos y lo acompañamos", añadió.

Los sacerdotes y los medios


Poco antes de la polémica de Barros, fue otro el episodio que tuvo a Scapolo en un rol principal: cuando se supo que el entonces arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, había enviado al Vaticano una supuesta denuncia en contra de los sacerdotes Felipe Berríos, José Aldunate y Mariano Puga.

Los tres religiosos son reconocidos por la población por sus críticas al actuar de la Iglesia Católica y son percibidos como figuras cercanas a la ciudadanía, menos tradicionales.

Allí se fundaba, aseguraron los medios de prensa, el motivo de la denuncia: en sus cuestionamientos al rol del clero en la reforma educacional, la negativa a debatir sobre el aborto y la postura frente al matrimonio homosexual.

Pero tras el revuelo, el Arzobispado de Santiago aclaró que no se trató de una denuncia, sino de la respuesta a una solicitud del nuncio, quien pidió declaraciones de los tres sacerdotes ante la prensa.

"Que se vayan los nuncios", dijo en la oportunidad el presidente de la ONG América Solidaria, Benito Baranda. "Ya está bueno ya que la reforma a la iglesia saque a los nuncios de los países (...) Son parte de un régimen monárquico del pasado".

Supuesto encubrimiento de abusos


Algunos años después, en 2018, fue señalado como encubridor de abusos. Fue el párraco de Villa Prat, Sergio Díaz, quien criticó a Scapolo ante la prensa por su reacción tras lo que, asegura, fue una denuncia de violación contra un sacerdote que le hizo personalmente.

"No nos habló nunca más. Le entregamos a la Iglesia todo lo que nos pide la nunciatura e insistimos con los chiquillos, y me dio cita", contó a ADN. "Llegamos lloviendo, con frío, mojados como diuca acá, y me llama y me dice: 'a usted no lo recibo'. No era por mí, el cura, sino que por los chiquillos que iban conmigo", aseguró.

"Tenemos una óptima colaboración del nuncio Ivo Scapolo. Es una tarea muy importante representar al Papa en un país"

Charles Scicluna
"Cómo no voy a estar herido con este nuncio, y el Papa en este confiaba plenamente", dijo el sacerdote. Según su opinión, Scapolo no podía ser nuncio en Chile. "Es un bandido", afirmó.

A pesar de los cuestionamientos y las cartas que circularon por el interior de la Iglesia, el Vaticano no llegó a criticar el actuar de Scapolo en público. De hecho, durante la visita del enviado de Francisco para investigar los abusos, el arzobispo Charles Scicluna, recibió el respaldo de la Santa Sede.

"Tenemos una óptima colaboración del nuncio Ivo Scapolo. Es una tarea muy importante representar al Papa en un país", aseguró Scicluna. "Debo reconocer la colaboración efectiva en esta misión", agregó.
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