SANTIAGO.- El lunes 2 de septiembre, en su primer día en el Instituto Nacional, la nueva rectora, Lilí Orell, recibió en la puerta a los alumnos de la jornada de la mañana por la calle San Diego y los saludó con besos y abrazos. "De a poco me van a ir conociendo", comentó en aquella ocasión.
Ya han transcurrido dos semanas desde que llegó al establecimiento y, aunque ha ocupado mucho tiempo en reuniones y presentaciones, los miembros de la comunidad escolar ya se comienzan a hacer una idea de cuál será su estilo para conducir ese emblemático establecimiento, que este año ha estado marcado por los hechos de violencia.
"Es bastante cercana, está muy en contacto con la gente (...) está siempre presente, está en los pasillos y su equipo directivo siempre (está) en contacto con los alumnos", comenta Víctor González-Lira, vicepresidente de la Corporación de Padres y Apoderados José Miguel Carrera.
"Ahora tenemos una comunicación más fluida y directa, con ella y con su equipo. Tenemos mejor llegada, las respuestas son más sencillas y utilizamos todos los métodos, no sólo el correo oficial, también Whatsapp, llamadas telefónicas, todo es mucho más sencillo"
Karina Leyton, presidenta CEPA A-0
Otra característica que han percibido los apoderados es que es "abierta al diálogo", lo que ha facilitado la comunicación. "Con el antiguo directorio todo funcionaba a través de la página oficial, pero ahora tenemos una comunicación más fluida y más directa con ella y con su equipo. Tenemos mejor llegada, las respuestas son más sencillas y utilizamos todos los métodos, no sólo el correo oficial, también Whatsapp, llamadas telefónicas, todo es mucho más sencillo", señala Karina Leyton, presidenta Centro de Padres y Apoderados A-0.
Agrega que "nos hemos encontrado en reuniones o en el pasillo y es presta a la conversación, al diálogo, nos da el espacio de poder comunicarnos y se agradecen esas instancias".
González-Lira coincide en esta apreciación: "Por lo que se ha logrado ver, es más de diálogo, es una persona que busca mucho llegar al consenso, pero no por eso va a dar su brazo a torcer. Como que trata de buscar las alternativas para hacer las cosas de la manera correcta".
"Llegó a ordenar la casa"
El vocero de los apoderados dice que también "se ha notado una preocupación mucho mayor hacia los estudiantes". "Mi opinión personal es que ella llegó al Instituto a ordenar la casa, como una madre ordena su propia casa. Que ella, en su rol de mujer y un poco maternal, está pensando solamente en los niños y está muy consciente de que el bienestar de los niños es lo principal; y eso a los apoderados nos tiene contentos", señala.
"Mi opinión personal es que ella llegó al Instituto a ordenar la casa, como una madre ordena su propia casa. Que ella, en su rol de mujer y un poco maternal, está pensando solamente en los niños"
Víctor González-Lira, vicepresidente Corporación de Padres y Apoderados
Algo que destacan ambos voceros es que en sus primeros días ya gestionó un beneficio concreto para los estudiantes: que quienes cursen entre primero y cuarto medio accedan a los contenidos que están en la plataforma de un reconocido preuniversitario, para poder prepararse para la Prueba de Selección Universitaria (PSU).
"Ya vamos viendo avances y esperamos seguir viendo muchos más", destaca Leyton, quien dice que están "confiados de que ella puede conseguir muchas cosas, porque tiene la experiencia, desde ser educadora, así que esperamos ver muchos más progresos, estamos esperanzados".
"Es una gestión concreta que va a ayudar a los alumnos a desarrollarse en aquellas cosas que quedaron pendientes; desde el primer día se la está jugando", afirma el otro apoderado.
También destaca que, desde la llegada de Orell, "se ha recuperado un poco la confianza en el equipo directivo y se ve que las cosas están funcionando". "Ella sabía perfectamente a lo que venía y su mensaje fue claro desde el principio, que viene a hacer su trabajo. Y su principal labor es que los alumnos vayan al colegio con seguridad y tranquilidad".
Ayer, la nueva rectora debió enfrentar por primera vez incidentes de mayor magnitud en el Instituto Nacional, ya que encapuchados lanzaron bombas molotov desde el techo del establecimiento, lo que obligó a suspender las clases en la mañana.
Tras el episodio, Orell se refirió públicamente a la situación y emplazó a los encapuchados diciéndoles que "si no quieren venir al colegio a estudiar, no tiene mucho sentido que vengan". "Nosotros estamos en un proceso de enseñanza y lo que les ofrecemos es educación", sostuvo. Y decidió que se retomaran las clases ese mismo día en la jornada de la tarde.
Estudiantes: "Ha priorizado otras actividades"
Una visión un poco diferente a los representantes de los apoderados tiene el presidente del Centro de Alumnos del Instituto Nacional (CAIN), Rodrigo Pérez. Aunque coincide en que Orell "es una persona que se ha mostrado cercana", cree que "esto (es) para generar un quiebre con el currículum con que se presenta".
Comenta que "personalmente, sí he tenido la posibilidad de conversar con ella, dado que la esperé fuera de la oficina"; pero asegura que "de momento, no nos ha agendado una reunión formal como centro de estudiantes, ha priorizado otras actividades". El joven dice que entiende "el enorme trabajo de gestión que debe existir, pero de todas maneras esperamos que pueda recibir pronto a todo nuestro equipo en su oficina".
"Es una persona que se ha mostrado cercana, pero para generar un quiebre con el currículum con que se presenta"
Rodrigo Pérez, presidente centro de alumnos
Afirma que en este tiempo que la autoridad lleva en el establecimiento "no ha cambiado el paradigma", sino que "ha sido una semana más, obviamente no nula de conflictos, pero con nuestro estamento estudiantil muy atento a cualquier transgresión a los acuerdos y a regenerar nuestro tejido social".
También califica como "una mala estrategia" una medida adoptada por la rectora, que es "no despachar a los cursos que se encuentran sin profesores, sólo para sostener una imagen de 'normalidad', siendo que los bloques pedagógicos no son cubiertos realmente".
Con todo, dice que, "obviamente, esperamos sostener una buena relación (con ella), la cual está sujeta a su disposición y trato con la comunidad"; aunque remarca que los procesos de cambio no pasan "por un cambio de nombre, sino más bien un cambio profundo en cuestiones infraestructurales, en el aula y la forma en que se concibe el sistema educativo".