SANTIAGO.- El martes pasado la senadora Adriana Muñoz (PPD) pidió la palabra en medio de la sesión de Sala para poder ejercer su derecho a réplica en un caso bien particular, de hecho ella lo calificó como "inédito". Esto porque ella quería contestarle al secretario del Senado, Raúl Guzmán.
Generalmente este espacio se usa para referirse a dichos emitidos por otras autoridades públicas, especialmente del Gobierno o de los propios colegas, pero no para hablar sobre lo que dijo un funcionario sobre un parlamentario.
En su exposición la senadora Muñoz acusó un trato "poco respetuoso" de parte de Raúl Guzmán, quien en mayo pasado asumió en el cargo tras abandonar la Fiscalía Metropolitana Sur, sucediendo a Mario Labbé quien fue funcionario de la Corporación desde 1987 y jubiló.
El contexto era que ese mismo día se publicó una entrevista de Guzmán al diario La Segunda y en ella comentó cómo ha sido su experiencia en la Cámara Alta y su salida del Ministerio Público. Reconoció que fue "desafortunado" decir que sería el "escudo" de los senadores cuando asumió y también se refirió a los cuestionamientos que le había hecho Muñoz semanas antes por haber desvinculado a la jefa de Finanzas de la institución. Según el abogado, la parlamentaria "estaba desinformada o mal informada" y lamentó que ella no le haya consultado directamente.
La senadora del PPD en su intervención, evidenció que había hecho las consultas en una sesión de Sala anterior y luego hizo las mismas preguntas a la comisión de Régimen Interno -que él integra junto a la mesa- mediante oficio, sin recibir ninguna respuesta.
Además, y ante la mirada atenta de Guzmán quien estaba en la testera acompañado del vicepresidente Alfonso de Urresti (PS) - Jaime Quintana estaba en Londres- dijo tener "total conocimiento" de los hechos y cuestionó que la acusara de "una especie de falta de coraje" por no haber ido donde él a consultar. Asimismo deslizó una insatisfacción por la forma en que él ha liderado el proceso de modernización con los funcionarios.
Respaldo de senadores a Muñoz
La situación no quedó indiferente y la comisión de la Mujer e igualdad de Género redactó una carta alegando contra el comportamiento del jefe de Servicios de la Corporación por la forma en que se refirió a la senadora.
"Resulta indispensable que a la brevedad se entreguen y trasparenten los antecedentes requeridos y se adopten las medidas necesarias para garantizar que la convivencia en la Corporación se de en un clima de respeto más allá de las legítimas diferencias", dice la misiva que fue leída en la Sala por la senadora Yasna Provoste (DC) y que contó con la firma de todas las senadoras de la instancia que también integra Muñoz. Además estaba con la rúbrica de los socialistas Carlos Montes y Rabindratnath Quinteros, los PPD Guido Girardi, Felipe Harboe, Alejandro Navarro (ProPaís), Juan Ignacio Lattore (RD), Pedro Araya (IND), y las DC Ximena Rincón y Carolina Goic.
Finalmente, agrega la carta, "nos preguntamos si la reacción del secretario General del Senado hubiera sido la misma si la interpelación hubiera sido realizada por un señor senador".
Funcionario con sigilo
La situación es incómoda en el Congreso quienes asumen este cargo y los funcionarios en general del Parlamento, tienen un rol administrativo y de bajo perfil. Y precisamente se caracterizan por no comentar ni referirse públicamente a situaciones que enfrentan con los legisladores ni tampoco dan opiniones políticas.
En la Corporación- y también en la Cámara- son especialmente celosos con eso, y en el juramento que hacen todos los que trabajan ahí, se comprometen a mantener reserva de todo lo que allí ocurre. De hecho, y solo pocas veces, aparecen ante la prensa para explicar asuntos reglamentarios o normativos.
"¿Juráis o prometéis guardar sigilo acerca de lo que se trate en sesiones secretas y de los demás hechos y antecedentes de carácter reservado de que toméis conocimiento en razón de vuestras funciones?", fue la pregunta que Quintana le hizo a Guzmán cuando llegó al Senado y a la que él respondió "si juro".
El ex fiscal del conocido como Caso Bombas llegó al Senado tras participar de un concurso público y luego de pasar por todo el proceso en el que quedó como único nominado para ser ratificado por la Sala. En esa etapa necesitaba de 28 votos para quedar en el cargo y obtuvo
30 sufragios de aprobación, cuatro en contra y siete abstenciones.Tras este impasse con Muñoz no muchos senadores quisieron comentar lo ocurrido. El senador Juan Pablo Letelier (PS) respaldó a su par en la Sala a penas terminó su intervención, mientras que desde la testera el vicepresidente dijo estar "recabando antecedentes".
El trabajo de Guzmán
En tanto, el senador Manuel José Ossandón, que se inhabilitó en el proceso de selección de Guzmán debido a que como fiscal lideraba el caso en su contra en el que era investigado por posible tráfico de inflcuencias y amenazas, salió a dar su opinión ante los medios.
"Yo tengo una muy buena opinión de lo que está haciendo (Guzmán), no comparto para nada lo que ha dicho la senadora Muñoz y creo que ella no tiene la información completa de los antecedentes para tomar la decisión que se tomó", dijo el parlamentario de RN.
El ex candidato presidencial señaló que "yo estoy en un plan y voy a seguir presionando para transparentar lo que pasa adentro del Senado y además para pedir una estrategia de largo plazo de sueldos y ascensos en el futuro para que ésta sea una institución justa y los sueldo que aquí se paguen estén acorde con el sistema público chileno".
Otros senadores consultados por Emol no quisieron hablar de forma pública, pero fuera de micrófono dijeron estar satisfechos con el trabajo que hasta ahora ha realizado Guzmán "pero se equivocó, él no tiene un rol político".
"Él tiene que entender que no es un senador más, tiene que hablar menos", sostuvo un parlamentario agregando que "no creo que se vuelva a equivocar".