Este sábado, se publicó en El Mercurio un extenso análisis del libro "Migración en Chile: Evidencia y mitos de una nueva realidad", que hace una radiografía y devela que los inmigrantes siguen teniendo dificultades para acceder al sistema de salud en Chile.
Cabe recordar que la investigación se basa en datos oficiales de la Casen 2017 y del Ministerio de Salud. En esta, se revela que la probabilidad de que los inmigrantes no hayan tenido cobertura para algún problema sanitario es 271% más alta para ellos que para los pacientes chilenos. Mientras que la percepción de tener una necesidad de atención no satisfecha es 330% más alta que la de los chilenos.
Respecto a la previsión de salud, se asegura que un 18,6% no sabe o no tiene de ningún tipo. Porcentaje que es tres veces superior al de los chilenos, y 65% de los extranjeros se encuentra afiliado a Fonasa. Por lo que se podría interpretar que desde los problemas culturales hasta la regularización de las visas podrían influir en este desconocimiento de parte de los inmigrantes que llegan al país.
Sobre este análisis, desde el Ministerio de Salud señalaron a Emol que en el mismo 2017 –fecha de las cifras que se analizan- se estableció la Política de Salud de Migrantes Internacionales que contemplan una serie de acciones que se han llevado a cabo hasta la actualidad: Atención integral de la salud de población, monitoreo y seguimiento, información de salud, armonización del marco normativo chileno y accesibilidad y aceptabilidad en el derecho a la salud, entre otros aspectos.
Además de esto, desde el ente indicaron que las redes de salud cuenta con el "Programa de acceso a la atención de salud a personas migrantes (PRAPS) que está desplegado en 24 Comunas pertenecientes a los 13 Servicios de Salud con mayor población migrante".
En este programa el Minsal se enfoca en la "capacitación y difusión a funcionarios de Atención Primaria de Salud para reforzar habilidades interculturales, difusión y capacitación en derechos y deberes a la población migrante y el desarrollo de estrategias locales como contratación de mediadores, facilitadores lingüísticos o facilitadores interculturales en APS en coordinación con la red hospitalaria que corresponda a la comuna, actividades comunitarias y de participación social con la población migrante".
Asimismo manifestaron que el derecho a la salud está "resguardado" –independiente a su situación migratoria- y que el acceso a salud de los grupos vulnerables está normado.
Y aseguran que existen instrumentos que permiten el ingreso a Fonasa en tramo A de gratuidad a "aquellos migrantes irregulares que puedan certificar carencia de recursos", explicaron desde el Minsal.
A pesar de estas acciones y políticas - debido al contexto actual, social y demográfico- para el Ministerio "cobra importancia su permanente actualización" y, por esto, recalcan que están trabajando en una "Política y Plan Nacional de Acción de Migración y Salud, en donde se identifican los avances y necesidades de la población migrante, el acceso y atención de salud y uso del sistema y facilitadores y pertinencia cultural. Acceso al seguro público y caracterización al proceso de ingreso como beneficiario".