El Presidente
Sebastián Piñera se refirió al proyecto de ley que busca la protección de los glaciares y que se tramita en el Congreso, señalando que si bien el Gobierno está por cuidar estos espacios, la coexistencia entre los periglaciares y el surgimiento de actividades económicas en esas zonas, es algo que se debe estudiar.
En entrevista con el programa Mesa Central de Canal 13, el Mandatario indicó que se han hecho "caricaturas" en esta materia, añadiendo que "aquí no es blanco y negro".
"Si nosotros tomamos esta idea de que no se puede tocar nada, la mitad de la minería chilena tiene que desaparecer y muchas otras industrias tienen que desaparecer", rebatió.
En ese contexto, indicó que "lo que hacemos nosotros es, vamos a proteger los glaciares, definitivamente sí, de hecho, la ley de glaciares que está en tramitación en el Congreso protege adecuadamente los glaciares".
Pero acotó que "lo que está entorno a los glaciares, si es algo valioso donde hay reservas de agua, donde hay algo que la humanidad necesita, por supuesto que lo vamos a proteger, pero si no es algo valioso y es posible que ese periglaciar coexista con una actividad económica dentro de normas muy exigentes de medioambiente, yo creo que eso es algo que tenemos que estudiar".
Con ello, Piñera recalcó que "la mejor forma de estudiarlo es exigiendo que todo lo que esté cerca de un glaciar o de un periglaciar tenga que pasar por un estudio o evaluación de impacto ambiental".
Además, el Presidente abordó su intención de adelantar el compromiso de la descarbonización en Chile para "antes que el 2040".
Pacto de Escazú
El Mandatario reiteró además sus reparos al tratado medioambiental de Escazú y que Chile aún no ha suscrito, señalando que "en Chile tenemos Ministerio del Medioambiente, Superintendencia, Tribunales ambientales, todo eso en nuestra legislación protege lo que Escazú pretende proteger".
Con esto, acusó que el pacto "establece una cláusula que dice que hay que darle trato preferencial a los países mediterráneos, en nuestro caso pensamos de inmediato en Bolivia. Segundo, lenguaje de Escazú es muy vago, ambiguo, laxo, permite todo tipo de interpretación".
De este modo, Piñera precisó que "yo prefiero que las disputas que tengamos en Chile en materia ambiental se resuelvan en nuestros tribunales ambientales y de justicia, en vez de un panel de expertos de Naciones Unidas que yo no sé a quienes responden".
"Esto significa una cesión de soberanía muy seria y un Presidenta antes de firmar un tratado, porque está de moda firmar todo lo que se ponga al frente, tiene que pensar ¿Es bueno para Chile o no es bueno para Chile?", precisó.
Y si bien, el Mandatario explicó que "no hay posibilidad de hacer reserva (en el tratado), pero sí hay posibilidad de hacer observaciones e interpretaciones. Lo que estamos viendo es cómo hacemos para que esas observaciones e interpretaciones protejan a Chile, para no ser llevado ante tribunales de justicia intencionales en forma arbitraria y especialmente cuando el mismo tratado le da un trato preferencial que no explica en qué consiste a un país vecino como es Bolivia con el cual tenemos muchos conflictos".
El jefe de Estado además recordó que Escazú tampoco ha sido firmado por países como Argentina, México, Colombia, Perú y Paraguay. "Los grande países de América Latina no lo han ratificado", dijo.
"Hay plazo hasta el año 2020 y todos los países serios están viendo cómo afecta su soberanía, cómo afecta sus interés y yo como Presidente de Chile lo digo clara y categóricamente, yo no voy a firmar nunca un tratado que creo que es perjudicial para los intereses de los chilenos", concluyó.
