SANTIAGO.- Si bien durante los últimos años el aeropuerto internacional de Santiago, Arturo Merino Benítez, ha experimentado un fuerte crecimiento tanto en infraestructura como en la cantidad de pasajeros que recibe al año, las proyecciones no parecen del todo favorable, lo cual ha llevado a las autoridades a evaluar construir un segundo terminal.
Según el subsecretario de Obras Públicas, Lucas Palacios, se pretende licitar el estudio para adelantarse a los escenarios de que la demanda siga aumentando, el cual "vale aproximadamente $1.150 millones. Demora 300 días y lo licitaremos en 2020. Es decir, en 2021 ya vamos a tener estudio con el futuro emplazamiento que tendría este aeropuerto (...) para que no nos pille de improviso en el futuro una necesidad de tener ese segundo aeropuerto para la macrozona central", dijo en Radio Pauta.
En esa línea, dos urbanistas conversaron con Emol sobre esta posibilidad, y si bien ambos coinciden en que el aeropuerto debería ubicarse fuera de Santiago, no comparten la misma prioridad respecto al proyecto.
El arquitecto y académico en urbanismo de la UDP, Nicolás Tugas, precisó que por el gran espacio que necesitan estas construcciones, "Santiago no tiene demasiadas localizaciones debido a que está bastante construido por una parte, y por otro lado tiene muchos accidentes geográficos", puntualizando que "no hay demasiados lugares con capacidad para tener un aeropuerto".
Y así coincidió Óscar Figueroa, académico del Instituto de Estudios Urbanos UC: "A estas alturas hay poco terreno apto en Santiago para construir un segundo aeropuerto. La ciudad ha crecido tanto y ha utilizado casi todos los suelos que uno podría pensar que fueran adecuados para un proyecto así", y agregó que "lo mejor que se pensó alguna vez fue en Peldehue (Colina), pero aparentemente las condiciones tampoco son como para tener un aeropuerto que sea efectivamente de calidad".
Condiciones del lugar
"El lugar donde se decida poner un aeropuerto, va a haber un trabajo bien complejo con la comunidad porque el aeropuerto genera un montón de externalidades. Así que no va a ser tan fácil el proceso de lograr aprobar un nuevo aeropuerto, va a ser más bien tedioso", señaló Tugas.
En cuanto al terreno, "lo más importante es superficie liberada. Los aeropuertos tienden a crecer mucho, se van ampliando, necesitan una reserva de suelo bien importante. (...) Hay todo un cono de ocupación del aeropuerto, porque tiene una ruta en la cual no puede haber nada construido".
En ese sentido, Figueroa dijo que hay lugares no tan lejanos que podrían tener condiciones aptas, como Melipilla, o bien, habría que pensar "directamente en lugares más distantes que probablemente tienen alguna condición apta, como lo son Valparaíso y Rancagua".
Mientras, para Tugas, uno de los criterios podría ser la vinculación con otra ciudad, "como podrían ser Rancagua o San Antonio, eso sería más sensato -creo- que buscar dentro del área metropolitana de Santiago", coincidiendo con las propuestas del decano de Arquitectura de la UDD, Pablo Allad, en Radio Pauta.
En cuanto a la conectividad, el urbanista agregó que el uso de trenes debería ser prioritario: "Yo podría tener un aeropuerto por ejemplo en Ventanas, en Talca, o en Rancagua. Y si el tren es eficiente, entonces podría funcionar un sistema de segundo aeropuerto fuera del área metropolitana de Santiago".
Figueroa, además, añadió que otra alternativa es "una buena autopista con capacidad real para atender", y opinó: "Creo que hay que pensar en lugares aptos que debieran estar entre los 50 y 100 kilómetros de distancia, quizás un poco más, de la ciudad, y que en ese caso se debe prever la infraestructura vial para que esto funcione bien".
La necesidad
"Yo creo que Santiago inevitablemente necesita un segundo aeropuerto, porque ya a Arturo Merino Benítez no se le puede sacar más partido", manifestó Figueroa, agregando que también "por un problema también de emergencia, siendo un país donde hay condiciones climáticas -sobre todo en esa zona de Pudahuel- en que hay mucha neblina en algunos casos. Entonces hay cosas que hacen aconsejar tener un segundo aeropuerto".
Además, considera otro factor que podría seguir aumentando la demanda y la necesidad del espacio, que son las líneas low cost, las cuales "buscan operar en aeropuertos que no son los principales".
Sin embargo, Tugas no comparte necesariamente esa visión: "Probablemente el error está en las prioridades, porque habría que preguntarse si, antes de construir un aeropuerto, por qué no mejoramos los trenes".
2020se espera licitar el estudio para descongestionar el aeropuerto de Santiago
"Yo tengo mis dudas con respecto a la prioridad de hacer un aeropuerto, y más en el área metropolitana. Si finalmente mejoramos el tren, esto podría funcionar como Holanda o Inglaterra que hay aeropuertos que están cerca de las ciudades principales, no inmediatamente encima, pero tienes un tren hipereficiente", manifestó.
"Santiago además, es una ciudad que está sumamente contaminada, no tiene viento, ya no está lloviendo, por lo tanto yo sería cuidadoso en meter más elementos que congestionen esta cuenca o este valle en particular. Trataría de descomprimir Santiago y ojalá llevar estas actividades en la cercanía mejorando las redes de conectividad", comentó Tugas.