SANTIAGO.- Dopadas y al interior de botellas plásticas. Así fueron halladas en distintos puntos de país aves exóticas que tenían como fin ser internadas y comercializadas ilegalmente en Chile.
En total se contabilizaron 347 animales -varios en peligro de extinción-, principalmente en la Región Metropolitana. El operativo se llevó a cabo en 2018 en coordinación con Interpol y recibió el nombre de "Thunderstorm". Producto de ello nueve personas fueron detenidas.
En todo el 2018 la policía civil incautó 597 especies exóticas y detuvo a un total de 11 personas.
A poco más de un año del masivo procedimiento, la PDI se mantiene en alerta ante lo que definen como un delito emergente que genera, para quienes están detrás de el, cuantiosas ganancias. De hecho, por una de estas aves se puede pagar cerca de $3.500.000.
Es por ello que durante esta semana se dictó por parte de la Secretaría General de Interpol, radicada en Francia, en coordinación con la PDI el primer curso internacional sobre lavado de dineros enfocado en delitos de vida silvestre, al cual asistieron integrantes de las unidades policiales de lavado de activos y aquellas enfocadas en el medioambiente de Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador, Uruguay y Chile.
Así también, este tipo de ilícitos es uno de los temas anotados para abordar dentro de las próximas semanas en la 88° Asamblea General de Interpol que se desarrollará en Santiago.
En conversación con Emol, el jefe de Jefatura Nacional de Delitos Económicos y Medio Ambiente (Jenadem) de la PDI, prefecto inspector Eduardo Rodríguez-Peña, abordó el fenómeno.
"(El fin del curso) es comparar experiencia y ver la forma de anticiparse; poder generar lazos de comunicación,y coordinación con las policías de la región y así poder reconocer a estos grupos que podrían estar trabajando en Chile".
Prefecto inspector Eduardo Rodríguez-Peña.
"(En el extranjero) se ha establecido que hay organizaciones de narcotraficantes que han cambiado de rubro o bien les interesa tener dentro de su colección especies protegidas. Este trabajo que estamos haciendo busca detectarlas, ver cómo podemos establecer el delito base y también poder proteger las especies que están en peligro de extinción", explicó.
Sin embargo, la situación en el sueño nacional, detalló policía, se mantiene diferente: "Organizaciones como tal no se ha detectado todavía acá, son personas puntuales. Lo que hay que abordar pronto es quién provee, porque alguien sustrae esos bienes y tiene que haber un canal de comunicación".
El prefecto inspector recalcó además la importancia de los trabajos coordinados con otros organismos fiscalizadores, como Aduanas o el SAG, al igual que con sus pares en el exterior.
"(El fin del curso) es comparar experiencia y ver la forma de anticiparse; poder generar lazos de comunicación,y coordinación con las policías de la región y así poder reconocer a estos grupos que podrían estar trabajando en Chile", zanjó.
El fenómeno a nivel mundial
Por su parte, el subprefecto Ernesto León, jefe de la Brigada Investigadora de Delitos contra el Medio Ambiente y Patrimonio Cultural Metropolitana (Bidema), señaló a este medio que a lo largo de la cadena criminal los delitos ambientales pueden configurarse a través de lavado de activos, evasión de impuestos y especies no declaradas.
"Estamos hablando de especies en peligro de extinción y sujetas a regulaciones, con un control de comercialización a nivel internacional (CITES)", precisó.
Así también, relató que a diferencia de Chile, estos ilícitos a nivel global no son emergentes y que son considerados como parte del crimen organizado y transcontinental.
"Muchas regiones están afectadas por este tipo de delitos. Vamos a hablar de países de origen, tránsito y destino", indicó León, agregando sobre los primeros: "Un ejemplo son las especies icónicas que son el marfil y cuernos de rinocerontes, lo que se da en África. En países de América Latina se presenta más el tráfico de especies exóticas como reptiles y aves".
Junto a las defraudaciones, este tipo de ilícitos implican una afectación importante a la flora y fauna mundial, especialmente de aquellas especies en peligro, debido a los descuidados mecanismos que se utilizan para el tráfico.