Metro de Santiago (imagen referencial).
El Mercurio
SANTIAGO.- Molestia ha provocado en los vecinos del Parque Araucano, en la comuna de Las Condes, el anuncio de una estación para la Línea 7 del Metro de Santiago. Incluso, los residentes organizaron una manifestación para este sábado esperando evitar que el proyecto pase por el sector, ya que según acusan, atraería a delincuentes.
Mientras, el alcalde de la comuna, Joaquín Lavín, también busca evitar la construcción de la estación dentro del parque para resguardar las áreas verdes, pidiendo que se corra algunos metros. Sin embargo, no comparte la visión de los vecinos sobre la delincuencia, ya que considera que el metro es fundamental para la ciudad y para personas de otras comunas que trabajan en Las Condes.
Ante la queja de los vecinos, la empresa Metro S.A. respondió que, "en referencia a lo señalado por algunos vecinos del Parque Araucano, tenemos la convicción que uno de los beneficios que aportan los proyectos de Metro es precisamente la equidad social. Por ello, uno de los objetivos de las nuevas líneas es facilitar que miles de personas puedan acceder a lugares que antes les quedaban lejos o era difícil de llegar".
La empresa agregó que, además, este proyecto permitirá que "más familias puedan disfrutar de otros sectores de Santiago en menos tiempo", lo cual "mejora la calidad de vida y contribuye a una mejor ciudad", aseguró.
Consideraciones de los vecinos
Según informó Metro, el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) acogió la solicitud de construir la Línea 7 el 27 de junio pasado, proyecto que contempla 19 estaciones a lo largo de 26 kilómetros que, según espera, esté funcionando para el año 2026.
La empresa aseguró que el proceso ha considerado evaluaciones de distintos organismos competentes en materia ambiental, "así como la presentación del proyecto a la comunidad mediante las Participaciones Ciudadanas (PAC) comunales, cuyo propósito es clarificar dudas y recoger inquietudes o sugerencias de los diversos actores relacionados al proyecto".
Además, la empresa explicó que en este último proceso se consideran las observaciones que han manifestado los distintos municipios involucrados y otros organismos, y que luego "el SEA remite a la empresa dependiendo de la pertinencia ambiental que dichas observaciones tengan en relación al proyecto".
Así, "una vez que concluya el proceso y luego de evaluar las observaciones, Metro debe responder formalmente en las instancias correspondientes, tal como establece la reglamentación medioambiental, y como ha sido con todos los proyectos de nuevas líneas de Metro".