Un grupo de académicos de la Universidad de Chile condenaron este viernes la agresión que sufrió la alumna de Trabajo Social, Polette Vega, el pasado 24 de septiembre mientras se encontraba en plena sala de clases del campus Juan Gómez Millas.
En el episodio, la estudiante -militante de la Centro Derecha Universitaria- fue encarada por algunos compañeros que rechazaban su presencia en el aula, y quienes incluso le lanzaron un vaso de agua para exigir su salida de la sala.
"Rechazamos los actos de intimidación y agresión que ha denunciado la estudiante de Trabajo Social Polette Vega, los cuales se originarían en su adhesión a ideas de derecha. Ello nos parece especialmente repudiable porque somos una comunidad democrática en la cual todas las ideas políticas, ideológicas y concepciones religiosas tienen cabida y es un deber de estas aprender a convivir entre sí", señala el comunicado, firmado por 16 docentes de la casa de estudios, entre ellos, la ganadora del Premio Nacional de Periodismo 2007, Faride Zerán, y el ganador del Premio Nacional de Ciencias Exactas del mismo año, Miguel Kiwi.
En el escrito, los suscriptores se definen como "académicas y académicos provenientes de sensibilidades de izquierdas, parte de una generación que fue asesinada, torturada y exiliada precisamente por profesar ideas que resultaron intolerables para una derecha que además quemó libros, cerró universidades y persiguió a sus comunidades por pensar diferente".
Por lo mismo subrayaron que "la convivencia plural es una de las principales fortalezas de la educación pública", y que "en la Universidad de Chile todas las ideas democráticas tienen cabida y ninguna debe sentirse menoscabada o intimidada para expresarse".
"Valoramos los esfuerzos que hoy se realizan desde la universidad y desde el campus Juan Gómez Millas para fortalecer un sentido de comunidad y erradicar toda forma de violencia", puntualiza el comunicado.
Por otro lado, los académicos denunciaron una "campaña de desacreditación de la educación pública", y acusaron que algunas personas "se esfuerzan por proyectar la imagen, tanto en la educación escolar como universitaria, de instituciones en crisis, intolerantes y presas de la violencia".
"Llamamos a estar alertas ante esta campaña de desacreditación de la educación pública, así como a cuidar y fortalecer las instituciones educativas públicas y a la Universidad de Chile, y a ser ejemplo de pluralismo, de valoración de nuestra diversidad y de respeto a la libre expresión de todas las ideas de estudiantes, funcionarios y académicos", concluye el escrito.