SANTIAGO.- "De los menores de 18 años y mayores de 14 que cometen delitos, un tercio están entre los 14 y los 16, y dos tercios están entre los 16 y 18 años", afirmó este lunes el Presidente Sebastián Piñera al referirse a uno de los proyectos emblemáticos de su segunda administración, que enfrenta una semana clave: el control preventivo de identidad a adolescentes.
La iniciativa fue presentada al Congreso a fines de marzo, como una modificación a la ley instaurada en 2016 que extendería la edad de aplicación a aquellos menores de edad que superaran los 14 años y permitiría también efectuar registros en bolsos o mochilas y al interior de automóviles. La idea fue criticada por organismos como la Unicef y la Defensoría de la Niñez.
En septiembre, el proyecto fue aprobado en la Comisión de Seguridad Ciudadana de la Cámara con los votos de los diputados DC, Daniel Verdessi y Miguel Calisto, quienes solicitaron aplicar la medida sólo a partir de los 16 años, la edad que corresponde a la responsabilidad penal por falta.
Hasta ahora, en la discusión ha abundado la polémica: mientras en la oposición existe rechazo a ampliar la medida a menores de edad en lo absoluto, el oficialismo ha expresado su molestia ante la intención del Gobierno de aceptar los 16 como edad de consenso en lugar de seguir abogando por los 14 años.
Tras casi siete meses de tramitación y ocho urgencias Sumas, el proyecto será debatido este martes y miércoles en la Sala y se decidirá su despacho al Senado. Si se acuerda reducir las intervenciones, podría pasar a su siguiente trámite incluso el primer día.
El flanco derecho
"Si ustedes me preguntan qué es lo que creo necesario: mayores de 14 años. Porque cuando un niño entre 14 y 16 años comete un delito y no hacemos nada, estamos haciendo doble daño: a la sociedad, porque no la protegemos de ese delincuente; y al niño, porque no le damos la posibilidad de rehabilitarse", afirmó también el Presidente en Cooperativa.
Con ello respondía a una disyuntiva que hoy enfrenta el Gobierno: la edad que se está debatiendo no fue la propuesta por el oficialismo, pero fue aceptada por la administración de Piñera. La molestia abunda en RN, donde su presidente y miembro de la Comisión de Seguridad de la Cámara, Mario Desbordes, ha criticado que "defender el control preventivo de identidad de 14 años no sea tan importante como fue defender la integración para las grandes empresas".
"Uno no hace lo que quiere (...) Si la decisión final es de 16 hacia arriba o nada, obviamente que yo optaría por 16 hacia arriba"
Sebastián Piñera
"Uno no hace lo que quiere", insistió el Mandatario. "Si la decisión final es de 16 hacia arriba o nada, obviamente que yo optaría por 16 hacia arriba", añadió, mencionando que los 14 años serían su preferencia si él "pudiera elegir". No obstante, RN ya anunció que presentará una indicación para reponer los 14 años como edad.
En ese contexto, el ministro del Interior, Andrés Chadwick, solicitó a los diputados oficialistas dejar atrás sus aprensiones y aprobar el proyecto. "Podríamos quedarnos sin ningún avance en esta importante materia y es nuestra responsabilidad como Gobierno lograr los entendimientos que nos permitan avanzar", afirmó, según consigna El Mercurio.
"16 años no es lo que hubiésemos querido, pero es mejor de lo que tenemos actualmente", siguió. "Espero que quienes tengan alguna duda puedan reflexionar y crean, al igual que lo hacemos nosotros, que el proyecto que se va a votar en la Sala es un avance", agregó.
La UDI, por su parte, confía en que se pueda modificar la edad a través de una ley corta. "Obviamente a nosotros nos habría gustado que fuera a partir de los 14 años, pero cuando uno es minoría en el Congreso debe buscar acuerdos, y este acuerdo con la DC nos permite aprobar el proyecto, que contiene una herramienta importante que las policías necesitan", dijo el diputado Jorge Alessandri.
El flanco izquierdo
Además del conflicto dentro del oficialismo por la concesión realizada con los 16 años, en el sector contrario el rechazo es todavía mayor: existe una cerrada oposición a la idea de ampliar la edad de control por debajo de la mayoría de edad.
"Si quieren aumentar responsabilidades penales a niños y niñas de 14 años, ¿van a aumentar también derechos civiles? El 99% no participa en hechos delictuales, tienen opinión y hasta propuestas legislativas, pero no tienen derecho a participación real y voto. ¿Los niños primero?", planteó la diputada Camila Vallejo (PC), integrante de la comisión, en marzo.
Una vez que el proyecto pasó a la Cámara, también fue criticado por la diputada RD, Maite Orsini. "Se amplía a 16 años una facultad totalmente ineficiente a los 18, 20 y todas las edades, vulnerando derechos de niños, niñas y adolescentes, con oídos sordos a todos los expertos, incluida Unicef, y omitiendo compromisos internacionales de DDHH", dijo.
En efecto, Unicef emitió su rechazo a la idea apenas fue anunciada. "Contraviene los principios de la Convención sobre los Derechos del Niño y de otros tratados internacionales suscritos por Chile", aseguró. La organización afirmó que espera que en la discusión "se desestime la incorporación de los menores de edad".
Lo mismo hizo Paz Ciudadana, cuyo director ejecutivo, Daniel Johnson, aseguró que la idea de que los jóvenes cometen más delitos "es una percepción y no es realidad". "Es un proyecto que nunca ha tenido demasiado relato, porque los delitos que son cometidos por jóvenes son en general bajos y han ido evolucionando a la baja", dijo a Radio Universo en mayo.
La defensora de la Niñez, Patricia Muñoz, también ha sido tajante en criticar la iniciativa, que espera que "nunca llegue a ser ley". "Cuando hablamos de la posibilidad de restringir derechos humanos por parte del Estado, ello exige ciertos requisitos: tienen que ser medidas idóneas, necesarias y proporcionales, y ninguna de esas características se da en el caso de este proyecto", dijo a Emol.
Un proyecto polémico
Antes de la discusión con respecto al límite etario, el proyecto ya había recibido fuertes críticas. "El control de identidad preventivo produce resultados mucho más bajos que el control de identidad investigativo; es casi la mitad de los resultados", explicó en CNN el presidente ejecutivo de Espacio Público, Mauricio Duce.
"Si yo quiero encontrar a una persona con una orden de detención pendiente, tengo que hacer 56 controles preventivos, en cambio los investigativos son solo 28", aseguró. "Lo que hace esta ley más bien es dar un incentivo a la policía para que ocupe el control más ineficiente, y eso significa un desgaste de recursos policiales".
"De aprobarse, ya hemos establecido contacto con los organismos internacionales en materia de DD.HH. por los eventuales requerimientos que podamos realizar. Su aprobación implicaría un retroceso significativo de parte del Estado chileno"
Patricia Muñoz
Por su parte, la académica de la U. de Santiago, Lucía Dammert, criticó un eventual sesgo clasista. "Lo discrecional está lleno de prejuicios y de discriminación", afirmó. "El día que tengamos control de identidad en la puerta de los colegios donde van los hijos de la elite, con las formas y procesos como se realiza en otras zonas, se acabará con la idea de que sirve para algo", añadió.
Según datos a los que Emol accedió por Transparencia en marzo, solo 2% de los controles preventivos realizados por Carabineros en los últimos dos años implicó una detención, a pesar de que las fiscalizaciones aumentaron en un 57% entre 2017 y 2018.
Por otra parte, el Presidente defendió la eficiencia de la medida al presentar al Congreso las modificaciones solicitadas en términos de edad. A pesar de que reconoció el porcentaje de detenciones, destacó que los reclamos presentados en ese periodo fueron inferiores a un 0,001%.
Las modificaciones al proyecto serán discutidas en la Sala este martes y miércoles. Al no contener artículos de la Ley Orgánica Constitucional, la aprobación de la iniciativa requiere solamente de mayoría simple de los presentes para su aprobación y paso a un segundo trámite en el Senado.