La centro izquierda y su reacción ante la convulsión social: Cinco controversias opositoras durante la crisis

SANTIAGO.- "Los partidos de la centro izquierda y su reacción ante la convulsión social y los actos de violencia: 5 controversias opositoras durante la crisis". Así se titula una nota que El Mercurio publicó en su edición de este miércoles, en la que se ahonda en las dificultades que han debido enfrentar los sectores de izquierda en medio del estallido social.

"Si para el Gobierno el estallido social ha implicado una fuerte tensión al interior de sus filas, para los sectores de izquierda la agitación en las calles también ha significado dejar en evidencia visiones contrapuestas en torno a la evasión masiva, la condena a la violencia, el diálogo con el Ejecutivo y la necesidad o no de la presencia militar para resguardar el orden público" añade la publicación escrita por el periodista Gabriel Pardo.

Uno de los episodios que mayor polémica ha generado al interior de la propia oposición y en redes sociales fue la presencia del diputado Gabriel Boric (Convergencia Social) y del alcalde comunista Daniel Jadue increpando a carabineros y militares en las calles, en medio de las protestas.

Una vez decretado el estado de emergencia por parte del Gobierno, los uniformados —de acuerdo al mandato legal— deben custodiar las calles y resguardar el orden público, por lo que, mientras algunos ciudadanos apoyaron su postura, otros criticaron que estaban incitando a la violencia.

"¡No pueden estar los militares en la calle!", les gritaba Boric en la cara a un grupo de militares en el centro de Santiago, los que se mantenían en silencio sin responderle, mientras a unas cuadras se sucedían desmanes y quemas de buses del Transantiago.

Por su parte, Jadue increpó a un grupo de carabineros en medio de las manifestaciones en Plaza Italia: "Ustedes tienen pensiones la raja. Ustedes tienen un sistema de salud para toda su familia. Queremos lo mismo que ustedes".

Días después puso en duda una acción de Carabineros —en la que se mostraba un video donde subían especies a un vehículo policial— y se preguntaba qué diría el Gobierno después de condenar la delincuencia.

Pero le respondió la intendenta metropolitana, Karla Rubilar, aclarándole que eran artículos recuperados por Carabineros en Quilicura luego de un saqueo.

Cuando se iniciaron las evasiones masivas en el metro, miembros del Frente Amplio y del PC comenzaron a acuñar que esas acciones —que más tarde se convertirían en destrozos, ataques a funcionarios del sistema y quemas— eran parte de la "desobediencia civil".

La bancada del Partido Comunista planteó: "Respaldamos las llamadas evasiones masivas convocadas y desarrolladas por estudiantes y ciudadanos ante el alza de la tarifa del Metro de Santiago. Son acciones legítimas de desobediencia civil".

En el mismo sentido, el diputado Gabriel Boric señaló "no condeno las evasiones del metro, porque gracias a lo que hicieron los estudiantes, hoy en día estamos discutiendo este tema".

Lo mismo hizo la excandidata presidencial del Frente Amplio, Beatriz Sánchez, respaldando la evasión masiva.

Sin embargo, desde la DC, el exintendente metropolitano Claudio Orrego planteó "una cosa es manifestarse libre y pacíficamente por lo que uno cree justo, y otra muy distinta es afectar el funcionamiento de una de las empresas públicas orgullo de los chilenos, y el desplazamiento de miles de santiaguinos".

Mientras que el senador PPD Felipe Harboe dijo sobre la evasión masiva que era una "expresión millennial inaceptable (…). Quieren todos los derechos y ningún deber. La vida en sociedad no funciona imponiendo visiones por la fuerza o amedrentando".

El presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, dijo en medio de la crisis social que el Presidente Piñera "está renunciando a gobernar, porque gobernar significa acoger las demandas de la ciudadanía". También lo acusó de escudarse en los militares y agregó que "si no tiene capacidad de gobernar, lo mejor sería que renunciara y llamara a nuevas elecciones ahora y que el pueblo, con el sentimiento que tiene hoy día, elija a un nuevo gobernante".

A ello se suma que parlamentarios del PC como la diputada Karol Cariola usan en redes sociales el hashtag #PiñeraRenuncia.

Sin embargo, el senador y expresidente de la Cámara Alta Guido Girardi (PPD) cuestionó los dichos de Teillier. "No comparto la postura de pedir la renuncia del Presidente. Más allá de todas las diferencias que tengo con Piñera, fue electo por la ciudadanía", dijo.

También desde los partidos oficialistas han criticado las declaraciones del PC. "Cuando se le pide la renuncia al Presidente, se pide terminar con el sistema democrático, eso es muy fuerte, es algo que ha costado mucho construir", ha dicho el senador UDI Juan Antonio Coloma.

Al interior de La Moneda sostienen que el Partido Comunista busca desestabilizar la acción del Gobierno y advierten "una campaña" basada en pedir la renuncia del mandatario, cuestión que no ha sido planteada por otras fuerzas políticas en el Parlamento.

Tanto desde el Frente Amplio como del Partido Comunista criticaron de plano la declaración de zona de emergencia y toque de queda que implicó la salida a las calles de contingente militar para controlar el orden público luego de la masiva quema de estaciones de metro, saqueos y vandalización de propiedad pública y privada.

"La respuesta no es sacar a los militares a la calle y suspender la democracia", decía cuando comenzó la medida la excandidata presidencial del Frente Amplio, Beatriz Sánchez.

A ello también se sumaban la diputada Maite Orsini y su par Giorgio Jackson.

Mientras que el alcalde Jorge Sharp, del FA, parecía reclamar presencia militar en Valparaíso: "Los militares no están deteniendo los saqueos y los incendios".

Desde la ex Nueva Mayoría, el senador PPD Ricardo Lagos Weber mostraba un claro matiz respecto de declaraciones como las de Jackson.

"No nos gusta la presencia militar, pero entendemos que un sector de la población se siente más segura", afirmaba Lagos Weber.

"Nadie quiere tener militares en la calle, pero necesitamos que se establezca la normalidad en las ciudades. Hay que ir bajando la intensidad del Estado de Emergencia y sacar a los militares de la calle", reconocía ayer a la salida de La Moneda el presidente de la Democracia Cristiana, Fuad Chahin.

En tanto, Felipe Harboe (PPD) ha defendido la presencia militar para mantener la seguridad y la tranquilidad de la población.

Se vio llegar ayer a La Moneda caminando a tres presidentes de partidos de la oposición: Heraldo Muñoz (PPD), Fuad Chahin (DC) y Carlos Maldonado (PR).

La oposición había sido convocada para discutir sobre un plan de medidas concretas que serían anunciadas para aliviar la crisis social.

Los presidentes de los tres partidos escucharon al mandatario y también plantearon críticas. Muñoz habló luego de la reunión de la necesidad de un cambio de gabinete y pidió pronunciamientos claros sobre los muertos vistos en los últimos días; Chahin dijo que "tenemos que tomar medidas que nos duelan" como limitar la reelección y la baja de remuneraciones en parlamentarios. A lo que Maldonado agregó "solicitamos el retiro inmediato de la reintegración (en la reforma tributaria) y un aumento de impuestos a los sectores de mayores ingresos".

Sin embargo, llamó la atención la ausencia del presidente del Partido Socialista, Álvaro Elizalde, que había sido convocado, y también de la presidenta de Revolución Democrática, uno de los partidos del Frente Amplio que asistirían a la cita.

La presidenta de RD, Catalina Pérez, había señalado la jornada anterior que "en un Chile conmocionado es urgente hacerse cargo de las propuestas de fondo", pero finalmente se restaron.

El Partido Comunista, que llamó a la renuncia del mandatario, no fue convocado, y su presidente, Guillermo Teillier, dijo irónicamente "¡qué bueno! Porque no iríamos en estas condiciones".