SANTIAGO.- "Es verdad que los problemas se acumulaban desde hace muchas décadas y que los distintos Gobiernos no fueron ni fuimos capaces de reconocer esta situación en toda su magnitud. Reconozco y pido perdón por esta falta de visión".
De esa forma, el
Presidente Sebastián Piñera pidió anoche perdón al país, en medio de la crisis social que se vive en distintas regiones y que ha estado marcada por manifestaciones pacíficas, peor también por una serie de disturbios que el Gobierno ha buscado contener decretando Estado de Emergencia y aplicando toque de queda en varias ciudades.
Pero a cinco días de la crisis, el Mandatario propuso una agenda social con la cual busca dar respuestas a las demandas de la ciudadanía, a la vez que se produjo un punto de inflexión en el lenguaje usado hasta ahora.
Cambio de tono
Es que las palabras utilizadas el domingo en la noche por el Presidente habían generado molestia en sectores como la oposición, luego de que señalara que "estamos en guerra contra un enemigo poderoso". Incluso en el propio oficialismo, algunos dirigentes en privado afirmaban que no era el momento para esa frase y que se debía aclarar.
Declaraciones que al día siguiente fueron matizadas por Piñera, quien reconoció que durante los últimos días "he hablado duro, compréndanme, lo hago porque me indigna ver el daño y el dolor que esta violencia y delincuencia provoca".
El cambio de tono fue evidenciado desde el mismo Gobierno y había quienes aseguraban que era lo correcto. "El Presidente ha sido muy claro, ustedes lo escucharon en un tono diferente, en una forma muy clara, y en ese sentido entendemos que esto no es volver atrás a la normalidad", precisó la intendenta,
Karla Rubilar.
Pero este giro del Mandatario también iba aparejado con un intento de dar señales de normalidad. Así fuentes de Palacio comentaban que el diseño elaborado por la Secom apuntaba además a sacar a los ministros de La Moneda y desplegarlos en la calle. De hecho, las vocerías sectoriales que se habían realizado en Palacio cada jornada, se reemplazaron por pautas individuales en otros lugares.
El paso a paso de La Moneda
Y si bien los primeros días estuvieron dedicados a la seguridad, el martes el Gobierno decidió dar pasos en materia política y llevar adelante un plan que hace días estaban trabajando al alero del titular de la Segpres, Gonzalo Blumel, quien fue el encargado de hacer los contactos con los partidos políticos.
Así en la tarde Piñera encabezó una reunión con el PPD, el PR, la DC y los partidos de Chile Vamos. Cita de la cual se restaron el PS, el PC y las tiendas del Frente Amplio, ante lo cual el Gobierno aseguró apertura al diálogo, llamándolos a reflexionar.
De esta forma y tras haber recogido las posturas de los partidos, alcaldes y los poderes del Estado, el Mandatario presentó anoche una "agenda social" para enfrentar la crisis. Batería de medidas que en los últimos días estuvo trabajando en rondas con sus ministros y que incluirán medidas administrativas, pero también trabajo legislativo.
US$1.200es el valor del paquete de medidas anunciada anoche por el Presidente de la República.
En el Ejecutivo comentan que éstas serán el "puntapié inicial" para responder a las demandas ciudadanas, siendo las primeras propuestas entregadas por Piñera a las que más adelanta se sumarán más.
Asimismo, en el Gobierno reconocen que estas iniciativas también alterarán su agenda en el Parlamento e incluso dejarán relegado el cumplimiento del programa. Al mismo tiempo que obligan al Ejecutivo a transar en varias materias, con el fin de lograr el apoyo de la oposición.
Paralelamente, algunas voces en Chile Vamos aseguran que esto debe complementarse con un cambio de gabinete, ajuste que dé un nuevo aire al Gobierno y traiga liderazgos distintos que se hagan cargo de las carteras que han tenido debilidades en estos días.