SANTIAGO.- Este lunes, la expectación en torno a lo que el Presidente Sebastián Piñera dijera en su instancia diaria de comunicación con el país era grande. 24 horas antes, el Mandatario había afirmado que Chile estaba "en una guerra contra un enemigo poderoso", cerrando así un fin de semana convulsionado como la historia reciente chilena nunca había visto.
"Hemos vivido días muy tristes y difíciles. Reconozco y valoro el derecho de todos los chilenos y chilenas a manifestarse pacíficamente (...) Pero una cosa muy distinta es la brutal violencia y destrucción que han desatado pequeños grupos de delincuentes", dijo cuando empezó a hablar.
Sus palabras se parecían a las emitidas el día sábado. "Estas semanas los chilenos hemos vivido días tristes y difíciles", dijo ese día. "Todos los ciudadanos tienen derecho a manifestarse pacíficamente y comprendo, además, que tienen buenas razones para hacerlo. Pero nadie, nadie tiene derecho a actuar con la brutal violencia delictual de aquellos que han destruido, incendiado o dañado".
Cuando terminó su discurso, una frase se volvió Trending Topic en Twitter: "No dijo nada". "El lunes había una expectativa de anuncios, corrió el rumor de que iba a haber cambio de gabinete, y por eso la vocería del lunes fue particularmente frustrante", explica a Emol el director ejecutivo de Espacio Público, Daniel García.
En el centro de estudios, realizaron un análisis a los cinco discursos emitidos por el Mandatario desde el comienzo de la crisis social que atraviesa el país, y tienen algunas conclusiones. "Los primeros cuatro días, hizo poco o nada por transmitir calma: transmitió mucha más inseguridad", afirma. "Pero ayer habló en una línea en la que por primera vez hace ver la posibilidad de una salida del conflicto".
Discursos que "parecían más un reporte de Onemi"
En su primera declaración en la madrugada del sábado, cuando anunció el Estado de Emergencia, las palabras más usadas por el Presidente fueron "compatriotas" (7 veces), "Chile" (5 veces), "ciudad" (5 veces) y "Santiago" (5 veces). El sábado continuó con un foco nacionalista, al que sumó "familias" (8 veces).
En tanto, los siguientes dos días apareció el concepto "fuerzas", vinculado a la policial y militar, un total de ocho veces, y ese lunes, el más utilizado fue "violencia", con nueve menciones, y también dijo seis veces la palabra "daño".
"El efecto que pudieron haber causado fue el de transmitir inseguridad o incitado a algunos a salir a la calle, pero no aplacó el caos. Fueron vocerías no constructivas"
Daniel García
"El Presidente tuvo una vocería muy errática los primeros cuatro días, con un claro foco en lo que era el reporte de daños y de hechos de violencia. Parecía más un reporte de Onemi, con algunos llamados a las familias a la calma o a replegarse, pero en un contexto de informaciones de hechos de violencia", cuenta García.
"Es súper llamativo que en los primeros cuatro días no hubo una sola referencia a las causas. Eso no es una falta de énfasis, es algo que parece ser deliberado: hay una intención de no hablar de las causas", añade. Dice, además, que existe la sensación de que "el foco a la violencia fue tan marcado, que efectivamente fueron discursos que no parecieron naturales".
Hubo, a su juicio, "una estrategia de vocería errada". "Estamos en un momento de crisis muy tenso, donde todos podemos cometer errores. El efecto que pudieron haber causado fue el de transmitir inseguridad o incitado a algunos a salir a la calle, pero no aplacó el caos. Fueron vocerías no constructivas", asegura. "Pero se corrigió, y se nota".
El giro del martes
La noche de este martes, cuando anunció un paquete de medidas a las que llamó Agenda Social, el Presidente repitió ocho veces el concepto "social", siete veces la palabra "agenda" y seis veces "seguridad", sumado a cinco menciones a "Congreso".
"El tono fue completamente distinto ayer y el Presidente mismo lo reconoció. Pidió disculpas. Si revisas la nube de palabras de ayer, es un discurso que no se parece en nada a los de los días anteriores: sí está centrado en las causas y en una agenda de futuro", dice García.
A su juicio, denota además que la agenda muestra atisbos de "entender las causas". "Es un tono que busca calmar una situación que es difícil. Todos sabemos lo que está ocurriendo: estamos en Estado de Emergencia, con militares en las calles... es necesario que transmita calma", opina.
Asegura también que la vocería del martes "parece estar mucho más en sintonía con las conversaciones que todos nosotros estamos teniendo en estos días". "No sabemos si será suficiente, pero está en la dirección en que uno pensaría que está la salida", concluye.