Matadero Franklin y La Vega: Cómo están funcionando y qué productos son los más demandados en medio de la crisis

SANTIAGO.- "¿Tiene harina?" es la pregunta que más se repite al interior de La Vega Central. Son cerca de las 09:00 horas del día miércoles 23 de octubre, el quinto día de crisis social en Chile, y cientos de personas han decidido abastecer sus hogares en uno de los centros de comercio más reconocidos de la capital.

La calle Dávila Baeza, entre Av. Recoleta y Salas, concentra gran afluencia de vehículos que buscan un estacionamiento para bajar con bolsas y carros a comprar. Pero al interior del galpón de La Vega todo parece organizado, la gente respeta las filas y se arma de paciencia para consultar por los productos que le hacen falta.

"¿Le llegó la leche?", pregunta una señora de la tercera edad a las afueras del local Quesos Arturito, hasta donde incluso llegaron clientes con carros para trasladar sus compras.

A diferencia de lo que algunos han postulado en televisión, tanto La Vega como el Matadero Franklin están lejos de ser centros donde solo se venden verduras o carne, respectivamente. Hace ya varios años que los locatarios diversificaron sus mercados con productos que van desde el papel higiénico hasta comida para mascotas, y que facilitan a los compradores el encontrar "de todo" en un solo lugar.

Si bien la mayoría de los puestos venden marcas de acceso económico, también están los que han apostado por los "productos de marca" que harta demanda logran en las cadenas de supermercados. Pero a diferencia de sus colegas, estos comerciantes no han experimentado grandes variaciones en sus ventas, ya que, según ellos mismos cuentan, son las tiendas de abarrotes los que presentan mayor demanda.

"En particular a mí me ha ido normal, he incluso menos que normal porque la mayoría de mis clientes son vendedores de sushi, y como hay toque de queda ellos no pueden abrir", comenta a Emol Iván Maturana del local Ivy, y añade que, según lo que ha presenciado, "en medio de la crisis la gente anda buscando productos básicos, y los que lo tienen aquí lo han vendido todo".

Local Ivy de La Vega. Foto: Emol

Misma impresión tiene Miguel Olivares, dueño del local Rincón Gourmet, quien cuenta que lo que más le han pedido son los abarrotes como fideos y aceite, "los productos básicos". "Los abarroteros están colapsados, ha llegado mucha gente que no venía antes", asegura. En relación a los precios, afirma que son "más competitivos que un supermercado", y que al menos él ha optado por no incrementarlos.

Jorge, del puesto Pollo Hugo, resalta que la venta ha sido "fabulosa" y que es algo que "no se veía hace muchos años". De acuerdo a sus palabras, y por lo que pudimos presenciar, la gente ha estado tranquila al momento de concretar sus compras y ha privilegiado llevar variedad de carne en lugar de un solo tipo de producto. Pero el favorito por lejos ha sido el pollo, un producto que se ve con algo de escasez al interior de este recinto y también por los pasillos del Matadero Franklin.

Manuel Huerta, del local 680, compara la demanda actual con lo que viven a fines de año, por todas las "personas nuevas" que se dejan ver en sus pasillos.

"La gente me ha pedido todo lo que no es perecible; el arroz, el aceite, el azúcar, el fideo que se ha ido harto y de los que no nos hemos podido abastecer por el tema de las manifestaciones que hacen que no lleguen los transportistas", resalta Manuel, incluyendo además al papel higiénico y los productos del aseo como los favoritos de la gente en estos últimos tres días.

Constanza Cárdenas, compradora que se trasladó desde Renca a Recoleta, cuenta que decidió llegar a La Vega porque los pequeños negocios de su barrio ya cerraron. "Vine a buscar lo que no se pudo encontrar en la feria, como la levadura, el queso, el jamón. Vamos a llevar arroz y toallas higiénicas porque no sabemos cuándo se van a reabastecer los negocios del barrio y tampoco sirven los supermercados, que ahora allá no hay", detalla.

Local Marenpaz, uno de los que presentaba mayor afluencia en La Vega Central este miércoles debido a que aún tenía harina a la venta. Foto: Emol

Respecto a la cantidad que llevará, y al igual que otros dos compradores a quienes les consultamos, no llevarán "tanto" porque saben que "hay otras personas que también lo van a necesitar".

El ambiente en el Matadero Franklin

En los pasillos del Matadero Franklin se ve más gente de lo normal en un día de semana. La afluencia de público es comparable a lo que se ve un día sábado de fin de mes, pero los locatarios parecen estar preparados y con sus despensas a tope.

El local 111 del galpón principal, uno de los que cuenta con mayor variedad de productos –café, té, cecinas, quesos, harina, aceite y productos enlatados son los que se ven con facilidad en sus estantes-, es el que presenta las filas más largas en el Matadero. Mientras tanto la gente, con sus números en mano, hace espacio en sus carros.

Margarita, de la comuna de Macul, visita por primera vez el Matadero y este local para buscar harina y un poco de verdura, pero se ha visto decepcionada por lo que califica "un abuso" ante el incremento de precios, sobre todo de lo perecible. "Un kilo de plátano está a $1.000 cuando la semana pasada lo estaba comprando a $650 en mi feria", dice, al mismo tiempo que valora que existan este tipo de lugares donde "no hay tantas filas como en los supermercados que están abiertos".

Las carnicerías y por sobre todo las avícolas, también presentan un número importante de clientes que se arman de paciencia alrededor de las vitrinas. Ha sido tanta la demanda, dicen los vendedores, que incluso algunos decidieron bajar sus cortinas antes de mediodía de este miércoles por falta de productos.

Pero el cierre de locales es una situación aislada y la mayoría de ellos ha decidido mantener abierto desde las 08:00 horas hasta las 15:00 horas aproximadamente, tres horas antes de su horario de cierre normal para favorecer el traslado de los trabajadores por el toque de queda.

Misma situación ocurre en La Vega, quienes no han podido abrir en su horario de siempre (04:00 horas) y deben cerrar cerca de las 15:00 o 16:00 horas.