El
25 de octubre de 2019 quedará escrito en los libros de historia de Chile: millones de personas de distintas ciudades del país salieron a las calles para protestar y expresar sus demandas, en la que fue la séptima jornada de movilizaciones desde que estalló la crisis social la semana pasada.
Pero, sin dudas, el hecho más representativo de esta jornada ocurrió en Plaza Italia, en pleno corazón de Santiago, donde se congregó la movilización más masiva desde el retorno a la democracia. Fueron al menos un millón 200 mil personas las que se reunieron y que dieron vida a una multitudinaria marcha, que llenó de colores las calles de la capital.
Fue tanta la gente que arribó al sector de Baquedano que la movilización se extendió además por Parque Bustamante, Pío Nono, Santa María, Parque Forestal y la Alameda, donde la multitud llegó incluso hasta la altura de Santa Rosa.
Imágenes aéreas del centro de Santiago dieron cuenta de la masividad de la marcha, que durante horas se desarrolló con completa tranquilidad y sin mayores incidentes ni desórdenes. De hecho, también se realizaron diversas expresiones artísticas y conciertos al aire libre.
Algunos incidentes aislados que ocurrieron al final no mancharon el trámite general de la protesta -como los intentos de quemar el Metro Baquedano de un grupo de encapuchados o el saqueo que sufrió un supermercado Unimarc-, ya que la gran mayoría de las personas se manifestaron de forma totalmente pacífica.
1 millón 200 milpersonas participaron de la marcha según Intendencia
"La multitudinaria, alegre y pacífica marcha de hoy, donde los chilenos piden un Chile más justo y solidario, abre grandes caminos de futuro y esperanza", señaló el Presidente Sebastián Piñera en su cuenta de Twitter, junto con asegurar que "todos hemos escuchado el mensaje. Todos hemos cambiado".
Las palabras del Mandatario reflejan lo que tanto el mundo político como la población concluyeron en medio de la jornada: que el grito de las calles marcará un antes y un después en nuestra sociedad, que ya lleva siete días reclamando contra un modelo que, según acusan, desde hace décadas está lleno de abusos.
Lo que surgió como un reclamo aislado de un grupo de estudiantes secundarios por el alza del pasaje del transporte público escaló hasta su punto más alto este viernes cuando personas de todos los estratos, edades y pensamientos se unieron en la plaza que marca las divisiones y desigualdades de un país.
Movilizaciones desde temprano
En la capital las manifestaciones comenzaron bien temprano en la mañana, luego de que cientos de conductores se unieran para reclamar en las carreteras en contra del sistema de cobro de las autopistas urbanas (TAG).
El llamado a protestar fue realizado por la organización No+TAG, al que se unieron taxistas, colectivos, camioneros y conductores que usan a diario las carreteras para dirigirse hacia sus puestos de trabajo.
La manifestación generó caos en la circulación de vehículos en Santiago, lo que aumento aún más considerando que el Metro aún funciona parcialmente y porque un sindicato de Subus del Transantiago estuvo paralizado durante gran parte del día.
Desde Arica a Punta Arenas
Pero Santiago no fue el único punto donde se produjeron marchas históricas. Prácticamente todas las regiones del país escucharon el llamado y se unieron para protestar en las calles.
En el norte, ciudades como Arica, Iquique, Alto Hospicio y Antofagasta congregaron las mayores movilizaciones y reunieron a decenas de miles de personas.
Lo mismo ocurrió en Valparaíso, donde las manifestaciones culminaron en serios desmanes que obligaron incluso a que la Cámara de Diputados dejara de sesionar ante el peligro y por los enfrentamientos que se estaban produciendo en el exterior.
Más al sur, vecinos de Curicó, Talca, Chillán, Concepción, Temuco, Valdivia y Puerto Montt volvieron a salir a las calles a realizar cacerolazos, mientras que en la zona austral las escenas se repitieron en Coyhaique y Punta Arenas.