Las imágenes se suceden una tras otra. Puede ser en Santiago, Valparaíso o cualquier otra ciudad. En medio de la crisis social que detonó en Chile hace dos semanas, furiosas estampidas han ingresado a supermercados para arrasar con todo. Se ha visto gente con carros llenos caminando por las calles o maleteros de autos cargados con televisores. Estos saqueos han dejado un triste rastro de incendios, muertes, balas y detenidos.
Las cadenas han decidido cerrar varios locales y solo han abierto algunos restringiendo el ingreso. Largas filas de personas se apostan en las entradas esperando con una tensa paciencia su oportunidad de comprar. Ante ese complejo escenario, las ferias y los almacenes de barrio se han hecho aún más importantes.
Ani Valenzuela vive en Bajos de Mena, Puente Alto. Por su sector, cuatro supermercados fueron asaltados y quemados. En la feria se ha encontrado con valores exagerados. "Están vendiendo tres kilos de papa en cuatro mil pesos y el pimentón, que costaba $250 cada uno, subió a quinientos", le cuenta a Emol.
(Crédito: Archivo Personal)
El bolsillo de Pamela Peñaloza, que deambula constantemente entre La Cisterna y El Bosque, también ha sufrido. "Antes compraba el paquete de zanahorias a $500 y ahora está a $1000. El tomate está a $1200, el doble de lo que costaba", afirma.
El presidente nacional de la Asociación de Ferias Libres, Froilán Flores, confirma que han habido aumentos en el costo de algunos productos, pero descarta que se trate de un aprovechamiento.
"Los días que fueron más agitados subieron tres productos: las papas, las zanahorias y los plátanos. Todo lo demás se mantuvo relativamente normal", apunta.
"Están vendiendo tres kilos de papa en cuatro mil pesos"
Ani Valenzuela
"Lo de las papas fue porque no podían llegar los camiones a Santiago. Lo mismo pasó con las zanahorias, que vienen de Chillán, y los plátanos, que subieron de forma descontrolada. La caja, que normalmente cuesta entre 12 y 15 mil pesos, subió a 25. Pero nuestros clientes habituales entendieron la situación. Acá no hay colusión, no nos estamos aprovechando", añadió.
Por la feria del sector La Sinfonía, en Maipú, alimentos como limones, zapallo, zanahoria, naranjas o manzanas nuevamente registran los precios que tenían antes del estallido. Confirmando lo dicho por Froilán Flores, plátanos y tomates son lo más caro.
En Quilicura se observa la misma tendencia. Afuera del Líder y Santa Isabel de calle Lo Marcoleta se extiende una enorme feria. "Los precios están más bajos que la semana pasada, se nota la diferencia", acota Rosa Alarcón.
Los almacenes de barrio
En los almacenes de barrio la demanda ha crecido y no siempre han podido dar abasto. En el paradero 25 de Vicuña Mackenna, comuna de La Florida, un Santa Isabel fue vandalizado y le quemaron su bodega. "Ha costado que lleguen los camiones con mercadería", comenta Manuel Orellana, dueño de un negocio cercano. El mismo problema tienen en el almacén Don Mario. No vende más de tres productos por persona, "con el fin de abastecerlos a todos".
La parte norte de la capital no está exenta de problemas. "Con el Central Mayorista saqueado y quemado el problema es mayor para nosotros. Hemos tenido que ir a la Vega y hacer filas de cinco horas para comprar harina. Pero nosotros no hemos subido los precios. Como nosotros seguimos comprando al mismo precio, no tenemos la necesidad de subirlos", narra Camila Cerda, dueña del local "Cerda Amasandería", ubicado en calle Monterrey con Barón de Juras Reales, Conchalí.
"Hemos tenido que trabajar con menos mercadería, porque es más difícil salir a comprar. La gente que viene a comprar es la misma, no ha habido aumento. Eso sí, tenemos miedo de los saqueos, estamos sólo con una cortina abierta. Los precios no los hemos subido, mantenemos los mismos desde antes que pasara todo esto", aporta Manuel Loyola, que trabaja en la tienda "Los Gallardo", de Quilicura.
En La Cisterna, aseguran que el mayor alza de precios en los almacenes se vivió el fin de semana del 19 y 20 de octubre. "Se notabas en el pan, el arroz, los tallarines, el agua también. Cuando recién comenzaron los problemas, la mineral de litro y media costaba mil quinientos pesos. Una cassata llegó a estar a cinco mil pesos", recuerda Pamela Peñaloza.
"Sí hubo alza en algunos productos los primeros días, alrededor de un 10%", confirman en Maipú. Paulatinamente, y como todas las comunas de Santiago, intenta volver a la normalidad.
