SANTIAGO.- "Cuando comencemos a matarnos entre nosotros, unos por querer destruir y otros por querer defenderse, ¿de qué lado estarán los Derechos Humanos?". Ese fue el tuit que recibió el senador Felipe Kast (Evópoli) este viernes, que venía vinculado a un video donde ciudadanos se enfrentaban entre sí. El parlamentario respondió: "No hay DD.HH. cuando no existe orden público".
De inmediato el tuit comenzó a circular por sí solo y a ser criticado, y el senador lo borró. Minutos después, compartió un hilo diciendo que la frase fue "sacada de contexto" y que, de esa manera, "no se entiende y es una muy mala declaración". En conversación con Emol, señala lo mismo. "Desgraciadamente la respuesta no fue puesta en su contexto", dice.
"No solo es completamente compatible sino que es una obligación del Estado que cuando se garantiza el orden público, se respeten los DD.HH. de las personas"
Felipe Kast
"No pusieron la pregunta que habían hecho antes las personas que indicaban qué pasaría si terminábamos unos a otros agrediéndonos. Eso es lo que desgraciadamente unas personas de mala fe no pusieron", señala. Sobre el contenido del mensaje, asegura: "Obviamente en paralelo con el deber del Estado de poder garantizar la paz social, tiene que respetar los DD.HH.".
"Hoy día estamos en una situación donde el país ha visto con mucha angustia que el derecho básico de cada ciudadano de poder vivir en paz se ha visto vulnerado. Cuando no existe paz en la ciudadanía, cuando terminamos en una ley de la selva donde unos terminan agrediéndose con otros, claramente se vulnera el derecho de las personas a vivir en paz por parte del Estado", agrega el senador.
En ese sentido, asegura que "desde el día 1 le pedimos al Presidente que el Gobierno tenía que generar todas las condiciones" para garantizar el respeto a los Derechos Humanos. "Hoy en día se requiere —y lo debe hacer toda democracia que se llame a sí misma como tal— cuidar los dos valores en forma simultánea: cuidar la paz social, pero al mismo tiempo velar por el respecto irrestricto a los DD.HH.", comenta.
—Usted afirma que la frase fue "sacada de contexto" y sin adjuntar la pregunta previa. Independiente de eso, ¿considera que hay también un error de redacción? Porque es distinto afirmar que pueda existir un desafío en poder resguardar el orden público sin pasar a llevar los DD.HH., a decir que los DD.HH. no existen si el orden público no se establece primero.
—Claramente la redacción en sí misma, si no se ve con la pregunta, carece de sentido, y por eso me pareció relevante publicar la conversación completa y al mismo tiempo explicar con detalle que el derecho de las personas a vivir en paz, que lo tiene que garantizar el Estado, no solo es completamente compatible sino que es una obligación del Estado que cuando se garantiza el orden público, se respeten los DD.HH. de las personas. De lo contrario, claramente caes en una contradicción y ya la democracia pierde su sentido.
—¿Cómo ve usted que la conjugación entre esos dos principios se está resolviendo por parte del Gobierno y las Fuerzas Armadas y de Orden?
—Esto ha demostrado que la fragilidad de nuestras instituciones y de nuestra democracia es muy profunda. Primero, hemos visto que claramente han existido abusos. Hoy día el Ministerio Público está operando y será la Justicia la que tenga que investigar y sancionar. Segundo, la capacidad que ha tenido el Estado de poder garantizarle la paz a los ciudadanos también se ha visto completamente sobrepasada.
"Por eso es muy importante en esta materia tener unidad nacional y un solo estándar, independiente del color político, porque de lo contrario empezamos a relativizar uno u otro, y estoy seguro de que la gran, gran mayoría de los chilenos quieren que se cumplan ambos principios: el de respetar irrestrictamente los DD.HH. por parte del Estado y que no exista impunidad, y por otro el poder garantizar la paz social para que efectivamente no se transforme nuestra democracia en la ley de la selva", concluye.