VALPARAÍSO.- El acuerdo firmado la madrugada de este viernes entre partidos de oposición y oficialismo para una nueva Constitución es considerado como un gran hito en medio del estallido social que surgió en Chile. Pero para concretarse y efectivamente iniciarse el proceso, hay varias materias prácticas que deben ser analizadas y zanjadas.
Esos aspectos serán definidos en la Ley Orgánica Constitucional (LOC) que el Congreso deberá crear antes de abril cuando se realice el plebiscito en que se consulte a la ciudadanía si quiere o no una nueva Carta Magna y que vote cuál es el mecanismo que prefiere: convención mixta (50% parlamentarios - 50% delegados electos para ese fin) o convención constituyente (100% delegados electos para ese fin).
En esta LOC también deberá establecerse dónde van a trabajar los delegados y ya hay algunos lugares que suenan entre los parlamentarios.
Los lugares
Según comentaron a Emol quienes fueron parte de las negociaciones del miércoles, jueves y madrugada del viernes, una de las apuestas es que operen en el ex Congreso en Santiago. El edificio ubicado en la manzana de las calles Morandé, Compañía, Bandera y Catedral en pleno centro de la capital es ocupado solo los día lunes por los parlamentarios y excepcionalmente los viernes. Además es utilizado para actividades políticas y sociales algunos fines de semana.
Sin embargo, algunos no se entusiasman mucho por esa opción aludiendo a que si bien reconocen que es un espacio perfectamente disponible para este fin, es de carácter "muy señorial" y representa una institucionalidad.
Otra espacio que ha sonado es el Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM). El edificio ubicado en Alameda -entre Namur y Lastarria- se construyó bajo el Gobierno de Salvador Allende y se inauguró en 1972 como sede para la Tercera Conferencia Mundial de Comercio y Desarrollo de las Naciones Unidas, UNCTAD III, donde se discutió cómo superar la pobreza.
Tras el golpe de Estado de septiembre de 1973, la junta militar cerró el lugar y lo transformó en su centro de operaciones pasando a tener el nombre de Edifico Diego Portales. A comienzos de 2006, un incendio destruyó parte de la construcción, lo que impulsó al gobierno de Michelle Bachelet a replantear su sentido original y devolverlo a la ciudadanía. Se reconstruyó con 22 mil metros cuadrados que integran la transparencia y la apertura a la ciudad. El GAM se hace cargo de la historia de su sede, y proyecta desde allí su relación con la ciudadanía y su entorno.
Otra opción que se ha comentado -pero es la que tiene menor eco- es que la convención sea itinerante. Esto, dicen algunos, es poder acercarla a la ciudadanía y para eso habría que hacerla transitar por distintas regiones. Algunos temen por el gasto y logística que eso podría significar, por lo que quienes respaldan la idea de la itineraria sugieren que por un período acotado (uno o dos meses) efectivamente los delegados (o parte de ellos) hagan un recorrido por el país, pero luego vuelvan a una sede en Santiago.
Una idea que también se ha planteado es darle un nuevo sentido a los espacios construidos en el Parque Bicentenario de Cerrillos donde estaba planificado que se realizara la COP25 en diciembre próximo, pero que a raíz del estallido social fue suspendida por el Presidente Sebastián Piñera.
En septiembre pasado el recinto ya tenía un 55% de avance y contemplaba la adecuación de 50 hectáreas del Parque, y las inversiones económicas ya estaban hechas con el fin de que estuvieran terminadas el 15 de noviembre para recibir la asamblea internacional de la ONU.
En las 50 hectáreas se instalarían carpas para exposiciones y conferencias y también se plantarán unos 150 árboles como robles y castaños. Además de otros servicios para quienes asistieran a la cumbre.