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Enfrentamientos en La Dehesa y protestas en el Costanera: Por qué los malls son foco de tensión en la crisis social

El estallido trajo consigo manifestaciones, saqueos e incluso incendios en varios centros comerciales. El fenómeno no se explicaría solo por ser un símbolo del "consumo", sino también porque en los últimos 30 años se convirtieron, en la práctica, en una "plaza pública".

25 de Noviembre de 2019 | 14:40 | Por Consuelo Ferrer, Emol
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Aton
SANTIAGO.- "Nada está normal, todo está peor, pedimos empatía con el trabajador". Es lo que cantaban, al comienzo, decenas de manifestantes en los pasillos del Mall Portal La Dehesa este domingo, cuando irrumpieron en el centro comercial como una acción de protesta enmarcada en la crisis social que vive Chile hace ya más de un mes.

Pero lo que comenzó como una manifestación verbal y con cacerolas, pronto se transformó en un enfrentamiento entre quienes protestaban y quienes estaban dentro del mall como clientes. Varios videos, que se volvieron virales, quedaron como registro: empujones, golpes y sobre todo insultos. "Saquémoslos a patadas", "picantes, flaites, rotos" y "ándate a tu población" fueron algunas de las frases que se escucharon.

El mall, como institución, ha sido desde el comienzo del estallido un punto clave de tensión. Así lo demuestra también el fenómeno que ha experimentado el Costanera Center, que se mantuvo 16 días cerrado de forma preventiva, con gran resguardo policial, al tiempo que se desarrollaban manifestaciones en la calle, a sus afueras.

El día viernes 18 de octubre en que comenzó todo, el centro comercial ya había comenzado a armar su característico árbol de pascua de más de seis pisos de altura. Hoy, cuando el mall todavía funciona en horario restringido y está un mes más cerca de las fiestas de fin de año, lo único que hay es un cartel que dice: "Estamos preparando la Navidad".

El fenómeno no ocurre sólo en la capital. El Marina Arauco de Viña del Mar ha tenido intentos de saqueo y el Mall Puerta del Mar, de La Serena, también. ¿Por qué se ha vuelto el mall un foco de protestas en medio de este estallido social?

Un símbolo de la privatización


"A pesar de que a nosotros nos pueda sorprender ahora, el mall era un foco de protesta antes también, sólo que no lo habíamos visto", explica a Emol la urbanista y académica de la U. Católica, Liliana de Simone, quien estudia hace años el fenómeno de los centros comerciales en Chile. Sus investigaciones confirman que ha habido manifestaciones y protestas —feministas, ambientalistas, gremiales y estudiantiles— en estos espacios al menos en la última década.

"El que nosotros veamos exacerbada hoy día esta acción en el espacio de consumo tiene justamente que ver con las nuevas demandas de la sociedad, pero no es algo nuevo. Se ve con mejor organización porque estamos en un contexto de movilización, pero no es algo que no pasara antes: ya estaba pasando y estaba pasando con fuerza", dice.

"Los malls han hecho eco de una demanda ciudadana en las periferias, y han ofrecido una oferta —de pago, con fines de lucro— de servicios que ningún otro actor cívico o social estaba ofreciendo"

Liliana de Simone
Para De Simone, el fenómeno de las protestas en este espacio se explica por varios factores, uno de ellos de carácter más histórico. "Cuando llegaron a Chile en los años 80, los malls propusieron un nuevo tipo de sociabilidad en torno al consumo, con un estilo de vida que se suponía que el progreso económico y todas las grandes reformas económicos iban a traer", cuenta.

Lo que finalmente trajeron, sostiene, fue más bien "un modelo de consumo" que se sustentó en "expandir los formatos comerciales a áreas de renta de conos de clases medias y medias bajas". "Se ha construido una red de abastecimiento que viene con bancos del retail que ofrecen créditos, con consultores médicos privados que ofrecen un acceso pagado a la salud y un set de otras amenidades culturales como los cines o muestras itinerantes que llegan a Chile a través de estas infraestructuras", explica.

En ese sentido, se convirtieron en el ícono de un modelo privatizado de sociedad, una de las características del Chile actual contra las cuales se protesta con más fuerza en medio del estallido social. Por eso, algunos atribuyen las manifestaciones y disturbios en los centros comerciales únicamente a ese simbolismo. La académica, en cambio, asegura que hay otros motivos más complejos.

"Con los malls también se creó una red de vida urbana adentro de un espacio privado que resultó exitoso para la ciudadanía porque todos los otros actores que debiesen haber hecho esto en los últimos 30 años, no lo hicieron", asegura. "Los malls han hecho eco de una demanda ciudadana en las periferias, y han ofrecido una oferta —de pago, con fines de lucro— de servicios que ningún otro actor cívico o social estaba ofreciendo", dice.

Un espacio que se volvió público


El fin de semana hubo otro centro comercial que apareció en todos los noticieros: el Mall Arauco Quilicura, que fue saqueado e incendiado después de que el alcalde denunciara la existencia de supuestas torturas en el lugar. Una protesta ciudadana contra esa denuncia derivó en la quema parcial del edificio, acción que fue criticada además por haber sido "el único mall de Quilicura".

El mismo alcalde, Juan Carrasco, hizo un reclamo en ese sentido. "Cuando el Costanera Center es amenazado de quema, de saqueo, Carabineros prácticamente lo rodea", dijo a Emol. "En el caso del mall de Quilicura, estuvimos prácticamente abandonados (...) Cuando tuvimos que ir a apagar el incendio, no habían carabineros, pero sí había bomberos". A través de un comunicado, el propio mall aseguró que "en el último mes, hemos sido víctima de constantes saqueos, actos de violencia e intentos de incendio".

"Cuando el Costanera Center es amenazado de quema, de saqueo, Carabineros prácticamente lo rodea (...) En el caso del mall de Quilicura, estuvimos prácticamente abandonados"

Alcalde Castro
Y es que con los malls, explica la urbanista, se da esa dualidad: además de ser un ícono de consumo, hay sectores del país en donde se les considera la única alternativa para acceder a servicios, lo que se mezcla con otro factor: el abandono que existe en muchos casos de las áreas públicas.

"Cuando esos espacios han sido dejados a su suerte sin ningún tipo de inversión, las personas prefieren que sus hijos aprendan a caminar adentro de un mall, que por ser privado les garantiza que van a estar seguros, vigilados, en un lugar limpio, climatizado y cerrado", expone. "Es incluso un espacio donde pueden ver y tocar cosas a las que no pueden acceder donde viven".

"Precisamente porque ha sido tan exitoso en convocar a las personas en los últimos 30 años es que hoy también la gente quiere hacer valer su voz ahí", plantea la académica. "Si ha sido visto por los últimos 30 años como una plaza pública, hoy día la gente quiere hacer ahí las cosas que se hacen en las plazas públicas cuando la gente está molesta: alegar", comenta, lo que llama una "politización del espacio de consumo".

"Hay una apropiación territorial y simbólica, porque no es solo ir y expresarse en el lugar del consumo, sino que también es reclamarlo para sí: 'Yo también soy parte de este lugar, porque ustedes —el comercio, los retailers— me han dicho que soy parte de esta plaza, entonces ahora quiero que ustedes también me escuchen en lo que me está doliendo'", concluye.
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