SANTIAGO.- Durante la tarde de este lunes y luego de recibir una serie de denuncias por
presuntas irregularidades en relación a la identificación del personal policial en sus uniformes, la
Contraloría General de la República instruyó la apertura de un sumario administrativo a Carabineros, con el fin de determinar eventuales responsabilidades.
A través de un comunicado, el órgano contralor sostuvo que "iniciamos un proceso disciplinario (sumario)
para determinar eventuales responsabilidades administrativas y respectivas sanciones, por el uso de apodos en identificadores".
Lo anterior, luego de que en redes sociales fueran difundidas unas imágenes en las que se aprecia que la identificación de algunos uniformados fue sustituida por nombres ficticios. "Destroyer"o "Raptor", eran algunos de los apodos que funcionarios de Carabineros de Concepción utilizaron -en vez de sus nombres reales- durante manifestaciones en la ciudad.
En medio de la controversia, la Contraloría ya había oficiado a la institución uniformada para que explicara la situación, ante lo cual, el general Rodrigo Medina sostuvo que los involucrados y sus familias habían sido amenazados de muerte, hechos que, afirmó, fueron denunciados ante el Ministerio Público.
Compra de perdigones y bombas lacrimógenas
Por otra parte, esta jornada el organismo liderado por Jorge Bermúdez también anunció la apertura de una Investigación Especial para indagar la compra de elementos disuasivos, como balines, perdigones y bombas lacrimógenas.
En ese sentido, desde Contraloría detallaron que hoy sus equipos de investigación se reunieron con la Dirección de Logística, la Dirección de Compras Públicas y la Dirección de Auditoría Interna de Carabineros, con el fin de iniciar la investigación y analizar eventuales irregularidades.
