El tío del presidente sirio Bashar al-Assad, Rifaat, será juzgado a partir del lunes en París en un caso de "bienes mal habidos", es decir las presuntas irregularidades y operaciones fraudulentas que le ayudaron levantar un imperio inmobiliario en Francia valorado en 90 millones de euros.
El banquillo de los acusados estará vacío por "razones médicas", indicaron a la AFP los abogados de Rifaat al Asad, hermano menor del expresidente Hazef al-Assad, de 82 años, y residente británico.
Rifaat al-Assad será juzgado hasta el 18 de diciembre por "blanqueo en banda organizada" de fraude fiscal agravado y desvío de fondos públicos sirios entre 1984 et 2016. El acusado rechaza todos los cargos.
Uno de los pilares del régimen de Damasco, Rifaat al-Assad fue el jefe de las fuerzas de élite de la seguridad interior, las Brigadas de Defensa, que reprimieron de manera sangrienta una insurrección islamista en 1982, acción que le valió el apodo de "el carnicero de Hama".
Obligado a salir de su país en 1984 tras un fallido golpe de Estado contra su hermano Hafez -padre de Bashar-, quien estuvo en el poder de 1971 a 2000, Rifaat se instaló en Suiza y luego en Francia.
Con sus cuatro esposas, sus hijos y unos 200 fieles que lo siguieron en el exilio, amasó en Europa una fortuna inmobiliaria que terminó por levantar sospechas. La justicia francesa abrió una investigación en 2014 luego de denuncias presentadas por las ONGs anticorrupción Sherpa y Transparencia Internacional.
Solo en Francia, Rifaat al-Assad posee dos mansiones y unos cuarenta apartamentos en los barrios parisinos más elegantes, así como un castillo y un haras en el valle del Oise.
El patrimonio
El patrimonio inmobiliario en Francia está estimado en unos 90 millones de euros (unos 100 millones de dólares), a lo que deben sumarse decenas de millones correspondientes a bienes vendidos.
Las propiedades, adquiridas en su mayoría en los años 80', estuvieron en manos de empresas registradas durante una época en paraísos fiscales y luego en Luxemburgo, administradas a través de cuentas en Gibraltar. Para el juez Renaud Van Ruymbeke, que instruye la causa, esas pantallas de humo habrían permitido pagar menos impuestos y ocultar el origen del dinero.
En cuanto a los fondos utilizados para los inmuebles, al-Assad aseguró que es de origen lícito, que proviene de una ayuda financiera "continua y masiva" que le otorgó Abdalá, príncipe heredero y luego rey saudita, desde los años 1980, hasta su muerte en 2015.
90Millones de euros es el avalúo del imperio inmobiliario de al-Assad en Francia.
Durante la investigación, sus abogados presentaron extractos bancarios que justifican cuatro donaciones sauditas: una en 1984 y las tres restantes entre 2008 y 2010.
El juez solo aceptó la primera donación por 10 millones de dólares, calificando a la prueba de todos modos de muy "insuficiente". Las otras tres a su entender fueron muy tardías para explicar una fortuna amasada en los años 1980.
Para el magistrado, fueron necesarios "cientos de millones de dólares" para financiar las inversiones europeas de Rifaat al-Assad y su tren de vida. Ese dinero proviene de "desvío de fondos públicos sirios", según Van Ruymbeke.
Sin embargo, el tío de Bashar al-Assad no solo tiene problemas con la justicia francesa. En España, un magistrado propuso el 22 de noviembre llevarlo a juicio por el presunto blanqueo de "más de 600 millones de euros".
Según el proceso dado a conocer, el juez José de la Mata lo acusa de liderar "un grupo criminal" integrado por ocho de sus hijos, dos de sus cuatro mujeres y testaferros, que obedecían sus órdenes. La investigación judicial en España le atribuye un total de 507 propiedades inmobiliarias, de un valor de unos 695 millones de euros.