SANTIAGO.- De un total de 9.700 jóvenes de entre 15 y 29 años que fueron entrevistados para la IX Encuesta Nacional de la Juventud, un 48% se declara soltero o soltera, un 24% está pololeando, un 14% conviviendo con su pareja, un 6% "andando" con alguien y solamente un 4,2% está casado.
Quienes están comprometidos en matrimonio alcanzan un 1,4% y quienes contrajeron o contraerán AUC se reduce a un 0,8% del total.
Son algunos de los datos que revela una nueva sección de la medición realizada por el Instituto Nacional de la Juventud (Injuv), que mostró algunos indicadores sobre cómo ha cambiado la forma de establecer familia en los primeros años de la adultez. Una de las características que se aprecian es que cada vez son menos los jóvenes que tienen hijos.
Según la encuesta, un 25% de la muestra declaró ser padre o madre, una cifra que está por debajo del 31,4% obtenido en 2015. En el caso de los hombres, el porcentaje bajó de 22,1% a 17,2% y en el caso de las mujeres bajó de 40,9% a 33,1%.
Los índices alcanzan su mayor valor en el tramo de 25 a 29 años de edad (bajó de 53,7% a 48,4%). Después le siguen aquellos jóvenes entre 20 y 24 años, que disminuyeron de 31,3% a 19,5%, y por último está el segmento entre 15 y 19, que se redujo a la mitad: de un 5,9% pasó a un 2,7%.
"Las juventudes están priorizando sus proyectos personales por sobre los familiares, algo que se refleja en distintos niveles: tienen más años de estudio, están trabajando más y están presentando mayores niveles de participación social no tradicional, lo cual hemos podido observar en los últimos meses, ya que son las y los jóvenes quienes han protagonizado el actual movimiento social", asegura el director nacional de Injuv, Mirko Salfate.
Realidad regional y socioeconómicos
La tendencia que se mantiene en todos los niveles socioeconómicos, aunque sigue siendo mayor en el estrato bajo, donde la disminución de los jóvenes con hijos fue de 34,5% a 29,7%. En el medio, de 30,1% pasó a 24,2% y en el nivel alto pasó de 12,9% a 10,2%. En áreas rurales (30,4%) sigue siendo mayor que en sectores urbanos (24,%).
64,9% de los jóvenes asegura que tiene ganas de tener hijos
En cuanto a la realidad regional, los puntos más altos están en áreas alejadas de la zona centro como Aysén (37,4%), Atacama (34,4%) y Arica y Parinacota (34,2%). En la Metropolitana (24,7%), Valparaíso (25%) y O'Higgins (23,9%) los porcentajes son menores.
Además, la encuesta preguntó cuántos jóvenes tienen deseos de ser padres o madres. En total, un 64,9% de la muestra se mostró a favor, una preferencia compartida casi en igual medida por hombres y mujeres.
En zonas rurales, el deseo de tener hijos es 13 puntos superior a las zonas urbanas, la misma diferencia que existe entre los sectores bajos y altos. Si se analiza por edad, en cambio, la variación no supera los tres puntos.
Vivienda y hábitos tecnológicos
La encuesta también midió la forma en que los jóvenes viven, en contraposición a los adultos. Según el estudio, 71,1% de ellos vive en la casa de sus padres y 15,1% en un lugar propio. Al mismo tiempo, un 43,6% señaló que vive con ambos padres, un 23,5% que vive solo con su madre y un 4,2% lo hace solamente con su padre.
21,7% de quienes viven con sus papás no han pensando en independizarse
Con respecto a las razones para abandonar la casa parental, un 50,8% señala que bastaría con "tener independencia económica" para pagar arriendo o dividendo, mientras que un 15,1% habla de terminar sus estudios. De la muestra destaca que un 21,7% no ha pensado todavía en dejar de vivir con ellos.
Dentro del grupo de quienes ya dejaron la casa de sus padres, un 32,3% lo hizo para formar su propio hogar o familia, un 20,5% porque adquirió autonomía económica, un 13,6% por estudios y un 14,2% por malas relaciones familiares.
El estudio además entrega una aproximación al comportamiento de los jóvenes con la tecnología en el contexto de una relación de pareja. Así, un 15,1% señala que su pareja mira su celular "con frecuencia" mientras conversan, un 17,5% que lo revisa cuando están comiendo juntos y un 51% que su compañero lo deja en un lugar visible durante el tiempo que comparten.
