Héctor Aravena, El Mercurio
Ubicado a sólo un par de cuadras de la Plaza Baquedano, epicentro de las movilizaciones, el Museo de los Tajamares se encuentra en evidente estado de abandono. El cerco y los paneles que protegían la construcción inaugurada en 1980 fueron arrancadas de cuajo. En el recinto también se aprecia un socavón y en sus alrededores hay maleza, basura y restos de cañerías. Y en lo que era su acceso principal hay muros rayados. "Es lamentable que el espacio no se recupere, no se utilice, porque estaba en uso y habían exposiciones. Yo me acuerdo: era un espacio chiquitito, pero era parte de la agenda cultural de Providencia", sostiene Jaime Migone, académico de la U. Central y doctor en Conservación de Bienes Arquitectónicos.
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