SANTIAGO.- El ministro del Interior, Gonzalo Blumel, defendió este viernes la ley antisaqueos despachada ayer por el Congreso, señalando que nunca han dicho que esta iniciativa "va a terminar con todos los problemas de orden público".
La medida ha sido criticada desde el Frente Amplio quienes anunciaron que recurrirán al Tribunal Constitucional cuestionando los alcances de la normativa.
Al respecto, el ministro recordó en Radio Duna que "el Frente Amplio votó a favor de la idea de legislar en la Cámara de Diputados, y producto de las críticas en las redes sociales después cambiaron de posición y se pasaron a una posición muy contraria".
"Estamos todos de acuerdo en tema de los saqueos que se necesitaba o requería mayores sanciones , creo que también relativizar o minimizar todo lo que son las alteraciones de orden público y el libre tránsito es un error", precisó.
Cuestionamientos a los que hoy se sumó el fiscal Metropolitano Oriente, Manuel Guerra, quien en T13 Radio afirmó que "el tomar decisiones legislativas al calor de una contingencia que no solo ocurrió, sino que está ocurriendo actualmente, es un evento complejo, porque puede llevar a tomar decisiones muy rápidas".
"En primer lugar esa no es una crítica de la que yo me vaya a hacer cargo, porque nosotros como Gobierno nunca hemos dicho que esta sea una iniciativa que vaya a terminar todos los problemas de orden público, por supuesto que no. Simplemente es un cambio, una reforma al Código Penal para poder establecer mayores sanciones a quienes alteren el orden público, porque hoy las alteraciones de orden público tienen efectos mucho más graves que en el pasado, porque tienen una masividad y una frecuencia muy distinta, las barricadas, los saqueos", expresó Blumel.
Con ello, el titular del interior afirmó que si bien "hay muchas opiniones, yo me quedo con la mayoría que dijo ayer que el orden público importa y es un deber democrático".
En relación a la querella del Frente Amplio por el delito de lesa humanidad en su contra así como del Presidente Sebastián Piñera, Blumel consideró que "respecto a las críticas, los cuestionamientos, interpelaciones, acusaciones constitucionales y querellas, reflejan en ciertos sectores de la oposición un ánimo muy bajo, mínimo o casi inexistente de poder contribuir a superar esta crisis, pero eso lo está castigando la ciudadanía".
"Es una muestra más de que lo único que les interesa es no colaborar u obstruir, tal como fueron las acusaciones constitucionales e interpelaciones", remató el ministro.
Encuesta CEP
El titular del Interior también se refirió a los resultados de la última encuesta CEP que mostró un 6% de aprobación en la gestión del Mandatario.
"Con mucha humildad, escuchando con atención los temas que está planteando la ciudadanía y haciéndose cargo de las demandas centrales que hoy forman parte del debate público. Creo que nadie puede sacar cuentas alegres, en medio de la crisis social más profunda del país, al menos desde el retorno a la democracia, era esperable, no por ello positivo, pero sí esperable, una crisis de confianza y legitimidad muy profunda institucional", comentó Blumel.
Asimismo, reparó en que "por primera vez en la historia de la encuesta todos los liderazgos políticos caen en su evaluación y caen muy fuerte y las instituciones política y no política llegan a un mínimo".
Sin embargo, el ministro destacó un aumento fuerte de la "adhesión a la democracia", a la vez que aseguró que las prioridades centrales que la gente -como son pensiones, salud e ingreso de las personas-, están siendo trabajadas por el Ejecutivo.
"Este es un problema general (…) aquí nadie tiene que escabullir su responsabilidad, ni hacerle el quite al bulto (...) el camino es más democracia, más acuerdos y hacer cargo de lo que plantea la gente", apuntó.
No obstante, Blumel recalcó que "las encuestas no determinan la legitimidad de los gobiernos, los gobiernos tienen su legitimidad en un mandato popular, con elecciones que se realizan cada cuatro años y eso en definitiva delega el poder a la ciudadanía por parte de las autoridades", agregando que son "voces minoritarias" las que plantean dudas sobre la continuidad del Gobierno.
