"Ya volví a trabajar y cada vez que veo aunque sea una fogata empiezo a transpirar y me pongo frío, manejo con miedo. En las mañanas y en las noches es muy peligroso, mis compañeros también manejan con miedo". Así parte el relato de un conductor de buses de Red de Transportes de Santiago (Red) que pidió mantener su nombre bajo reserva.
"Cercano a la Navidad, un martes creo que fue, yo estaba en mi recorrido saliendo del depósito hacia el terminal María Angélica (recorrido 418) cuando se acercaron tres encapuchados. Primero me rompieron mi vidrio y después el del otro lado, me pegaron con el extintor", agrega a Emol el trabajador de la empresa Express de Santiago.
"Yo empecé a ayudar a bajar a la gente, había una señora con un bebé que hasta el día de hoy me tiene mal. Tiraron una bomba molotov hacia adentro del bus. Me llevaron a la mutual y me dieron 41 días de licencia, principalmente por estrés y algunas lesiones leves", concluye.
El bus que manejaba es uno de los 63 que hasta el día de hoy han sido incendiados, quedando con pérdida total. Pero este tipo de casos no son los que únicos que preocupan: ataques de otro tipo, accidente por semáforos apagados y el descontento de los usuarios por los desvíos son parte del escenario que tienen que enfrentar los conductores post 18-O. Esto ha implicado en un aumento del número de licencias médicas, ya sea por estrés o lesiones.
Cifras actualizadas de buses y conductores
Según datos a los que pudo acceder Emol por parte del Directorio de Transporte Público Metropolitano (DTPM), al 6 de enero 5.812 buses se encuentran vandalizados (desde vidrios rotos o con rayados) y 347 conductores afectados (cuyo reporte de delito fue calificado de agresión) . En cuanto a la quema de unidades, sumando los buses quemados ayer en Recoleta, son 63 los quemados.
Al respecto del avalúo de los buses perdidos, el ministro (s) de Transportes José Luis Domínguez sostuvo que "un bus sale del orden de 300 mil dólares, serían 18 millones de dólares en pérdida".
También añadió que "aquí lo violentistas están afectando seriamente el desplazamiento de muchas personas, se han quemado más de 63 buses del transantiago. Lo cual significa que hay 38000 personas que en algún momento se han tenido que quedar a pie".
Por cada bus que no puede transitar se deja de transportar 600 personas al día, esto es un total de 38 mil personas al día si se multiplica por la cantidad de buses que han quedado inoperables. Otra cifra entregada por el DTPM es la vandalización de paraderos o cualquier tipo de refugio de RED, que asciende a 2.607.
El total de la flota de buses en la Región Metropolitana es de 6.500 buses operativos por lo que la mitad de ellos habrían sido vandalizados según las cifras entregadas -con esto se refieren a aquellos buses con algún tipo de daño pero que son reparables-.
Medidas de las empresas transportistas
La empresa Express de Santiago, en la cual trabaja el conductor cuya historia fue relatada cuenta con 1.600 buses operativos de los cuales 20 han sido quemados al día de hoy. Ante esto el Líder de Operaciones, Juan Ignacio Rañilao, comentó que "hemos tenido alrededor de 12 mil ataques a nuestros buses, por lo que se podía decir que diez veces más que el número total de nuestra flota".
En total, en esta empresa, 580 conductores agredidos y 160 con lesiones han ingresado a la Mutual de Seguridad por daños psicológicos, vidrios en el cuerpo o golpes con extintores.
La empresa tiene un total de 4.050 conductores de los cuales 15 están al día de hoy con licencia médica. Ante esto la empresa elaboró un plan para disminuir los riesgos. "Hemos puesto en marcha un plan que contempla ayuda psicológica a los afectados que han sido derivados a la mutual y aquellos que no también. Hemos también realizado desvíos en las zonas con mayor peligro, recalcar que no solo para la seguridad de nuestros conductores sino que también para los usuarios", comentó Rañilao.
"Hemos tenido alrededor de 12 mil ataques a nuestros buses, por lo que se podía decir que diez veces más que el número total de nuestra flota"
Express de Santiago
"Todavía durante las tardes la situación es compleja. Los mismos usuarios se han puesto más violentos por los desvíos que hemos realizado. Pero nuestros conductores siguen dispuestos a continuar realizando su trabajo", señaló Rañilao.
El plan también contempla el trabajo con el sindicato de chóferes y la ayuda a las familias de aquellos afectados según comentó el líder.
Uno de los buses incendiados ayer en Recoleta
Subus
Otra de las principales empresas de transporte público es Subus, con 1.417 buses operativos. En esa compañía se contabilizan 17 buses quemados y, solo en el mes de enero, se vivieron 130 situaciones asociadas a vandalismos o situaciones violentas. Con respecto a robos, amenazas o raptos, ha habido 200 conductores agredidos.
Si se compara con el total de agresiones en 2019 (909) el número de agresiones registradas en enero son alrededor de un cuarto del total.
Ante esto el subgerente de Asuntos Públicos de la empresa, Julio Toyos, precisó que "las situaciones de violencia que están afectando a nuestros conductores sin duda nos preocupa, ya que todos los días recibimos conductores agredidos y buses vandalizados".
"Estamos trabajando en conjunto con la autoridad en desvíos preventivos y una constante comunicación tanto con la DTPM, como con Carabineros, con el fin de no exponer a conductores y a usuarios. Hacemos un llamado también a que hay familias que esperan a los conductores", añadió también Toyos.
