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Presidenta del TC analiza rol del tribunal y dice que "es insostenible que haya una institución que no sea controlada"

María Luisa Brahm le contestó a la ex cabeza del TC, Marisol Peña, manifestándose a favor de contar con herramientas que fiscalicen a los ministros: "Hay que hacerse cargo de lo que el país está reclamando".

20 de Febrero de 2020 | 12:59 | Por T.Cerna, Emol.
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El Mercurio.
SANTIAGO.- De manera tajante, la presidenta del Tribunal Constitucional (TC), María Luisa Brahm, respondió a la ex cabeza del TC, Marisol Peña, abordando además situaciones que, a su juicio, se deben modificar en el organismo.

En entrevista con La Tercera, Peña aseguró, entre otras cosas, que considera "imposible pensar en ningún mecanismo institucional que fiscalice, remueva ministros o acuse a los ministros del TC".

Los dichos, causaron sorpresa en Brahm, quien no coincidió con la frase, agregando que el TC, "como muchas instituciones, pueden, y de repente deben ser modificadas", más aún considerando las demandas sociales del país: "Es legítimo que así sea, es legítimo que se pida, que se cambie. Son los tiempos, es lo que exige el país hoy".

En esa línea, recalcó que "el país de hoy exige que los ministros seamos responsables de las funciones que nos ha entregado la ley y la Constitución y las cumplamos de manera oportuna, las hagamos dando respuesta a las personas".

"La autonomía no significa ausencia de controles (...) y los controles pueden ser a la acción jurisdiccional, no en cuanto a contenido, pero si hay una demora demasiado importante en un fallo, puede ser cuestionable", acotó.

Brahm señaló además no estar segura de cuál sería la herramienta pertinente, considerando, por ejemplo, la acusación constitucional, precisando que eso se disputará en su momento, pero recalcó: "Creo que es insostenible, en el grado de desarrollo que tenemos hoy, y en las demandas que existen hoy día en el país real, que haya una institución que no sea controlada".

"Lo que yo defiendo es el rol del tribunal. Yo creo que el rol del tribunal debe existir, existe en las modernas democracias del mundo y hemos sido bastante pioneros con ello, tenemos 50 años de existencia. Las personas que creen que no debe existir el TC, yo creo que se refieren a este TC, entonces quiero creer que lo que quieren es un tribunal reformado", concluyó.

Demoras, demandas y autocrítica


Para Brahm, una de las mayores preocupaciones refiere a la demora que se ha constatando en la resolución de causas, llegando algunas a estar paralizadas por casi dos años. Cambiar aquello, aseguró, fue uno de los primeros compromisos que asumió al ser elegida como presidenta de TC.

De esta forma, precisó la inquietud respecto al abuso de recurrir al TC mediante recursos de inaplicabilidad por incostitucionalidad, los que pueden implicar el congelamiento de los casos.

"Hay que hacerse cargo de lo que el país está reclamando en estas demandas sociales (...) Lo que demanda (...) es que nos hagamos responsable de nuestro trabajo y cumplamos con nuestro deber".

Presidenta de TC, María Luisa Brahm.
"Es un tema muy delicado, de venir a buscar tiempo al TC para ganar tiempo porque saben que tienen una sentencia condenatoria ahí, o para negociar (...) Esa es la importancia de reducir los plazos", recalcó esta mañana en una convocatoria con prensa.

La presidenta recordó haber leído casos en que abogados seguían cobrando honorarios mientras los casos estaban suspendidos, señalando que, ante ello "se prenden las luces de que no solamente el tribunal trabaja lento".

Tomando esto último, Brahm hizo un mea culpa: "(El TC) no debiera trabajar lento. Tenemos dedicación exclusiva, nosotros solo debiéramos dedicarnos a eso. Tenemos permiso para realizar clases, y si tu tienes demora en tu sentencia ni siquiera deberías hacer clases creo yo, porque tenemos un deber son funcionarios públicos y nos pagan los chilenos, entonces tenemos que cumplir".

La abogada manifestó esperar reducir al máximo la cola de causas pendientes, para que en marzo puedan cumplir con los plazos legales.

"Hay que hacerse cargo de lo que el país está reclamando en estas demandas sociales, quiero dejar fuera la violencia. Lo que demanda, y la crisis de las instituciones de la cual el TC no está ajeno, es que nos hagamos responsable de nuestro trabajo y cumplamos con nuestro deber", recalcó.

Siguió abordando la crisis social, la mandamás del TC reflexionó en torno a la corrupción, sosteniendo que esta es, a su juicio, "un elemento que forma parte del diagnóstico de la crisis civil": "En este país hay corrupción, definitivamente".

Planteó que "en una democracia es indispensable el rol que cumple el TC" y que "no podemos hacer oídos sordos a lo que está pasando", razón por la que han visto, en plenos extraordinarios, causas de contingencia, como fue el caso de la ley que buscaba extender el periodo de los ministros de Apelaciones en la Corte Marcial a raíz de la indagatoria contra el Ejército que lleva adelante la magistrada Romy Rutherford.

"El TC de hoy día es el TC de Ricardo Lagos"


De cara al proceso constituyente, Brahm manifestó las intenciones de hacer del TC una institución más cercana a la ciudadanía, anunciando la realización de actividades de capacitación y carácter académico, focalizadas en comunicar la función del TC y las reformas.

"Hemos tenido por mucho tiempo un silencio sobre nuestro rol y tampoco hemos explicado bien nuestras sentencias. Yo creo que llegó el momento, considerando el momento que vive nuestro país, considerando las demandas del país, que nos hagamos cargo de eso, la importancia que tiene y que hoy día además es asequible a todas las personas".

54Normas de la Constitución fueron reformadas en 2005.
Brahm destacó que el 98% de los casos que resuelven son "casos reales" de "personas con nombres reales, familias, pymes," y que el TC es hoy un tribunal al acceso de la ciudadanía.

Se refirió además a la existencia de ciertos mitos y prejuicios, recalcando que el TC fue creado en democracia -enero de 1970-, y que el tribunal que hoy existe es el que se reformuló con la reforma del ex Presidente Ricardo Lagos, donde se modificaron 54 normas.

"El TC de hoy día es el TC de Ricardo Lagos, él nos entrega las inaplicabilidades que la Constitucion del año '25 se la entregó a la Corte Suprema (...) este tribunal no ha tenido ninguna modificación desde el año 2005, entonces el TC es el de la constitución de Lagos", detalló.

Brahm dedicó palabras a quienes señalan que el TC que resguarda la visión conservadora, considerando que, tras la reforma, se falló en contra de la píldora del día después.

"Entiendo esa visión y mote de conservadores, pero veamos las cosas con perspectivas. Posterior a eso ha habido, por ejemplo, aborto. Entonces cuando digan 'píldora no', digan 'aborto sí'".

Así también criticó la existencia de "un mito" en torno a que el TC resguardaba a los indagados por violación a los derechos humanos, señalando que, desde 2015, ingresaron al tribunal 65 causas por esta materia, de las cuales 36 tuvo sentencias de fondo, mientras que el resto "quedaron en el camino" o fueron declarados inadmisibles. De estas 36 causas con sentencia, detalló, 31 fueron rechazadas.
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