Ministro Blumel participó de fiscalizaciones en cordón sanitario.
Aton
Con cerca de 200 puntos de control y un despliegue de más de 2.500 funcionarios de Carabineros se dio inicio este jueves al plan de restricción de Semana Santa informado por el Gobierno, y que incluyó la instalación de cordones sanitarios tanto en la Región Metropolitana como en el Gran Concepción.
El objetivo, según señalaron desde el Ejecutivo, es frenar el avance del coronavirus en el país evitando que las personas se trasladen de una región a otra con motivo del fin de semana largo, o que viajen hacia segundas viviendas.
El ministro del Interior, Gonzalo Blumel, subrayó que estas medidas deben ser respetadas y asumidas con seriedad por la población, dado que quienes las incumplan se arriesgan a ser sancionados, incluso con penas de cárcel.
"Si es que hay personas que, más allá de todos los llamados que se hagan, no cumplan o traten de vulnerar estos cordones y estas normas sanitarias, nosotros vamos a pedir el máximo rigor de las sanciones que contempla nuestro ordenamiento, nuestra normativa", dijo Blumel.
En ese sentido, agregó que "quienes actúen de forma irresponsable, vamos a usar todo el instrumental de nuestro ordenamiento jurídico y vamos a pedir las mayores sanciones, el máximo rigor, porque hoy día lo que está en juego no es menor, es la vida y la salud de las personas".
El titular de Interior recordó que la violación de las normas sanitarias "puede significar multas de hasta $50 millones, dependiendo de la gravedad y la reiteración" de los hecho. También indicó que "si se está frente a la comisión de un delito, las penas pueden llegar hasta 540 días de cárcel".
"Pero más allá de las medidas, de las multas, de las sanciones que puedan existir, el llamado es a la responsabilidad, el llamado es a cumplir, porque cuando nos quedamos en casa, no sólo estamos protegiendo la salud propia, la salud de nuestras familias, sino que estamos cuidando la salud de todas las personas, de todos quienes viven en este país. Por eso es un llamado a la responsabilidad, a la solidaridad", complementó.
Y remató: "Creo que (quienes incumplan) van a tener que asumir las consecuencias de actos que vulneran la norma de la autoridad sanitaria. En medio de una pandemia, creo yo, incumplir las normas impuestas por la autoridad sanitaria no sólo es un acto que puede constituir un delito o una falta, sino que es una profunda inmoralidad. Por lo tanto, van a haber patrullas, controles en aquellos lugares típicamente turísticos, y si se descubre que hay personas que están incumpliendo, van a ser sancionadas".
