El general jefe de la Zona Metropolitana Este de Carabineros, Enrique Bassaletti, se refirió al tiroteo que dejó 10 heridos en la comuna de La Florida y explicó cuál es la vinculación que tiene este hecho con dos policías motoristas de la 57° Comisaría.
De acuerdo a los antecedentes entregados desde la fiscalía metropolitana Oriente, fue a eso de las 21:00, en la intersección de las avenidas Vicuña Mackenna y Trinidad, cuando desconocidos dispararon desde un automóvil contra un grupo de personas que se manifestaba en el sector. Diez de ellos fueron heridos.
De acuerdo a Bassaletti, los disparos fueron advertidos por equipo de la Sección de Investigaciones Policiales (SIP) de la 36º Comisaría que se encontraba en el lugar, quienes detectaron el paso de otros dos autos.
"Fueron con la intención de poder controlar estos vehículos. Lo hizo con uno primero y después en el otro (y) se advirtió que se trataba del vehículo de un funcionario de Carabineros", detalló el general.
Tras informar de la situación a superiores, los policías fueron hasta el domicilio del carabinero en cuestión, verificando además que en el auto estaba otro uniformado.
"Estos funcionarios, que no son de esta prefectura ni territorio, son de unidades especializadas, se encontraban compartiendo, consumiendo bebidas alcohólicas", añadió Bassaletti.
Ambos fueron llevados hasta una unidad policial, donde se informó de la situación al fiscal de flagrancia, el cual dispuso la realización de diligencias con la Policía de Investigaciones (PDI) para determinar si estos son los responsables del ataque a los manifestantes.
Paralelamente, Carabineros inició un proceso administrativo por las irregularidades en que estos fueron descubiertos.
"Hasta ahora, lo que se sabe concretamente es que estos funcionarios estaban fuera de toda norma, consumiendo bebidas alcohólicas. No estaban de servicio, pero son instrucciones que hemos impartido insistentemente".
General Enrique Bassaletti.
"Hasta ahora, lo que se sabe concretamente es que estos funcionarios estaban fuera de toda norma, consumiendo bebidas alcohólicas. No estaban de servicio, pero son instrucciones que hemos impartido insistentemente, infringiendo también el toque de queda después", acotó el general, manifestando además que estos usaban un auto sin placa trasera, la cual era llevada en el parabrisas.
"Constituyen faltas que son gravísimas", recalcó.
"Queremos enfatizar que esto no tiene que ver con ningún hecho institucional, sino que obedece a responsabilidades personales de funcionarios que se han apartado completamente de los cánones e instrucciones que hemos dado sobre la materia", cerró Bassaletti, llamando a esperar los resultados de las diligencias encargadas por el Ministerio Público.
