En la mañana de este miércoles la Corte de Apelaciones de Santiago revocó la prisión preventiva del organizador de una fiesta clandestina en la comuna de Maipú, dejándolo con arresto domiciliario.
Al ser consultado por la medida, el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, calificó la determinación como una "señal confusa".
Y es que si bien precisó que "los fallos, nosotros tenemos una restricción de comentarlos en sus fundamentos", indicó que en estas materias se esperan "señales muy claras y precisas".
"Estamos hablando de una persona que cometió un acto tremendamente irresponsable, puso en riesgo a muchísima gente, no solo a los que asistieron, sino a todos quienes tengan contacto con esas personas y uno espera señales claras y duras para quienes en forma tan deliberada e irresponsable incumplen la norma sanitaria", señaló el secretario de Estado.
Agregó que debido a esto se ha tomado la decisión de "poner discusión inmediata al proyecto de ley que aumenta las penas de 540 días a 3 años, porque queremos que hayan sanciones más duras para quienes puedan potencialmente causar tanto daño a la salud de las personas".
"Obviamente esa claridad queda en entredicho con esa decisión. Esta persona, la primera noche de arresto domiciliario nocturno incumplió esa medida cautelar adoptada por el tribunal, por lo tanto, obviamente, es una señal mas bien confusa y uno en esta materia espera claridad", cerró Blumel.
Cabe recordar que el sujeto de 43 años, quien organizó la fiesta donde asistieron cerca de 400 personas, ha sido formalizado por cuatro infracciones a las reglas sanitarias: no cumplir cuarentena, funcionamiento de locales con más de 10 personas, no usar mascarilla obligatoria y venta de bebidas alcohólicas para consumo inmediato y dentro de local.
