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Tres meses de teletrabajo en la U. de Chile: Rectoría plantea consideraciones de género y pide respetar horario laboral

"Se han identificado diversos impactos del trabajo remoto prolongado en las personas en sus dimensiones individuales, familiares y laborales, especialmente en su salud mental", dijo el rector Vivaldi a través de una circular para los trabajadores de la institución.

16 de Junio de 2020 | 18:57 | Por Consuelo Ferrer, Emol
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La Segunda (archivo)
"Ya se cumplen casi tres meses en que gran parte de nuestra universidad comenzó a desempeñar funciones de manera remota a causa de la pandemia de covid-19 que está afectando tan duramente al país. Sabemos que son momentos difíciles para todas y todos, y que las condiciones no son las óptimas en todos los casos, pero tenemos la certeza de que esta determinación es la más adecuada para resguardar la salud y bienestar de toda nuestra comunidad, sus familiares y entorno más próximo".

Así comienza la carta que el rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, le envió este lunes a los funcionarios, personal académico y colaboradores de la institución, que desde el pasado 18 de marzo está formalmente habilitada para trabajar a distancia. Además de agradecer "los esfuerzos y sacrificios realizados para cumplir, en un contexto tan adverso como el presente, con cada una de sus funciones de la mejor manera posible", Vivaldi admitió que la modalidad "tiene impactos en diferentes aspectos de la vida cotidiana".

En ese contexto, y con el fin de "gestionar condiciones laborales que compatibilicen el ejercicio de las funciones remotas con la realidad individual y familiar del personal", el rector instruyó a las jefaturas una serie de "medidas y recomendaciones" a través de una circular. El objetivo es "actualizar las formas y procesos de trabajo de manera participativa, con el fin de compatibilizar las labores esenciales con el apoyo y manejo correcto de los equipos".

"Si bien fue concebido como una medida excepcional, lleva más de 60 días de ejecución", se lee en la circular a la que Emol tuvo acceso. Allí se consigna que, conforme a lo señalado por especialistas, "se han identificado diversos impactos del trabajo remoto prolongado en las personas en sus dimensiones individuales, familiares y laborales, especialmente en su salud mental, considerando además que éste se realiza en un contexto de la epidemia covid-19".

"Considerando especialmente el impacto del trabajo remoto prolongado, las jefaturas de la U. de Chile, en orden a gestionar condiciones laborales que compatibilicen el ejercicio de las funciones en trabajo remoto con la realidad individual y familiar del personal académico y de colaboración que se encuentra desempeñando esta modalidad de trabajo, deberán atender las siguientes instrucciones", detalla el documento.

Sin llamados en hora de colación


Según la circular, las jefaturas tienen "el deber de asumir un rol activo en el cuidado de sus equipos", considerando "el cumplimiento de las normas laborales en conciliación con las características excepcionales de este tipo de trabajo". Esto implica considerar que todas las tareas sean compatibles "con una jornada laboral que se ejerce en un espacio doméstico, que se ve limitado y tensionado ostensiblemente en cuarentena".

Así, la rectoría instruye "dar flexibilidad horaria para el desarrollo de la jornada de trabajo, tomando en consideración los distintos roles que se encuentran ejerciendo" los trabajadores durante el día, incluyendo labores de cuidado de niños, adultos dependientes o adultos mayores. A eso se pueden sumar "tareas escolares, limpieza del hogar, abastecimiento y alimentación".

"El horario de colación es un derecho irrenunciable", por lo que "es necesario se considere su ejercicio dentro de un tramo horario razonable, que proteja los espacios familiares". "Es importante que se flexibilice y resguarde este espacio, evitando las llamadas telefónicas, emails o cualquier medio de contacto que interrumpa dicha instancia", dice el documento

También se destaca que el trabajo remoto "prolongado y confinado" y "realizado en espacios domésticos" no considera "una alternancia con el trabajo presencial", y que el espacio "no necesariamente se encuentra cabalmente adaptado para desarrollar teletrabajo". Esto vuelve necesario que se promueva, "como un espacio formal dentro de la jornada laboral", la "realización de pausas, para que cada persona pueda contar con los debidos descansos". El documento aconseja "al menos una durante la mañana y otra durante la tarde".

Asimismo, se recuerda que "el horario de colación es un derecho irrenunciable", por lo que "es necesario se considere su ejercicio dentro de un tramo horario razonable, que proteja los espacios familiares". "Es importante que se flexibilice y resguarde este espacio, evitando las llamadas telefónicas, emails o cualquier medio de contacto que interrumpa dicha instancia".

En ese sentido, también se consigna que "toda comunicación de índole laboral, a través de los distintos medios, preferentemente aquellos institucionales, debe ser efectuada dentro de la duración de la jornada laboral, salvo casos calificados de extrema necesidad o urgencia". Además se establece que las reuniones de equipo e individuales se deben definir con antelación, procurando "una comunicación genuina y fluida entre los miembros del equipo".

La circular además cuenta con una sección con "consideraciones en materia de discriminaciones de género". "Considerando que más del 50% del personal académico y de colaboración son mujeres, cada jefatura deberá tener presente no generar sesgos de género al interior de su equipo y/o de manera individual en el ejercicio de su rol de supervisión, propiciando la equidad en la distribución de las cargas del trabajo".
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