Fue en febrero de este año cuando la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (Bipe) de la PDI recibió el caso de R.I.G.U., un hombre de 43 años cuyo paradero aún se desconoce.
Tras casi cinco meses de investigación, el caso, que ya está caratulado como secuestro, ha implicado una serie de revelaciones que incluyen un intento de sicariato, ataques armados y un supuesto ajuste de cuentas.
Hasta el momento son tres las personas detenidas y en prisión preventiva. Sin embargo, acotan desde la policía civil, podrían ser entre seis y siete los involucrados en la desaparición de R.I.G.U.
"Podría haber sido cualquiera"
Los trabajos de búsqueda se ordenaron apenas se supo policialmente de la desaparición del hombre, quien tenía antecedentes por robo y según lo recopilado por la PDI se dedicaba a la sustracción de camiones con distinto tipo de carga.
"En el mes de febrero se dispuso la concurrencia por parte de la fiscalía Sur. Nosotros adoptamos las primeras diligencias por posible delito de secuestro de un ciudadano chileno que llevaba días desaparecidos", indicó a Emol el comisario y jefe de la Bipe, Juan Pablo Pardo.
Por ese entonces, la familia de R.I.G.U. había recibido un mensaje donde desconocidos les solicitaban el pago de $20 millones para la entrega del hombre. La transacción no se llevó a cabo y las primeras teorías comenzaron a surgir.
"Vimos que la víctima tenía antecedentes policiales y realizamos las averiguaciones correspondientes. La primera hipótesis indicaba un posible conflicto entre contrabandos de cigarrillos. Él había sustraído a unos contrabandistas la carga y después fuimos viendo otras hipótesis porque íbamos conociendo a la víctima", sostuvo Pardo.
$20Millones fue el pago solicitado a la familia de R.I.G.U.
Y agregó: "Vimos que era un avezado delincuente de la capital. Mantenía conflictos con distintos delincuentes de la zona sur, como La Legua, Lo Espejo, entonces podría haber sido cualquiera el que estaba detrás de la desaparición".
Disparo, ataque y sicariato
Las pesquisas continuaron, hasta el punto de determinar cuál fue el último lugar al que R.I.G.U. concurrió. Se trataba de una parcela en Chicureo donde él estaba alojando y la cual funcionaba como punto de encuentro de una banda a la que pertenecía, afirma la PDI.
La parcela en cuestión también habría sido el lugar en el que el desaparecido tuvo un conflicto con un compañero de delito, quien es además uno de los tres detenidos. Fue este episodio el que habría gatillado el secuestro.
"Pudimos detectar que había una banda que trabajaba con él y que hubo un conflicto. Él (R.I.G.U.), en primera instancia, le habría disparado en el pie a una de las personas que trabajaba con él porque le debía dinero por un robo que habían efectuado en San Antonio. Le dice que si no aparecía el dinero, lo iba a matar", detalló Pardo.
"Establecimos a ciencia cierta, con entrevistas, cruces de información y otras averiguaciones que realizamos, que él fue secuestrado en el domicilio de Chicureo en el mes de febrero. Fue trasladado a un domicilio en La Granja y posteriormente desaparece, ya no se tiene conocimiento donde pudo haber estado"
Comisario Juan Pablo Pardo
Sin embargo, añadió el policía, fue este sujeto, el que recibió el tiro en el pie, el que decidió vengarse. De hecho, previo a la desaparición habría buscado un sicario, de nacionalidad extranjera y que aceptara el pago de $4 millones, para asesinar al desaparecido.
Así también, se constató que semanas antes del secuestro "ya habían atentado contra R.I.G.U. y lo confundieron con el hijastro", a quien le dispararon y quedó con heridas de gravedad.
"Establecimos a ciencia cierta, con entrevistas, cruces de información y otras averiguaciones que realizamos, que él fue secuestrado en el domicilio de Chicureo en el mes de febrero. Fue trasladado a un domicilio en La Granja y posteriormente desaparece, ya no se tiene conocimiento donde pudo haber estado", aseveró el comisario.
"Ahora estamos haciendo diversos trabajos con el movimiento de celulares para ver si podemos ubicar puntos georreferenciales de esos días, seguir la historia y encontrarlo", cerró Pardo.
La semana pasada se concretó la detención de tres personas, aunque la PDI estima que serían entre seis y siete los implicados. Uno de ellos confesó los hechos. Al grupo se les imputaron los delitos de secuestro extorsivo, homicidio calificado frustrado con pago de sicariato e infracción a la ley de armas ya que al momento de la captura tenían una pistola, una subametralladora, una escopeta de aire comprimido, especies de Carabineros y Gendarmería, además de dinero en efectivo.
"El tribunal ha establecido la existencia de los delitos formalizados, así como también la existencia de presunciones fundadas de participación respecto de cada uno de los imputados", dijo el persecutor de Crimen Organizado de la fiscalía Sur, Cristián Suárez.
Todos quedaron en prisión preventiva.
