Juan Illanes en 2010, junto a su familia. (Foto de archivo)
El Mercurio
Exactamente un día como hoy, 5 de agosto pero de 2010,
se produjo el derrumbe en la mina San José, en la región de Atacama. El hecho dejó a 33 mineros atrapados a 720 metros de profundidad, durante 69 días. A una década del mediático hecho, y pese a la cohesión inicial del grupo, todos han tomado caminos diferentes.
El exminero Juan Illanes -el tercero en emerger de la tierra durante el rescate del 13 de octubre- es uno de quienes ha tomado una distancia, particularmente en la forma de reflexionar ante lo ocurrido. Trabajó un tiempo más en minería, postuló a la alcaldía de Chillán Viejo, fue voluntario en una misión de paz en Haití, y actualmente realiza charlas motivacionales en el Museo de Colchagua. Además, tampoco formó parte de la demanda de sus compañeros contra el Estado chileno.
"Ellos siguen con su historia de siempre, que los dejaron tirados, que nadie los atiende, que les falta esto y lo otro; no lo comparto. Todos tenemos que trabajar, cada uno debe buscar el sustento"
Juan Illanes, exminero de la mina San José
Si bien reconoce que estar dispuesto a avanzar "no es fácil", enfatiza en que sus compañeros no quieren hacerlo. "Para mí es claro, ellos no quieren avanzar", señala a El Mercurio de Valparaíso. A una década de lo ocurrido, sostiene que la relación también es distante: "eventualmente por ahí nos juntamos, pero cuando uno llama, rara vez responde. Están parados en otra línea, y tú perfectamente sabes que conmigo no se miran bien. Yo tampoco voy a hacerlos reír, ya no es mi tema. Tengo que velar por mis cosas, por mi gente, por lo mío".
Illanes también afirma que como grupo no hubo una iniciativa de hacer algo por los 10 años del rescate. "Parece ser que viven en un mundo a parte. Y tampoco voy a romper esa burbuja. Que lo vean ellos. No maduraron. Esa es la verdad de las cosas. Se perdió la oportunidad de su vida cada uno de ellos. Y junto con eso, cerraron puertas para todo el grupo, porque faltó esa visión futurista, faltó aportar, compartir, faltó eso que estuvo abajo y se perdió (...) por egos personales, principalente".
Según cuenta, vio esta misma semana, en Facebook que sus excompañeros "seguían con lo mismo. Ellos siguen con su historia de siempre, que los dejaron tirados, que nadie los atiende, que les falta esto y lo otro; no lo comparto. Todos tenemos que trabajar, cada uno debe buscar el sustento. La etapa del cineasta y la fama ya fue, esa es mi postura", señala.
"A 10 años ya todo el mundo tiene claro qué hacer, todos han crecido, el que tiene 19 ahora tiene 29. Entonces, es tiempo suficiente como para madurar. No podemos estar todo el tiempo dependiendo del papá. No comparto eso y menos comparto los temas judiciales, en absoluto, no son mi terreno", complementa.
Consultado por si la experiencia que ellos vivieron sirvió de algo al país, Illanes plantea que "no sé si hubo cambios en el país", pero reconoce que "luego de lo ocurrido en la mina San José, el tema de la prevención ya es masivo (...) ahora las exigencias son mayores. Los pirquineros hoy para operar tienen la asesoría de Sernageomin, porque se insertó en ese minuto fuerte para la asesoría de manipulación de explosivos, y eso incluía el traslado desde el lugar de la compra hasta el yacimiento. Así que, en ese sentido, sí sirvió", zanjó.
