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Santiago: Domingo 01 de septiembre del 2024 | Actualizado 01:46
Primer paro indefinido. No sólo Salvador Allende y su gabinete tomaron conciencia de su poder, sino también la Confederación de Dueños de Camiones liderada por León Vilarín, que nunca pensaron que su convocatoria permearía a todos los gremios empresariales, de trabajadores y el resto de la población.
La medida partió como una protesta ante los problemas de los transportistas, y en especial a un proyecto aprobado por Corfo-Aysén, de crear una empresa estatal que concentraría al transporte terrestre, aéreo y marítimo de esa provincia, que se interpretó como un plan para terminar con el transporte privado que llegaría hasta Arica. Pero también fue definido como una defensa de los derechos de toda la actividad privada.
Al día siguiente del paro, una patrulla de Investigaciones llegó hasta la sede de la Confederación, ubicada en Almirante Barroso, y detuvo a Vilarín junto a otros tres dirigentes: Guillermo Satt, Jorge Álvarez Agero y Eduardo López. "Estuvimos 17 días presos en la Cárcel Pública, primero en una pieza de dos por dos con una letrina en el medio. Después nos llevaron al corredor número 13, con dos asesinos", cuenta Álvarez, quien se desempeñaba como secretario general.
Las organizaciones que representaban a los miles de paralizados manifestaron que las negociaciones con el Gobierno se efectuarían a través del Comando de Defensa Gremial, que presentó el "Pliego de Chile". A lo que el Presidente respondió por cadena que el pliego tenía puntos políticos inaceptables.
Asumió un nuevo gabinete, con el comandante en jefe del Ejército, Carlos Prats, en Interior, quien al día siguiente comunicó la decisión de terminar con el paro.
El presidente del Comercio Detallista, Rafael Cumsille, anunciaba que las tres semanas de paralización habían concluido. Según Álvarez, eso fue resultado de una reunión de él y Vilarín con Allende en Tomás Moro, a donde los llevaron desde la cárcel. Allí presentaron siete peticiones y se determinó que la solución definitiva de las peticiones de los gremios sería estudiada en una comisión que presidiría Prats. Entre ellas estaba la normalización de empresas como Andina, Soprole y la Compañía de Gas.
Nuevo año, nueva crisis. Como el Gobierno insistía en la idea de controlar los camiones, la Confederación entró en estado de alerta y empezó a prepararse para un paro definitivo: la orden era empezar a apertrecharse en los campamentos a lo largo de todo el país.
Inicia la paralización extendiéndose por 52 días, hasta el Golpe Militar. El dirigente Jorge Álvarez recordaba que su gremio fue vital para que no liquidaran empresas como la Papelera.
"Después de tantos días de paro, estábamos quebrados. No teníamos créditos ni posibilidad de renovar vehículos; nos mantuvimos con las cadenas de solidaridad de la gente y ollas comunes para nuestras familias. Fui secretario general del gremio durante 15 años y jamás supe que nos llegara plata. Vilarín tenía dos camiones y yo uno", recordó el dirigente. En ese entonces la mayoría de los socios no pasaba de uno o dos vehículos y las grandes empresas estaban entre 10 a 15.
Aproximadamente 200 camioneros y repartidores de bebidas que prestaban servicios a Embotelladora Andina paralizaron sus funciones en señal de repudio y dolor por el asesinato del chofer de su agrupación, Ernesto Riquelme Espinoza, de 49 años, ultimado por delincuentes luego de ser asaltado en el interior de la Población Santa Adriana.
Liderados por su Presidente, Héctor Moya, la Confederación de Dueños de Camiones llegó a realizar un paro nacional de 60 horas con el fin de exigir el cumplimiento del acta de 1999. La organización es calificada por la prensa, como "el sector del transporte más conflictivo para las autoridades"
La Federación de Camioneros del Centro-Sur comenzó un paro de "advertencia" ante la "nula respuesta del Gobierno a su petitorio de cinco puntos y la negativa del ministro del Transporte a recibirlos". Entre las medidas pedidas está la eliminación del impuesto a los combustibles para el sector.
Camioneros de Arica bloquearon el ingreso y salida de cargas de la ciudad.
El movimiento Confederación de Dueños, liderado por Valericio Maturana, realizó una convocatoria a protestar en contra de la resolución de la Dirección del Trabajo que regulaba la jornada laboral de los conductores.
En detalle, el subsecretario Julio Valladares expresó que el movimiento de carga era normal en el país, registrando sólo algún grado de adhesión a la salida de Chillán y Llanquihue, con 50 a 100 vehículos detenidos.
Camioneros pararon durante dos días, bloqueando los principales puertos del norte y centro del país. Su protesta se definía como multicausal, buscando mejores condiciones laborales, frenar las excesivas multas y largas esperas por inspecciones, entre otros.
Camioneros intentaron llegar a La Moneda; sin embargo, el gobierno no les dio autorización para entrar a la Región Metropolitana. Camiones impiden el paso en la Ruta 5 sur a la altura de Angostura esperando una respuesta del Ministro Jorge Burgos.
Por la tarde el gobierno autoriza la pasada de seis camiones por frente a La Moneda, mientras se registraron incidentes con peatones en los alrededores del palacio.
Camioneros se movilizaron en peajes de rutas 68 y 78 en protesta por precios de peajes.
Se inicia en Chile un paro indefinido e internacional de camioneros. A la medida de presión se sumarían conductores de al menos cinco países de Sudamérica.
Una treintena de transportistas se instaló en la Ruta 5 Norte, en dirección al paso Chacalluta, fronterizo con Perú, y otros comprometieron su llegada durante la madrugada. Carabineros dispuso dos cordones de seguridad: uno en la rotonda Lluta y otro en el acceso al aeropuerto. El paro finaliza el 28 de Junio.
