Las profesionales elaboraron el informe el año 2016.
El Mercurio (archivo)
En medio de las audiencias que realiza la comisión encargada de revisar la acusación constitucional en contra de la ministra de la Corte de Apelaciones de Valparaíso,
Silvana Donoso, hoy fue el turno de escuchar a la
psicóloga y trabajadora social de Gendarmería, Karen Serrano y Daniela Madariaga respectivamente.La dupla de profesionales estuvo a cargo de entrevistar y elaborar el informe que se presentó como antecedente a la comisión de jueces-liderada por Donoso- en donde se recomendó el año 2016 que no era apropiado otorgarle la libertad condicional a
Hugo Bustamente, quien ese momento cumplía condena por dos homicidios y que ahora es señalado como el responsable de la muerte de
Ámbar Cornejo.Ambas ante los diputados explicaron a modo de contexto que conocían al reo ya que trabajaban en el mismo módulo y a la hora de redactar el documento se consideraron entrevistas, sus registros de escolaridad, contactos familiares y el registro de sentencia, entre otros.
Asimismo defendieron que el texto se hizo "a conciencia" y de manera "profesional" descartando que se haya hecho un "copy paste" respecto a distintos evaluados, y aseguraron que "responden a lineamientos establecidos establecidos por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos".
La trabajadora social destacó que su labor no era hacer una recomendación explícita respecto a si le correspondía o no la libertad, pero "al leer el informe queda claro" cuál era el perfil del sujeto.
"La conclusión fue muy categórica: señalamos en síntesis que él estaba en un estadio de precontamplación. Esto quiere decir que este estadio de motivación es parte de un modelo transteórico del cambio el cual busca comprender qué, cómo y cuándo cambian las personas. El estado de precontemplacion es la primera fase en la cual las personas no están interesadas en cambiar, ni tomar acciones en el futuro cercano y nosotras hicimos mención en el informe", dijo Serrano.
Mientras que la psicóloga detalló que Bustamente tenía un coeficiente intelectual "promedio". "Sin dificultad para entender, sin embargo, en cuando da la entrevista demora un poco más en elaborar o ingeniar las respuestas. Por otro lado, es muy impulsivo, poco sensato, con dificultad para anticipar las posibles consecuencias de sus actos, minimizaba la responsabilidad de los delitos".
"Respecto a su conciencia de delito, si bien él la reconocía, no negaba en ningún momento la no posibilidad de no volverlo a repetirlo. De hecho, él se molestó mucho y nos dice que hablar del tema le incomoda. En relación a la conciencia de daño, solo se refiere a sus daños personales, por estar en reclusión, pero nada de la víctima"
Psicóloga de Gendarmería
A juicio de Madariaga, el imputado en el caso Ámbar en el año 2016 en el plano afectivo "si bien lograba adecuarse al régimen interno y logra relaciones, estas son muy superficial. No había compromiso afectivo. Además demostraba cierta actitud de grandiosidad y carece de empatía".
"Respecto a su conciencia de delito, si bien él la reconocía, no negaba en ningún momento la no posibilidad de no volverlo a repetirlo. De hecho, él se molestó mucho y nos dice que hablar del tema le incomoda. En relación a la conciencia de daño, solo se refiere a sus daños personales, por estar en reclusión, pero nada de la víctima", apuntó la profesional.
