El vocero Rodrigo Curipan.
El Mercurio (archivo)
"Ante la situación grave de salud, la preocupación de la familia y la petición explícita de las comunidades mapuche, tanto de Malleco como de otros territorios, nosotros hemos accedido a que esta situación quede sujeta a la determinación de los prisioneros políticos que seguramente van a considerar este esfuerzo (...) En este momento, se le ha comunicado a los prisioneros políticos mapuche que la movilización hasta aquí llegaría".
Fueron las palabras del vocero de los doce presos mapuche que llevan 123 días en huelga de hambre en Angol, Rodrigo Curipan, quien comunicó lo que sería el fin de la protesta, lo que fue resuelto por las familias y comunidades mapuche y quedará sujeta a la determinación de los afectados. La decisión se tomó ante "la gravedad de la salud en la que ellos hoy día se encuentran" y "los días de huelga que ya se llevan", pero no por haber alcanzado un acuerdo con el Estado.
"Hemos observado la falta de voluntad del Gobierno para resolver justamente las demandas políticas que no sólo resolverían el asunto particular de cada uno de los prisioneros políticos mapuche, sino que además vendría a resolver gran parte de lo que es hoy día la demanda política mapuche", expresó Curipan en una conferencia de prensa. "Es el Gobierno quien ha faltado al diálogo, quien lamentablemente no ha tenido la capacidad de abordar una conversación de alto nivel político de manera bilateral con los mapuche".
La movilización ha tenido como objetivo pedir la "aplicación efectiva" de lo contenido en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), considerado como el principal instrumento internacional sobre derechos de los pueblos indígenas y que establece derechos carcelarios. "Estamos hablando de un instrumento internacional, en el cual el Gobierno tenía la obligación de buscar mecanismos de cómo se pudiera aplicar, entendiendo que fue ratificado el 2008", expuso el vocero mapuche.
"A la fecha, van 12 años en los que hemos observado que prácticamente los tribunales chilenos han omitido de manera racista y discriminatoria la aplicación, cada vez que un mapuche es sometido a procesos penales y cada que han sido condenados, y se ve en materia penitenciaria: no observamos allí ningún cumplimiento de parte del Estado en relación a cómo debiera ser la aplicación del 169 de la OIT", agregó Curipan.
A pesar del inminente fin de la huelga de hambre, el representante mapuche señaló que "se vienen movilizaciones que se van a intensificar en distintos territorios" siguiendo la misma demanda. "Le hemos pedido que determinen no continuar con esta movilización, en vista de que el Gobierno no ha tenido la voluntad política para abordar de manera efectiva la aplicación del artículo 169 de la OIT", precisó.
La noticia fue recibida de forma positiva por el Gobierno. "La decisión de bajar su huelga de hambre hecha por los comuneros de Angol es una gran noticia", dijo a través de su cuenta de Twitter el ministro de Justicia, Hernán Larraín. "Seguiremos con el diálogo y reiteramos el compromiso de profundizar la aplicación del Convenio 169 respecto de cómo abordar la situación de personas condenadas de pueblos originarios", añadió.
