EMOLTV

¿La ciudadanía todavía confía en los expertos?: El "matiz" del anti-elitismo post estallido

La encuesta realizada por Ipsos y Espacio Público señala que la población prefiere, en primer lugar, que la nueva Constitución sea escrita por "expertos constitucionalistas", una opción que ya se había reflejado en mediciones anteriores.

04 de Noviembre de 2020 | 08:03 | Por Consuelo Ferrer, Emol
imagen

Votaciones en el Estadio Nacional.

Aton
A principios de noviembre de 2019, el Núcleo Milenio en Desarrollo Social (Desoc), el Centro de Microdatos de la U. de Chile y el Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES) publicaron los resultados del "Termómetro Social", una medición que mostró que un 80% de la población consideraba importante cambiar la Constitución, y que tres de cada cuatro personas preferían que la redactara una asamblea constituyente. Un 14,7% se inclinó porque la escribiera un grupo de expertos, y solamente un 3,4% respaldó la idea de que lo hiciera el Congreso.

Casi un año después, la ciudadanía reafirmó ese pulso con un contundente resultado: la Convención Constitucional se impuso por un 79% y, a cinco meses de la elección de los convencionales, los estudios vuelven a mostrar un rechazo por la política institucional y una simpatía por la academia. Según la encuesta realizada por Ipsos y Espacio Público para entender el perfil de constituyentes que la ciudadanía busca, un 53% de la población prefiere que sea una persona experta en temas constitucionales.

"Me llamó la atención que sea el perfil más valorado por todos los estratos socioeconómicos y por todas las categorías sociodemográficas en las cuales está dividida la encuesta: hayas votado Apruebo o Rechazo, seas hombre o mujer, independientemente de tu edad o tu posición política. En todos los perfiles sale en primer lugar la persona experta en temas constitucionales, y eso me llama la atención. Yo no lo habría esperado", comenta a Emol el académico de la Escuela de Gobierno de la U. Adolfo Ibáñez, Daniel Brieba.

El analista explica que, a partir del 18-O, se ha identificado en el movimiento social un componente "anti-elitario" fuerte. "Es un momento populista, en el sentido de un pueblo que reclama para sí la soberanía contra las élites que han dirigido los destinos del país. Esa élite es principalmente política y económica, pero también se tendió a asumir —por lo que ha pasado en países como Inglaterra y EE.UU.— que ese movimiento anti-elitario era también anti-expertos, porque los expertos son profesionales de alto nivel a los cuales les ha ido muy bien con el sistema actual", expone Brieba.

"De esta encuesta se rescata la idea de que la gente diferencia entre el mundo político junto al poder empresarial, y el conocimiento como tal. Pareciera que no están metiendo a los expertos en el mismo saco, y eso le da un matiz a este anti-elitismo: entonces no es tan absoluto. En cambio, la idea de que esto es una rebelión contra el poder económico y político queda clarísima en la encuesta", añade Brieba. "Me parece que la gente entiende esto no como una elección más, sino como un momento especial, una cosa específica que quieren que se haga bien".

Un signo de "madurez cívica"


Precisamente gracias al "Termómetro social" es que a la académica del Instituto de Asuntos Públicos de la U. de Chile, María Cristina Escudero, no le sorprendieron demasiado los resultados de la última encuesta. "Ahí se veía con claridad un rechazo a las autoridades políticas, y después de la asamblea constituyente venían los expertos", recuerda. "Eso ya nos daba una muestra de que lo que la ciudadanía quería era un proceso abierto, transparente, donde participara gente con la que pudieran identificarse".

A su juicio, "ya se veía una valoración a la expertise". "La gente se pone en el lugar de tener que hacer una nueva Constitución y no sabe por dónde empezar", dice. "También me parece esperable que, con la legitimidad que tienen las instituciones políticas actuales, la ciudadanía piense en un proceso constituyente de una forma distinta a como se ha hecho política en la actualidad, que es lo que rechazan. Parte de lo que provoca el proceso constituyente es la crisis institucional y de representación", comenta.

"Habla bien de la ciudadanía que no crea que por ser un rostro conocido va a poder hacer una buena labor en el proceso constituyente (...) Los candidatos van a tener que convencer a la gente de los saberes que los hacen meritorios de ser representantes"

María Cristina Escudero
La gente, insiste Escudero, no se siente representada "por el proceso de toma de decisiones". "Esto quiere decir que las instituciones, partidos y actores políticos más visibles toman decisiones que se alejan de lo que la ciudadanía está esperando. No es que no tomen, sino que las que las toman no son las esperadas. Por eso es de esperarse que, cuando piensen en una nueva Constitución, su expectativa sea que si están esos mismos actores, entonces la Constitución va a estar alejada de lo que esperan", comenta.

Eso explicaría también, señalan, que la encuesta de Ipsos y Espacio Público muestre que además de no confiar en personas con trayectoria política o experiencia en cargos públicos, la ciudadanía también desconfía de personas conocidas, como actores o músicos, y de empresarios o emprendedores exitosos. "Si uno lo piensa, ese es el Congreso actual: una colección de militantes de toda la vida, de alguna gente que puede venir del mundo empresarial y de rostros de TV", apunta Brieba.

Para Escudero es una señal esperanzadora. "No me sorprende, pero me parece que habla bien de la ciudadanía que no crea que por ser un rostro conocido va a poder hacer una buena labor en el proceso constituyente", asegura. "Los resultados van a abrir un debate que va a tener que ser profundo: los candidatos van a tener que convencer a la gente de los saberes que los hacen meritorios de ser representantes", apunta.

Lo analiza también como un signo de que la ciudadanía "se ha tomado en serio este proceso". "Se vio por la seriedad con la que fue a votar: no hubo incidentes ese día, la gente fue muy ordenada para hacerlo y el voto en el mundo más urbano fue muy superior al de otras elecciones. Eso indica que se movilizó a gente nueva y esa gente está informada, es gente que ha debatido y que vio la importancia de tener una nueva Constitución. Eso habla de cierta madurez cívica", cierra.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?