El Consejo de Ministros para la Sustentabilidad aprobó esta semana la creación de dos nuevos santuarios de la naturaleza en el norte y sur del país: El Humedal Costero de Totoral ubicado en la Región Atacama, y el Parque Katalapi en la Región Los Lagos.
Ambos pertenecen al Plan Nacional de Protección de Humedales 2018-2022, sumándose a las 220 mil hectáreas ya protegidas, que contienen objetos de conservación como el desierto florido y el bosque valdiviano, además de especies clasificadas en categorías de conservación.
Las dos solicitudes de creación de estos nuevos santuarios de la naturaleza contaron con el apoyo de comunidades de la zona, organizaciones sociales, servicios públicos, universidades, escuelas y vecinos del sector.
Respecto del Humedal Totoral, la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, comentó que "este ecosistema alberga una biodiversidad de especies de gran relevancia y representa parte del patrimonio cultural debido a la presencia de sitios arqueológicos, así como el desarrollo de prácticas tradicionales y la posibilidad de educar ambientalmente a las comunidades locales".
Según dijo, esto "hace que su conservación y gestión a largo plazo sea clave, actividad que se realizará con el apoyo de los vecinos y organizaciones presentes en la zona para asegurar su protección".
El área asociada al humedal y sus alrededores alberga un importante número de especies de flora, además de proporcionar una gran diversidad de alimento, refugio y descanso para la fauna que habita el lugar. Incluso en los sectores de quebradas interiores, se han registrado zonas de transición para mamíferos, como el zorro, puma y el guanaco, y una avifauna particular en comparación a las otras unidades de paisaje.
El Humedal Costero de Totoral se ubica en pleno desierto de Atacama, a 89 kilómetros aproximadamente al sur de Copiapó. Es uno de los escasos humedales costeros del norte de Chile, y comprende una superficie aproximada de 368,7 hectáreas, con especies de aves que están en lo más al norte de su distribución. El humedal se conecta con la quebrada de Totoral, la cual alberga distintas especies asociadas al fenómeno del desierto florido.
Por su parte, el Parque Katalapi se alza como refugio para una gran diversidad de flora y fauna nativa propia del bosque valdiviano y humedales, tales como el monito del monte y diversas aves que habitan en este espacio marcado por la presencia de abundantes helechos, de acuerdo al Ministerio del Medio Ambiente.
"Es un área que corresponde a un ecosistema representativo de la zona de bosque nativo de la ecorregión de bosque valdiviano, uno de los más degradados en la región de Los Lagos, debido a la histórica intervención antrópica", señaló la cartera.
Sobre este tema, la ministra Schmidt destacó que "estos ecosistemas albergan una biodiversidad de especies de gran relevancia, representan parte del patrimonio cultural debido a la presencia de sitios arqueológicos, así como el desarrollo de prácticas tradicionales y la posibilidad de educar ambientalmente a las comunidades locales, lo que hace que su conservación y gestión a largo plazo sea clave, actividad que se realizará con el apoyo de los vecinos y organizaciones presentes en la zona para asegurar su protección".
