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"Basura covid": La otra "pandemia" generada por las toneladas de desechos domiciliarios y en recintos asistenciales

Guantes, mascarillas y envases de desinfectantes son sólo algunos de los tantos elementos que terminarán en vertederos y mares.

15 de Noviembre de 2020 | 12:15 | Por Daniela Toro, Emol
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Mascarilla tirada en la calle, centro de Santiago.

Emol
"Cerca del 75% del plástico generado por la pandemia de covid-19 como mascarillas, guantes y botellas de desinfectante para manos se convertirá en desechos que llegarán a vertederos y mares, con un grave costo para el medio ambiente y la economía".

Así de tajante es la observación que hizo la ONU en julio, donde si bien destaca que las cuarentenas generaron un 5% de disminución en los gases de efecto invernadero, el mundo sigue enfrentado al problema del plástico, la "otra pandemia" antes del propio coronavirus.

Según un estudio de Environmental Science & Technology, el mundo está utilizando aproximadamente 129 mil millones de máscaras desechables y 65 mil millones de guantes desechables cada mes durante la pandemia. Esto no sólo ha provocado una contaminación ambiental generalizada, sino que también presenta un riesgo significativo para la salud pública, ya que este desecho sirve como vector para el virus, que puede mantenerse activo hasta 3 días en la superficie de este tipo de materiales, en este caso, EPP (Elementos de Protección Personal).

Y hay un problema más serio: "el 99,9% de los materiales que se ocupan en la elaboración de estos elementos de protección personal contra el covid-19 son polímeros de origen artificial, por lo que no son biodegradables", según aclara Diógenes Hernández Espinoza, químico perteneciente al Instituto de Química de Recursos Naturales de la Universidad de Talca.

El plástico también llega por delivery


De acuerdo con la ONU, los residuos hospitalarios o de uso doméstico de EPP son sólo una parte de la historia. El distanciamiento social también ha generado una avalancha de productos enviados diariamente a hogares, es decir, el conocido delivery.

Estos elementos vienen "envueltos en una gran cantidad de envases, a medida que los consumidores recurren cada vez más a las compras en línea y a la comida para llevar".

Por ejemplo, durante el confinamiento de ocho semanas de Singapur, el cual se empezó a levantar el 1 de junio, los 5,7 millones de residentes de la ciudad-estado desecharon 1470 toneladas adicionales de envases de plástico de comida para llevar, revela una encuesta citada por el periódico Los Angeles Times.

Impacto a nivel local y la normativa vigente


Fundación Basura", organización chilena dedicada a educar, asesorar e investigar sobre el problema de la contaminación, recoge las palabras de Eduardo Pinto, Gerente Comercial de la empresa Veolia, encargada del transporte y procesamiento de residuos especiales, quien en el Webinar "Desafíos en la Gestión de Residuos Hospitalarios en tiempos de Covid", detalló que en los centros de salud "las bolsas de este tipo de residuos aumentaron de 5kg a 12kg en promedio durante el desarrollo de la pandemia". El representante agregó que "los residuos contaminados o especiales aumentaron en un 230%".

40%ha aumentado la generación de residuos especiales el primer semestre de 2020, en comparación a mismo periodo de 2019
Desde el Minsal, señalaron a Emol que "durante el primer semestre de este año, considerando el contexto de pandemia, se observa un aumento de un 40% en la generación de residuos especiales, en comparación con el mismo periodo del 2019".

Además, aclararon que las condiciones sanitarias y de seguridad en el manejo de los residuos generados en los establecimientos de atención de salud, están establecidas en el Reglamento sobre Manejo de Residuos de Establecimientos de Atención de Salud (REAS), Decreto Nº 6 del año 2009.

Allí se establece que dichos residuos se clasifican en las siguientes categorías: residuos peligrosos; residuos radioactivos de baja intensidad; residuos especiales o potencialmente infecciosos; y residuos sólidos asimilables a domiciliarios. Esto, según el riesgo que los residuos pueden presentar para la salud de la población.

El procedimiento para la manipulación de estos residuos establece que, al momento de su generación, "estos deber ser segregados y almacenados en contenedores, según sus características o riesgos (peligrosos, radioactivos, especiales o potencialmente infecciosos y asimilables a residuos sólidos) para luego ser transportados hasta instalaciones que cuenten con autorización sanitaria para su eliminación", señalan.

En abril de este año se emitió un documento para instruir a la Red Asistencial respecto del manejo de residuos, tales como guantes y mascarillas desechables, utilizados por el personal de salud durante la atención de pacientes con covid-19, y que, de acuerdo a las recomendaciones de la OMS, deben ser manejado de acuerdo a las normas de a la categoría de residuos especiales o residuos potencialmente infecciosos.

Medidas en los municipios


El tema de los desechos domiciliarios de estos elementos también ha sido foco de preocupación en los municipios. Por eso, en algunos lugares comenzaron a instruir a la población a separar sus desechos, con el fin de resguardar la salud tanto de la comunidad, como de los propios recolectores de basura.

4.424kilos de residuos de EPP se generaron entre abril y octubre en la comuna de Santiago
En Antofagasta, por ejemplo, el Municipio lanzó a finales de septiembre una campaña para que las personas separen los residuos sanitarios del resto de los desechos, idealmente poniéndolos en doble bolsa reciclable, y rociar con cloro las mismas.

Desde la Municipalidad de Santiago, también han instruido a los vecinos a realizar acciones responsables, las que según el alcalde Felipe Alessandri, ha traído buenos resultados. Esto es sumamente relevante, considerando que "entre abril y octubre se generaron 4.426 kilos de residuos como mascarillas, guantes quirúrgicos, pecheras y gorros, entre otros elementos de protección personal, contabilizando los recintos municipales. Estos residuos se almacenan en contenedores especiales y separados de otros, luego son retirados por una empresa especializada en la gestión de este tipo de material".

Además, cuando comenzó la pandemia, la Dirección de Aseo del Municipio redobló sus esfuerzos para evitar la acumulación de basura y otros desechos en las calles.

En busca de soluciones


Ante esta realidad, la OMS ha diseñado un protocolo para el manejo de residuos covid-19. La tercera versión del documento, titulada "Agua, saneamiento, higiene y gestión de desechos en relación con el SARS-CoV-2", entrega "orientaciones provisionales" para que los países enfrenten este tema.

El texto señala que "muchas ciudades informan de un gran aumento (hasta cinco veces mayor volumen que antes de la pandemia) de los desechos médicos generados en los hospitales, especialmente por el uso de EPP. Por consiguiente, es importante aumentar sin demora la capacidad de manipulación y tratamiento de esos desechos de la atención sanitaria".

Por eso, sugieren "adquirir nuevas capacidades de tratamiento de desechos, preferiblemente mediante tecnologías alternativas como la esterilización en autoclave o la incineración a alta temperatura, y establecer sistemas para garantizar su funcionamiento sostenido", destacan. En otros casos, también recomiendan enterrar los residuos hasta que se puedan tomar otras medidas más sostenibles. Además, no recomiendan la desinfección química, puesto que no se ha demostrado que sea una medida segura o eficiente.

Si bien estas son recomendaciones, los países deben adecuarlas a sus propias realidades y recursos. Es ahí donde las fundaciones han intentado colaborar con el proceso de crear conciencia, especialmente para que los ciudadanos sean quienes aporten con una cuota para despejar el problema.

Fundación Basura, por su parte, plantea que aún es necesario el desarrollo de políticas públicas para mejorar esta realidad. Aun cuando existe la Ley de Fomento al Reciclaje (REP), enfatizan en que "se enfoca en productos y no en establecimientos. La ley funciona como un referente de gestión que no conlleva obligaciones específicas para el sector de la salud, por lo que una gestión circular dependerá del equipo directivo de hospitales y clínicas".

Es por eso que queda camino, en todos los sectores. Por ejemplo, comenzando con un estudio a nivel nacional "que evalúe el desempeño de los sistemas de gestión de residuos durante la pandemia y cuantifique el efecto particular en los rellenos sanitarios y capacidad de las empresas gestoras es un primer paso que nos permitiría identificar los puntos críticos para avanzar en el diseño de sistemas más sostenibles y resilientes", destacan.
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