Ante la fiscal regional de Valparaíso, Claudia Perivancich, y el persecutor Claudio Rebeco declaró a las 15:30 horas, del pasado 17 de noviembre, el ex ministro del Interior Gonzalo Blumel. Lo hizo para entregar su versión judicial en la que reconstruyó su actuación, la del Presidente Sebastián Piñera y del alto mando de Carabineros durante la crisis social, en el marco de la investigación iniciada por una querella presentada en su contra y otras autoridades del Gobierno, por delitos de lesa humanidad debido a los civiles lesionados en ese período.
Su declaración es clave, porque estuvo prácticamente en toda la crisis social a cargo del Ministerio del Interior, entre el 28 de octubre de 2019 y el 28 de julio de 2020.
"Diga usted si el Ministerio del Interior impulsó acciones para favorecer el conocimiento y capacitación de los funcionarios de Carabineros acerca de esta nueva normativa (circular 1.832 sobre uso proporcional de la fuerza)", preguntó la fiscalía al inicio del interrogatorio. "Desde que se dicta esta normativa se llevan a cabo acciones para dar a conocer la nueva regulación entre los funcionarios de Carabineros. El 29 de octubre recién asumido como ministro del Interior, me reuní con las policías -Carabineros y la PDI- reforzando, desde el Gobierno, le necesidad de que se cumplieran estrictamente las reglas del uso de la fuerza respetando las garantías individuales", respondió Blumel.
Agregó que se reforzó la normativa, porque se "trataba de un protocolo nuevo". Y que "procuramos cumplir la primera exigencia del director del INDH que públicamente pidió que se diera cumplimiento a estos protocolos. Además, el tema de las violaciones de DD.HH. en el país se había instalado en el debate. De hecho el 5 de noviembre de 2019, por oficio, solicité al director del INDH detalle sobre las querellas presentadas para contar con información detallada que permitiera adoptar medidas preventivas".
Presidente Piñera y alto mando
Al ser consultado sobre las actuaciones de la policía uniformada, sus reuniones y coordinaciones, el ex ministro dijo que eran presenciales o por videoconferencia o "mediante instrucciones impartidas desde el alto mando" hacia abajo. Que no le consta que la Central de Comunicaciones de Carabineros (Cenco) se usara como lugar para estas reuniones, pero "en las oficinas de la Dirección General de Carabineros en calle Zenteno existe una central de monitoreo dependiente del director de Orden y Seguridad, general (Ricardo) Yáñez (hoy general director) y su equipo".
"¿Qué intervención le cupo, en particular, al Presidente de la República en este nivel de coordinación, en igual período?", le preguntaron los fiscales que buscan determinar acciones u omisiones en este caso.
Y Blumel contestó: "El Presidente como Jefe de Estado obviamente sostuvo reuniones con el alto mando para reforzar los mismos lineamientos: recuperar el orden público con apego a los protocolos y respeto a los derechos individuales". Sin embargo, descartó la intervención del Gobierno a nivel estratégico u operativo. "No hubo intervención en el diseño de las estrategias de control de orden público, porque le insisto que es un tema de competencia técnica de las policías. Solo reuniones de coordinación", aseguró.
También explicó decisiones generales que adoptaron: "En ese marco, por ejemplo, el Ejecutivo le solicitó a Carabineros aumentar el personal operativo y de acuerdo a ello Carabineros adelantó el egreso del personal operativo de sus escuelas de formación. Lo mismo respecto de la adquisición de carros lanza agua, vehículos de reacción táctica, capacitación, reentrenamiento, etc.".
¿Por qué mantuvo a Rozas y a Yáñez en sus cargos?
La responsabilidad de mando en Carabineros también es materia de investigación de la fiscalía, por lo que le solicitó al ex ministro explicar si estas se hicieron efectivas, en base a la circular N° 1.832 sobre uso proporcional de la fuerza. Sobre todo, si se evaluaron: "Sí, por cierto hubo evaluaciones respecto de la responsabilidad del alto mando de Carabineros".
"Esa evaluación se hizo entre el ministro del Interior, el subsecretario del Interior y se hizo una propuesta al Presidente de la República para introducir cambios en dos áreas neurálgicas: Fuerzas Especiales e Inteligencia. De hecho, el 11 de diciembre de 2019, anuncié el cambio de estructura de funcionamiento de FF.EE. que dependía del general Jorge Ávila y el general Rodrigo Ramos, director de Planificación y Desarrollo, que tenía a cargo la inteligencia de Carabineros, dos áreas sensibles en el contexto del estallido social. Además, pasaron a retiro otros dos generales por otras circunstancias", añadió.
Luego, Blumel señaló: "A su pregunta, se mantuvo al general Rozas y al general Yáñez, porque llevaban menos de un año en sus cargos y ambos
estaban comprometidos con el proyecto de modernización y reforma de Carabineros que es un objetivo político fundamental del Gobierno. Además, en el año anterior habían pasado a retiro 40 generales del alto mando".
"Se hizo muy difícil el control del orden público"
La fiscalía le preguntó directamente al ex ministro sobre víctimas como Mauricio Jara y Diego Leppe y otros civiles lesionados. "Solo tengo conocimiento a partir de las querellas y de la información del INDH. En algunos casos graves y de connotación pública como Ministerio del Interior requerimos información a Carabineros y pedimos adoptar las medidas disciplinarias y entregar los antecedentes respectivos al Ministerio Público. Asimismo, me reuní personalmente en diversas ocasiones con María Eugenia Manaud y Juan Antonio Peribonio, (concejera y presidente del CDE, respectivamente), con quienes acordamos que en casos más graves la acción penal del Estado, como querellante, la ejerciera el CDE contra el funcionario policial involucrado. Así ocurrió, por ejemplo, en el caso de Fabiola Campillay".
"Se han presentado en su contra algunas querellas por crímenes de lesa humanidad, que son aquellos que responden a una política de Estado o de sus agentes para atacar a la población civil mediante actos generalizados o sistemáticos. ¿Qué puede señalar al respecto?", preguntaron los fiscales.
Blumel respondió que "bajo ningún punto de vista yo advertí al interior de Carabineros el diseño de un plan o política para reprimir a los manifestantes a todo evento, más allá de las consecuencias. Carabineros estuvo latamente sobreexigido. Carabineros no había enfrentado nada parecido en las últimas tres décadas. Según informes que recibí hubo más de 1200 eventos graves de orden público en los primeros 100 días, 93 estaciones de metro vandalizadas".
Y concluyó: "En medio de esa violencia callejera inusitada se hizo muy difícil el control del orden público y quedó en evidencia la necesidad de hacer una reforma profunda a Carabineros, pero en ningún caso puedo compartir la idea de una política, plan o concierto para dañar a la población. En diciembre se convocó a un consejo para la reforma de carabineros, con participación de destacadas figuras en DDHH".
