El elector puede recibir ayuda para votar.
Esta asistencia puede ser por el presidente de mesa o por una persona de su confianza.
En caso de que el auxiliar sea con un conocido, tiene permitido entrar a la cámara secreta, pero debe ser mayor de 18 años.
En caso de que el ayudante sea el presidente de mesa, deberá esperar fuera de la cámara para doblar y cerrar el voto con la estampilla que entregan.
El secretario de la mesa deberá dejar constancia en el acta sobre este hecho, con la identidad del votante y su asistente.
Podrán votar a través de plantillas ranuradas o con sistema Braille.
Ambas planillas estarán disponibles en todas las mesas a lo largo del país y se podrán solicitar al delegado del vocal de votación.
En cuanto a las plantillas Braille, se trabajan con la Biblioteca Central para Ciegos, ya que ellos verifican el control y verificación de cada una.
De acuerdo a la Ley 18.700, el delegado de la junta electoral tiene el deber de enseñar a los electores, sobre el uso de la plantilla, de dejar constancia de su uso en el acta de la mesa receptora.
La instrucción desde el Servel es que, en general, las mesas de todos los locales se instalen en los primeros pisos para no sea necesario el traslado a niveles superiores.
En cuanto a las fuerzas de orden público y seguridad, la idea es que estén disponibles para colaborar con quien lo necesite.
Hay capacitación a los encargados de locales y vocales de mesa para que la inclusión se desarrolle.
En cuanto a contenido electoral, en spots televisivos se incorpora el lenguaje de señas.
La actual normativa considera que quienes estén en situación de discapacidad pueden tomarse el tiempo necesario para ejercer su derecho a sufragio dentro de la cámara secreta.
En Chile, de acuerdo a las últimas cifras de la Senadis, habían 2.606.914 personas con discapacidad mayores de 18 años.
Por parte del Servel informaron que la ley no contempla la calificación de discapacidad en el padrón, por lo que no tienen cifra exacta ni estimada sobre la cantidad de votantes con discapacidad.
Las mujeres embarazadas.
Personas con algún tipo de discapacidad.
Electores que requieran asistencia.
Adultos mayores de 60 años.