Tres semanas después de anunciar que se trabajaba en una propuesta de "carnet verde" para la población vacunada, el Ministerio de Salud dio a conocer este jueves que las primeras medidas en este sentido ya fueron presentadas a la Mesa Social y el consejo asesor, y que se informarán "en los próximos días". Según pudo confirmar Emol, una de ellas apunta a la autorización de viajes entre comunas en Fase 2. También se permitiría la circulación dentro de localidades confinadas sin necesidad de requerir un permiso en Comisaría Virtual.
Ante la idea hay una serie de reacciones encontradas: si bien hay voces que reconocen que la extensa duración de las medidas de restricción de movilidad hacen difícil su cumplimiento por parte de la población, hay otras que advierten que permitir mayores grados de libertad, incluso para personas vacunadas, sigue siendo un movimiento riesgoso.
Desde su vereda, Espacio Público ha señalado que habrá que analizar el carnet verde "con detenimiento". "Si se aprueba, debe hacerse bajo estrictos criterios sanitarios, basándose en la evidencia científica, y cuidando de no entregar una falsa sensación de confianza en las personas", dijeron en un informe publicado esta semana. Dicen, además, que "la principal ventaja" de esta iniciativa "no es fomentar la vacunación, que ha alcanzado altos niveles sin la ayuda de este beneficio, sino reactivar la economía y el empleo".
El centro de estudios advierte el riesgo de que las autoridades "se vean presionadas por lo que podríamos denominar como 'populismo pandémico''' y proliferen "discursos aperturistas que no están fundados en evidencia científica ni indicadores de salud". "Una persona vacunada podría tener mayor posibilidad de contagiarse, caer en la UCI y morir en un escenario de alta circulación viral, como el que vivimos hoy, que no estando vacunado en un escenario de baja circulación viral".
Por ello es que incitan al Gobierno a "comprometer a la ciudadanía en el esfuerzo imprescindible de bajar la circulación viral a un nivel seguro para todos los ciudadanos, vacunados y no vacunados, que permita el desahogo del sistema de atención de salud". Señalan, además, que una modificación a las regulaciones actuales podría ser "relajar" el criterio de menos de 5 casos por cada 100 mil habitantes para definir "niveles moderados o bajos de circulación viral" en regiones con gran porcentaje de vacunados.
La realidad de cada país
El Colegio Médico escuchó de esta idea en la Mesa Social covid-19, donde "fue discutido muy someramente". "Siempre se habló de actividades de bajo riesgo que tenían que ver con mayor libertad en caso de confinamiento: que las personas vacunadas puedan realizar actividades al aire libre como salir a caminar, pero la discusión se dejó para más adelante. No se conversó en extenso", cuenta el secretario general del Colmed, José Miguel Bernucci.
"Hay que entender que los carnets verdes para saltarse medidas sanitarias nacen en EE.UU. a través de los CDC y en algunos otros países, como Israel o en Europa. En todos los contextos donde se ha planteado, la enfermedad está paralelamente muy controlada y se da principalmente con vacunas de ARN mensajero, como son Pfizer y Moderna. Esas tienen una tasa de efectividad para cortar contagios mucho mayor de la que presenta la Coronavac, que es la que estamos usando acá", expone.
"Una persona vacunada podría tener mayor posibilidad de contagiarse, caer en la UCI y morir en un escenario de alta circulación viral, como el que vivimos hoy, que no estando vacunado en un escenario de baja circulación viral"
Espacio Público
"Si uno plantea esta idea como una forma de imitar procesos que han sido 'exitosos' en otros países, creemos que no es adecuado", continúa Bernucci en conversación con Emol. La primera razón que esgrime es que "la realidad epidemiológica nuestra es muy mala y no es comparable con los otros países", pero también destaca que "el tipo de vacuna, por las características de cada una, es muy distinta". Según el último reporte del Minsal, la efectividad de la vacuna de Sinovac para evitar el contagio es de un 65,3%, mientras la de Pfizer está por sobre el 95%. Ambas previenen en gran medida la enfermedad grave y el riesgo de muerte.
Por eso es que el Colmed se inclina por impulsar una reformulación del Plan Paso a Paso más que por la inclusión de nuevas disposiciones exclusivas para vacunados. "Sí se podría plantear que las personas puedan realizar actividades de bajo riesgo", comenta. "Los transportes interregionales entre Fase 2 también pudieran ser eventualmente una medida, pero creemos que tiene que darse en el contexto de una reformulación completa del Paso a Paso, que actualmente está totalmente fuera de lugar, desvirtuado y que no funciona para contener los contagios", dice.
Por su parte, el presidente (s) de la asociación gremial, Patricio Meza, es importante considerar otros factores que han sido reportados por profesionales de la salud, como la descompensación de patologías no covid que están usando camas críticas y los reportes sobre el aumento de niños gravemente enfermos, sobre todo aquellos con sobrepeso. "Es claro que hay que tomar una nueva estrategia para ver cómo vamos a abordar el control de la pandemia de aquí en adelante, pero tienen que ser medidas super estrictas", agrega.
"No porque sea legítimo es seguro"
La visión que tiene la experta en Salud Pública y académica de la U. de Chile, Soledad Martínez, es todavía más drástica. "Por lo menos para nosotros está bastante claro que es una mala idea", dice. "Parece no controversial, porque uno piensa que ayuda a la gente que está con problemas de salud mental y que activa la economía, pero el problema es que esto se implementa en lugares donde la población se ha vacunado con una vacuna que prácticamente detiene el contagio y aquí eso no ha pasado", comenta.
"También es difícil porque hay temas éticos en esto de pensar en tener ciudadanos de tipo A y de Tipo B. Al menos en EE.UU. e Israel, la gente que menos se vacuna es la más vulnerable, las personas de raza negra, y esto lo que hace es consolidar las inequidades. Nosotros no tenemos ese problema porque tenemos vacunación universal: la gente se que se ha querido vacunar, en general, se ha podido vacunar y tenemos pocos reticentes. El problema nuestro es que tenemos una vacuna muy buena, pero que no es tan efectiva para evitar los contagios", agrega.
"Estas decisiones pueden dar respuesta a lo que legítimamente quiere la población y a lo que legítimamente quieren los empresarios, y es legítimo que lo quieran, pero no porque sea legítimo es seguro para la salud pública"
Soledad Martínez
Para Martínez, medidas que vayan en este sentido "van a ser una locura". "La gente va a salir y va a hacer su vida normal, y si se contagian pueden contagiar a población que no está vacunada, como son los niños", dice. "No es que seamos restrictivos y queramos que la gente se quede en las casas, pero tienen que saber que es muy riesgoso. Tampoco sabemos cuán efectiva es la vacuna para todas las variantes que van saliendo", apunta.
"Estas decisiones pueden dar respuesta a lo que legítimamente quiere la población y a lo que legítimamente quieren los empresarios, y es legítimo que lo quieran, pero no porque sea legítimo es seguro para la salud pública. Esto significa más muertes y más discapacidad, porque la recuperación es muy difícil. Hay contagiados de 30 años a los que hay que volver a enseñarles a caminar. En Chile se mueren todos los días más de cien chilenos por covid, no estamos en una situación para decir que estamos listos", cierra.
También existe preocupación en torno a que se masifique, junto con las mayores libertades, la idea de que la vacuna funciona como una "bala de plata" contra la pandemia y que reemplaza las demás medidas de protección, como el lavado de manos, la distancia social y el uso de mascarillas. La necesidad de mantener estas disposiciones ha sido reforzada consistentemente por expertos, académicos y autoridades.