Nunca el sistema de salud había tenido una necesidad tan alta de cupos en unidades de cuidados intensivos (UCI) como durante la pandemia. Y si bien las cifras mejoraron tras la segunda ola y la demanda de camas críticas por el covid-19 ha bajado de manera considerable, habiendo hoy sólo cerca de 370 pacientes con dicha patología internados en el país, la red sanitaria está funcionando a un ritmo mucho mayor que antes de la llegada del coronavirus. Esto, debido a la fuerte demanda de camas UCI por otras enfermedades, con casi 1.600 personas ingresadas. Algunas de las enfermedades que han requerido hospitalización son arritmias graves al corazón, infartos y accidentes cerebrovasculares.