Entre refunfuños, gesticulaciones varias, y pocas palabras, los constituyentes finalmente se retiraron de las dependencias del ex Congreso Nacional, donde funciona la Convención Constitucional, cerca de las 4:30 de la mañana de este miércoles.
La sesión en la que debían elegir a una nueva dupla a cargo de la mesa directiva fracasó después de 16 horas de votaciones y negociaciones bajo el sol, en las escaleras, o sentados en el pasto, que intentaron pero nunca llegaron a puerto.
La de este martes no se pareció en nada a la votación en la que triunfó Elisa Loncon, el 4 de julio pasado. No hubo ningún gran acuerdo y los candidatos seguían emergiendo desde todos los sectores, incluso pasadas las tres de la mañana.
La ruta hasta ese embrollo comenzó cerca del mediodía del martes. Los únicos que llegaban sin mucha claridad a la votación eran los constituyentes de centroderecha. Un sector era de la ida de impulsar una dupla propia (Bárbara Rebolledo y Felipe Mena), pero lo que transmitían tanto en RN como en la UDI es que estaban abiertos a negociar con cualquiera que les pudiera ofrecer patrocinios para lograr una vicepresidencia adjunta. A la UDI le hacían falta tres respaldos; a RN y Evópoli, les faltaban 8. Sin embargo, ningún sector quiso acercarse abiertamente a negociar con ellos.
Auge y caída de Ramona Reyes
Hasta la segunda ronda de la elección todo salió exactamente como los distintos colectivos esperaban: el escenario estaba claro y favorecía al Colectivo Socialista.
Su carta, la exalcaldesa Ramona Reyes, era la mejor parada, pues el acuerdo con los demás colectivos implicaba que en primera vuelta contarían con los votos del Frente Amplio y el resto de la centroizquierda respaldaría a sus propios candidatos, pero a partir de la segunda, se les sumaría Independientes No Neutrales y el Colectivo del Apruebo.
Eso pasó. Y ese escenario tenía que repetirse para la tercera vuelta, pero no fue así. Hacia el mediodía, los frenteamplistas prendieron todas las alarmas: se intensificaron las críticas hacia Ramona Reyes por su gestión como alcaldesa, que fue cuestionada por irregularidades y que incluso llegó a una demanda del Consejo de Defensa del Estado.
"Hay que siempre estar atentos al techo que pueden tener ciertas postulaciones"
Beatriz Sánchez
Durante la mañana llegaron a la misma Convención dirigentes del Frente Amplio, como Margarita Portuguez (RD), Sebastián Depolo (RD) y Francisca Perales (Convergencia Social) para "ponerse a disposición" de la discusión, según explican en la coalición. En el almuerzo, que duró cerca de una hora durante un receso entre votaciones, el Frente Amplio definió retirar el respaldo a Reyes y sumarse a Cristina Dorador, considerada más cercana al Presidente electo Gabriel Boric.
"Hay que siempre estar atentos al techo que pueden tener ciertas postulaciones (...) Hay antecedentes que también nos hicieron pensar y justamente eso también hacía muy difícil que pudiese aumentar su adhesión y por eso hablamos de que llegó a un techo", comentó Beatriz Sánchez durante la tarde.
En el Frente Amplio explican, además, que primero buscaron por su cuenta, pero luego solicitaron los antecedentes sobre las irregularidades al Colectivo Socialista y que no supieron responderles en tiempo y forma con la información pedida, lo que terminó siendo decisivo para la jugada.
Aquello fue el inicio del declive para la centroizquierda. Los Independientes No Neutrales ya tenían estudiado durante la mañana la posibilidad de revivir a Patricia Politzer en una tercera vuelta, pues Ramona Reyes tenía un techo de votos evidente, y los cuestionamientos por falta de probidad terminaron por enterrar su opción.
Antes de seguir exponiendo a Reyes, en medio del desorden interno y con la necesidad de volver a negociar, la mayoría de los socialistas apoyó a Politzer en tercera vuelta.
El eje Chinga- Dorador
El eje de la izquierda más radical tenía tres candidatos hasta la mañana de este martes: Daniel Bravo (Pueblo Constituyente). Cristina Dorador (MSC) y Eric Chinga (Coord. Plurinacional). Pueblo Constituyente pretendía que Bravo llegara a la vicepresidencia, pero no tenían ningún candidato a presidente porque los demás no generaban consenso entre ellos, así que se volcaron a él en la primera vuelta.
Los adherentes de Chinga se movieron en todos los sectores políticos para conseguir más respaldos a su favor. Las conversaciones en los jardines fueron clave: a las 13:00, Pueblo Constituyente se reunía con la Coordinadora Plurinacional y Popular y allí se zanjó el apoyo de la mitad del grupo que impulsaba a Bravo. La otra mitad se volcó a Dorador.
72votos recibió Cristina Dorador en la sexta ronda, faltándole seis para alcanzar la mayoría necesaria
Eso duró solo dos rondas: para la cuarta votación, Movimientos Sociales Constituyentes insistió en las tratativas con ese grupo y lograron sumar al resto, ante la preocupación en ese sector de que pudiera salir Patricia Politzer. Uno de los puntos que se negoció para aquello fue que en las comisiones hubiera mayor trabajo en conjunto, por ejemplo en Sistemas de Justicia, en la que participan Daniel Bravo e Ingrid Villena (ambos de Pueblo Constituyente).
En los jardines se vio hasta una conversación entre Manuel José Ossandón (RN) y Alejandra Pérez (Coord. Plurinacional), donde esta última le solicitó su respaldo para Chinga, pero eso no resultó porque, según quienes conocieron la conversación, no hubo ninguna oferta a cambio.
De la derecha, al menos, ganaron el apoyo de Luciano Silva (RN), que también cerca del mediodía y antes de la segunda vuelta, aseguró que apoyaría a Chinga. Esto porque, a su juicio, el Partido Comunista tiene posturas "más sólidas y convenientes" respecto de temas de interés para la derecha.
Pero la opción de Chinga comenzó a desinflarse. No por responsabilidad de sus principales promotores: la Coordinadora Plurinacional y Popular definió quedarse hasta el final con él, "morir con las botas puestas", de acuerdo con lo que explicaban en ese sector. Pero mientras Chinga, Isabel Godoy (colla) y el resto regresaban a sus puestos para la cuarta vuelta que partió pasadas las 17:30, el mismo Chinga reconocía que no sabía si contaban con el apoyo de Chile Digno, que el lunes bajó a Bárbara Sepúlveda en favor del constituyente diaguita.
Así, luego de una reunión de más de 15 minutos en el patio del ex Congreso, una parte de Chile Digno decidió restarse del respaldo a Chinga y apoyar a Dorador. Entre esos estuvieron Marcos Barraza, Bessy Gallardo y Bárbara Sepúlveda en primera instancia.
En ese contexto, la opción de Dorador cobró fuerza y aquello fue lo que tuvo en vela a la Convención hasta pasadas las 2 de la mañana, cuando la científica depuso su candidatura. Entre la quinta y sexta vuelta, convencionales de todos los sectores empezaban a convencerse de que Dorador sería la nueva presidenta de la Convención y así lo comentaban en los jardines y en los pasillos.
Unos minutos después de las 20:00, Dorador se acercó a la carpa de prensa que está en los jardines del ex Congreso para pedir disculpas: en medio del trajín de las negociaciones, su asesor protagonizó altercados con los periodistas y camarógrafos que intentaban acercarse a donde se estaban produciendo las conversaciones que ella protagonizaba.
La arremetida de Patricio Fernández
Mientras todo eso ocurría y la opción de la centroizquierda parecía perdida, el Colectivo del Apruebo y parte de RN y Evópoli decidieron levantar a Patricio Fernández, convencional del Colectivo Socialista.
Su opción era barajada por los del Apruebo desde hace ya varios días, pero volvió a cobrar fuerza en el horario del almuerzo de este martes, en diversas conversaciones que condujeron sobre todo Felipe Harboe y Manuel José Ossandón. En la quinta vuelta, con los votos de RN-Evópoli, varios de la UDI e Independientes, INN y el Colectivo Socialista, Fernández llegó a 61 votos.
En ese minuto, los negociadores del Colectivo Socialista argumentaban que el apoyo a Dorador no era posible porque estaba "casada por todos lados" y no tenía margen para negociar, decía un importante dirigente del sector. Después de todo, el grupo de Dorador tenía un acuerdo con Rosa Catrileo para apoyarla en la vicepresidencia ejecutiva; y con Chile Digno para levantar a Bárbara Sepúlveda en las vicepresidencias adjuntas.
Pero Fernández tampoco tenía espacio para seguir creciendo, dado que en el Frente Amplio se negaban a apoyarlo pues resentían que su nombre hubiera sido escogido e impulsado por la derecha; e incluso entre los mismos socialistas aquello generaba cierto resquemor. Para la sexta vuelta, el apoyo a Fernández de su propio sector se fue hacia Cristina Dorador.
En la rampa de acceso al Senado del ex Congreso Nacional, pasadas las 21:00, los socialistas ponderaron que el sector de Dorador tenía "cierta flexibilidad", que el tiempo apremiaba y que se había impuesto "la realidad".
La posibilidad que ganara estaba cerca y así lo notaban en la centroderecha. "¿Qué están viendo los militantes socialistas en sus casas? Que el propio colectivo traiciona a los suyos gratis, a costo de nada. Regalan la presidencia a cambio de nada, traicionan a uno de los suyos y en la vicepresidencia tampoco aseguran nada", criticó un visiblemente enojado Ossandón al finalizar la sexta ronda de votaciones.
La oportunidad perdida de Dorador
En esa vuelta, Dorador logró 72 votos. Estuvo solo a seis de alcanzar la testera. Pero tampoco tenía más espacio para crecer: siete de los 17 socialistas no quisieron apoyarla, principalmente por no tener afinidad política con ella. Y la mayoría de ellos no pretendía cambiar su opinión.
En ese momento y según recuerda un convencional del FA, Movimientos Sociales Constituyentes prometía que tendrían los votos para la séptima vuelta y los frenteamplistas se comprometieron a respaldar a Dorador una vez más. Solo una más.
Pero en la séptima, la científica perdió los apoyos de los socialistas, que para esa altura estaban convencidos de que había que intentar con un nombre nuevo y empezaron a tantear con Independientes No Neutrales y el Frente Amplio la dupla de Benito Baranda y Amaya Alvez, ya minutos después de las 23:00.
La octava ronda replicó el escenario hasta el minuto: no había acuerdos potentes entre colectivos y Dorador continuó perdiendo respaldos, lo que derivó en que finalmente se retirara de la competencia, pasadas las 2 de la mañana.
Durante todo el proceso, la Coordinadora Plurinacional y Popular se mantuvo en la misma postura. Incluso a pesar de haber concurrido a las conversaciones con Movimientos Sociales Constituyentes. El problema ahí fue que, de nuevo y como decían los socialistas, Dorador no podía ofrecerles nada, ningún voto en absoluto. Y lo único que querían los adherentes de Chinga era levantarlo en algún otro cargo directivo.
"Nosotros le pedimos la vicepresidencia para hacer un trabajo en conjunto y nos dicen que tienen ya la vicepresidencia comprometida con Rosa Catrileo, lo cual nosotros nos pareció que era seguir la línea de Elisa Loncón. Nosotros pensamos que debe asumir un nuevo pueblo originario, en este caso mi persona, nos dijeron que no podían hacerlo. Los dijimos que dependían de ellos", aseguró Eric Chinga durante la tarde.
La expectación por Alvez
Hasta la madrugada de este miércoles, aún no había candidato seguro. La última fórmula que empezó a barajar el Frente Amplio es revivir la candidatura fallida de Amaya Alvez (RD), quien desistió en favor de Beatriz Sánchez hace algunos días.
Para acompañarla, la Coordinadora Plurinacional y Popular, Pueblo Constituyente, los escaños reservados y Movimientos Sociales Constituyentes, eligieron a una terna provisoria y votaron entre Manuel Woldarsky (Coord.), Daniel Bravo (Pueblo Constituyente), Rosa Catrileo (escaños) y María Elisa Quinteros (MSC). A las 3:45 de la madrugada, en los jardines de la Convención se escuchó un aplauso. Provenía de la reunión que estaban sosteniendo esos colectivos. Pero luego de la celebración, se escuchó a Eric Chinga decir "los escaños están divididos".
De esa reunión, la candidata elegida fue María Elisa Quinteros, en representación de los cuatro colectivos. Y así concluyó la noche: lo único que advertían entre los escaños reservados es que, si la candidata de la centroizquierda para complementar la dupla es Alvez, su lugar no puede ser la presidencia. Una vez más se inmiscuyó la discusión sobre la autonomía de la Convención, ante el triunfo de Gabriel Boric en el Ejecutivo.
Mientras, Vamos por Chile aún no definía su rumbo. Zigzaguearon entre apoyos a Bárbara Rebolledo, Patricio Fernández, Patricia Politzer y otros candidatos propios. Durante la tarde, RN alcanzó un acuerdo con el Colectivo del Apruebo y Renato Garín (IND) para una vicepresidencia adjunta en la que algunos pensaban proponer a Raúl Celis (RN), pero con el rebaraje de las cartas, aquello no estaba claro durante esta madrugada.