Este miércoles a partir de las 15 horas, el Pleno de la Convención Constitucional iniciará la novena votación para elegir a la nueva presidenta o presidente del órgano, luego de que sus 154 miembros completaran casi 19 horas sin poder llegar a acuerdo en el nombre de quien sucederá a Elisa Loncon en el cargo.
La dificultad de los colectivos para poder llegar a un consenso sobre quién liderará la instancia en su fase más decisiva provocó una serie de comentarios entre los propios constituyentes y en la opinión pública, los cuales para unos expertos tendrá un impacto en la imagen de la institución, mientras otros sostienen que no será tan así.
Por ejemplo, el
abogado constitucionalista, Javier Couso, señaló a EmolTV que "fue sorpresivo, la Convención venía con velocidad crucero y con buen ritmo y nos encontramos con esto que obviamente es disruptivo e imprevisto, pero espero que hoy eso sea un mal recuerdo".
"Esta es una Convención fragmentada no solo en términos de partidos, hay muchos independientes que no tienen una tradición de debate particularmente en lo que se refiere a organizaciones político-deliberativas. Entonces, uno no tiene que cargarles la mano a personas que están haciendo su mejor esfuerzo", añadió.
En esa línea, el jurista advirtió que "también el factor humano juega un rol a la hora de escoger autoridades, es más difícil que la cuestión no tenga ribetes personales, de lealtades. En ese sentido, esto es sorpresivo, pero hasta cierto punto propio de un órgano fragmentado y con muchísimos independientes".
"Objetivamente hablando, si hoy se elige a una mesa directiva razonablemente criteriosa va a ser algo que se olvidará de aquí a una semana. La frase espectáculo se ha usado en exceso respecto a la Convención, nos olvidamos que el Congreso tiene otras formas que también uno podría caricaturizarlas", recordó.
"Objetivamente hablando, si hoy se elige a una mesa directiva razonablemente criteriosa va a ser algo que se olvidará de aquí a una semana".
Javier Couso, abogado constitucionalista
Asimismo, Couso enfatizó que
"cuando hay tanto en juego, creo que sería más prudente en calificar de espectáculo (…) la combinación de voto público, las redes sociales, independientes de poca experiencia en trabajo político y fragmentación da lugar a cuestiones difíciles (…) pero ha habido más drama del necesario".
Una visión similar planteó la politóloga Pamela Figueroa, quien advirtió que todo tiene que ver más que nada con el sistema de votación papal establecido en el reglamento, "que es un mecanismo que permite que cada uno de los integrantes puedan manifestar su preferencia sin existir candidaturas o listas previas".
"Lo que busca este sistema es ir construyendo un consenso para poder dar la mayor legitimidad. En julio fue bastante más rápido, pero probablemente acá los escenarios hoy son distintos hoy que en julio", añadió, aludiendo al complejo escenario político que enfrenta el órgano a diario.
"Yo creo que hay dos cosas, claramente hay una fragmentación en la representación, hay distintos grupos y el objetivo declarado es elegir a una mesa que tenga esa capacidad de construir grandes acuerdos. Esta elección no se trata tanto de los grupos específicos, sino de quienes van a ser los liderazgos", indicó a Radio Cooperativa.
Asimismo, Figueroa desestimó los cuestionamientos, afirmando que "a las personas le puede costar entender porque tarda tanto, pero no es solo el sistema electoral, sino el contexto político. Pero también recodemos que en los días anteriores había ciertos acuerdos y nombres, pero al poco andar varios de esos se fueron cayendo".
"Creo que eso hizo que fuera necesario construir más acuerdos y este sistema papal muestra que después de varios intentos con nombres que requieren acuerdos, se buscan otros nombres y eso habla de su flexibilidad. Eso es lo que la convención tiene que hacer hoy día", recalcó.
Impacto en la imagen
En tanto, sobre qué costo puede tener para la Convención lo que está ocurriendo con la votación de la presidencia, el cientista político y profesor de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, señaló a Emol que "el principal será en términos de imagen pública. Probablemente, la Convención retroceda sus niveles de confianza que venían al alza en las últimas mediciones".
"Por otro lado, se están dañando de manera más o menos elocuente las confianzas internas. Los socialistas, por ejemplo, apoyaron a 5 candidatos distintos en los diferentes procesos, lo que naturalmente genera suspicacias respecto a cuán confiable son frente a acuerdos para, más adelante, redactar la nueva Constitución", apuntó.
En tanto, el decano de la Facultad de Gobierno de la Universidad Central,
Marco Moreno, explicó que "el principal costo que puede tener este proceso de dificultad para arribar a acuerdos yo creo que tiene que ver con la imagen, con la precepción que tiene la ciudadanía acerca del trabajo de la Convención".
"Se mezcla aquí la valoración, la reputación, la confianza sobre todo y las expectativas que podrían verse afectadas producto de esta dificultad para establecer acuerdos. Es en el tema de las expectativas que pueden comenzar a sentirse defraudadas por parte de los ciudadanos el principal costo que puede estar teniendo este largo proceso", dijo.
En cuanto al debate que se abrió respecto a si lo ocurrido es reflejo de un proceso democrático o una mala señal para el país, Morales manifestó que "no es un ejemplo democrático y tampoco representa necesariamente el caos. El problema central es el sistema electoral que se utiliza, que es el menos apropiado y más costoso de todos".
"Mucho más fácil hubiese sido un sistema de mayoría absoluta con segunda vuelta. El sistema papal lo único que hace es incrementar al extremo los tiempos de votación, pudiendo llegar a un resultado idéntico al sistema de mayoría absoluta con dos vueltas. Es un sistema que desgasta a los convencionales, que abre la puerta a negociaciones que luego se transforman en traiciones y vendetas, y que fomenta la personalización y el chantaje político", remarcó.
"El principal costo que puede tener este proceso tiene que ver con la imagen, con la precepción que tiene la ciudadanía acerca del trabajo de la Convención".
Mauricio Morales, cientista político
Mientras, Moreno sostuvo que "lo que estamos viendo es más bien algo que sabíamos que en algún momento se iba a tener que dar.
Esta es la dinámica de deliberación que va a predominar en los próximos meses y que está caracterizada por el desorden, que hará más difícil de entender el trabajo de la Convención".
"Por lo tanto, eso va a seguramente acrecentar la actual incertidumbre. En si mismo, esto no está mal, sino que tendremos que acostumbrarnos a estas nuevas prácticas políticas lejanas del cómodo bi-bloquismo de los últimos 30 años que hacían más predecible la política", agregó.
Según el académico, "este fenómeno que estamos observando tiene que ver con tres ordenes de cosas: Por un lado, la fragmentación del poder, que no está radicado hoy en un solo bloque o coalición y hay varios centros de poder dentro de la Convención. En segundo lugar, que al ser convencionales que ponen por delante su calidad de independientes, ese discurso dificulta la acción colectiva".
"En tercer lugar, la ausencia de liderazgos, al predominar la lógica horizontal, al requerirse de cada vez más acuerdos a través de una dinámica de geometría variable, lo que significa que hay que buscar en cada momento el aliado adecuado en cada materia. Eso tiene que ver con la ausencia de liderazgos consolidados", concluyó.