El vicepresidente de la Convención Constitucional, Gaspar Domínguez (INN), se refirió este martes a los objetivos de la nueva mesa directiva para los próximos meses y marcó una distancia con el tono que la testera anterior tuvo.
Consultado por la contingencia de La Araucanía y las decisiones que el próximo gobierno debería tomar sobre el diálogo y sus condiciones en la zona, Domínguez afirmó que "siempre hay que dialogar, no queda otra opción y hay que dialogar con todas las partes. Ahora, sobre lo que hay que hacer en la coyuntura es algo que debe evaluar el gobierno. No es materia de lo que la Convención tenga que estar comentando".
"Debemos evitar a toda costa que la Convención y los convencionales
nos transformemos en comentaristas de la contingencia. Eso puede representar una amenaza al proceso", dijo en
radio Universo.
Sobre la discusión del indulto a presos en el marco del estallido social, Domínguez recordó que él firmó la declaración que hizo el órgano constituyente en su primera semana de trabajo y que se debata seguía siendo la "idea generalizada", pero "está fuera de nuestras competencias y no nos corresponde estar comentándolo".
El rol de la mesa
Sobre los plazos, el médico sostuvo que concluirían el trabajo en julio porque hasta el minuto han respetado el cronograma y aseguró que "quiero dar garantías de que la pega la alcanzamos a sacar hasta julio por dos razones: estamos trabajando fuertemente para eso y no tenemos otra opción".
"Existe la posibilidad de que esto se discuta, de que haya conversaciones, de que el Parlamento quiera tomar alguna medida en relación a esto. Nada está escrito en piedra, todo puede conversarse, pero tenemos una tarea", comentó Domínguez.
Ante el fin del plazo de trabajo de la Convención, una de las prioridades de la nueva mesa directiva es potenciar las comunicaciones de la Convención, de cara al plebiscito de salida. En ese marco, el vicepresidente aseguró que "tenemos un 50% del padrón que habitualmente no vota, ni siquiera en la última elección (...) nuestra comunicación y tono debe ser conciliador, promoviendo buscar estar personas desencantadas que no participan por desinterés"
Su rol como activista LGTBIQ+
El vicepresidente también se refirió a la polémica que existió con el convencional Agustín Squella por el concepto de "disidencia sexual" y comentó que tuvo una conversación con él en la extensa jornada de votaciones para la elección de la nueva mesa, en la que le explicó los alcances del concepto y le recomendó bibliografía.
En ese marco, abordó su rol en la mesa como representante del mundo LGTBIQ+ y dijo que era importante que la ciudadanía viera que "puede haber una mesa que esté compuesta por Tomás Laibe (Colectivo Socialista), Gaspar, que son personas abiertamente homosexuales, que hagan la pega bien, que sean una persona más, no haya trato diferencial, que todo funcione bien".
"Para una generación, el hecho de ver que el liderazgo está conducido por personas gay y que hacen la pega bien, eso por sí solo es un cambio cultural que nos ayuda a validar y posicionar la idea de que hoy siendo homosexual, lesbiana, trans, parte de las disidencias, la pega se puede hacer bien y no hay dificultad para llegar a acuerdo", sostuvo.
