En las últimas semanas, la expansión de variante Ómicron se ha hecho visible en todo el territorio nacional, marcando un peak histórico de 14.757 casos reportados el viernes. Sin embargo, las regiones del norte del país y Magallanes -en el otro extremo- han liderado en sus indicadores epidemiológicos.
Según reportes del Minsal, las regiones con mayor positividad en la última semana son
Tarapacá (23,12%), Arica y Parinacota (16,94%), Antofagasta (16,32%) y Magallanes (16,26%).
En tanto, la región de Tarapacá tiene la tasa de incidencia actual más alta por 100 mil habitantes (1.661,2), seguida por las regiones de Magallanes (1.312,2), Arica y Parinacota (1.271,9), y Antofagasta (868,9); esta última, registró ayer un peak de 1.093 casos de nuevos contagios.
Según el reciente reporte del Grupo Epidemiológico Matemático de la Universidad de Santiago, de las tres regiones del norte mencionadas, la mayor velocidad de transmisión (R efectivo) está en Antofagasta (2,67).
La situación que para algunos ya constituye una "cuarta ola" con acento en el norte del país, trae a la memoria la época en que Magallanes atravesaba olas preliminares que incluso llevaron al propio ministro de Salud, Enrique Paris, a señalar que dicha región adelantaba un poco "lo que va a ocurrir en el resto del país". ¿Qué tan homologable es aquel escenario con el que hoy se vive en el norte?
Epidemiólogos no descartan que pueda darse un escenario similar considerando que la pandemia ha seguido "patrones" en su desarrollo, sin embargo, destacan que hay una multiplicidad de factores que hacen que cada zona o región presente más o menos contagios.
El tipo de "huésped" disponible para el virus
Uno de los primeros factores para analizar lo que ocurre en el norte es el tipo de huésped que encuentra el virus; en este caso, es clave el número de personas que están vacunadas, y al menos en las tres regiones comprometidas, el proceso ha avanzado un poco más lento que en el resto del país.
Según datos del Departamento de Información y Estadística del Ministerio de Salud (DEIS), en
Arica y Parinacota, un 93,2% tiene su primera dosis o dosis única; un 87,9% tiene su esquema completo y un 66,2% tiene la dosis de refuerzo. En
Tarapacá, un 92,5% tiene su primera dosis o única; un 85,6% tiene las dos dosis; y un 65,5% su refuerzo. Una situación similar se da en
Antofagasta; con un 93% con primera dosis; un 88,5% con esquema completo; y un 69,5% con refuerzo.
"Si hay un grupo poblacional que está menos inmunizado, va a facilitar el contagio y más que eso, los casos graves. Eso es lo que está mostrando el norte, donde hay mayor presión asistencial. En cambio, en Magallanes tenemos una incidencia enorme, pero menos presión asistencial", señala el doctor Marcelo Navarrete, director médico del laboratorio covid-19 de la Universidad de Magallanes.
Por otro lado, la académica de la Universidad de Antofagasta y doctora en virología molecular y microbiología, Margarita Lay, plantea que en la zona norte el alza también puede "estar asociada a la inmigración (...) tomando en cuenta que esas personas no necesariamente tienen el mismo esquema de vacunación que tenemos en Chile, eso también podría ser un factor".
En tanto, el infectólogo de la Clínica Universidad de Los Andes, Javier Tinoco, coincide en que al ser el norte "una puerta de entrada", sí "es probable que uno vea las curvas epidemiológicas más anticipadamente y sea un predictor de la situación que va a ocurrir en las siguientes semanas, pero eso depende mucho de las medidas que se vayan tomando, del reconocerse como persona alerta covid o del porcentaje de vacunación, hay muchas variables".
El "patrón" que ha seguido el virus
Por otra parte, y más allá de las características del "huésped" al que el virus puede acceder, el doctor Navarrete explica que los fenómenos epidemiológicos que hemos observado frente al covid-19 "han seguido patrones que se han ido repitiendo en distintos escenarios geográficos; incluso muy distantantes unos de otros".
Agrega que "el año pasado describíamos variantes que desplazaban a otras, y lo mismo estamos viendo hoy; la aparición de una cepa más contagiosa (Ómicron) que se hace predominante sobre Delta, y esa ha sido una de las razones que ha ido empujando el aumento de incidencia en distintas partes del mundo, lo que concuerda con lo que hemos observado en Chile".
En la misma línea, la doctora Lay, también directora del Centro de investigación en imunología y biotecnología médica de Antofagasta, afirma que "siempre se espera que estas olas marquen un peak de contagios y luego comience a decrecer la curva, por la propia naturaleza de la propagación del virus y la resistencia que pueda presentar el estado de inmunización que haya adquirido la población".